Rosario.

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Libidinum Religio II.

Rosario.

(O una idea sobre el buen uso de un crucifijo.)

Poco más de una semana ha pasado desde aquél inusual encuentro en la capilla y si el demonio era sincero ese era un recuerdo que difícilmente podría sacar de su memoria... Y pensándolo bien... No era algo que quisiera hacer, por el contrario quería repetir...

Haría caer a su amo...

Cómo cada noche desde que trabajan en esta misión, el se dedica a recibir a los alumnos del dormitorio azul para brindarles su ayuda en sus tareas.

-La traducción es correcta, sin embargo la elección de palabras la vuelve un tanto confusa, sugiero utilicen un sinónimo qué le dé sentido a la oración.- del librero que está tras el toma un diccionario. -Eso les será de mucha ayuda.- habló sonriente entregándole el libro a uno de los chicos, quien por alguna extraña razón se sonrojó cuando tomó el libro.

-Gra-Gracias profesor. ¿Está bien sí se lo entregamos maañanaa a primera hora?-

-Adelante, por favor utilicenlo el tiempo que lo necesiten.- sonrió amable. -Les recomiendo que vuelvan ya a su habitación a terminar con sus deberes y luego a descansar o de lo contrario no rendirán en el día.-

-Claaro, muy buenas noches.- se despidió el joven que recibió el diccionario.

-Descanse profesor, excelente velada. - se despidió el otro chico.

-Así será.- respondió el demonio con su amable sonrisa, sin que los jóvenes se imaginen los planes siniestros qué tenía en mente.

Retiró sus anteojos y aflojó un poco sus ropas permitiendose tomar un pequeño descanso del ajetreo del día, al menos por unos segundos pues fue gratamente sorprendido por la presencia de su amo acercándose a su oficina. Sonrió pervertido.

-Michaelis sensei, ¿Podría brindarme su ayuda?- desde fuera habló el pequeño noble.

-Pase por favor Phantomhive.- respondió arreglandose en un segundo, dejando también libre el asiento para su amo.

-Luces cansado, demonio.- fue lo primero qué dijo el pequeño cerrando tras él.

-Imaginación suya amo.- respondió el demonio recibiendo el saco del joven.

-Da igual, ¿Han habido avances?-

-No más de los que usted ha permitido que haya, mi señor.-

-Nunca había estado en un colegio... Es... Despreciable.-

-Y aún así usted no me permite resolverlo en un instante, sabe que si lo ordena está misma noche podrá pasarla en su mansión.- respondió el demonio terminando de servir el té.

-Hmmm... No, eso es aburrido. Me gusta hacer las cosas con calma.- bebé lo que el demonio. -¿Ceylan?-

-Tan listo como siempre, mi señor.- frente al joven pone un plato con una rebanada de pastel.

-¿Te sientes bien?- confundido tomó el primer bocado. Después de todo no iba desaprovechar la oportunidad de un postre en la noche... o de molestar a su demonio.

-En perfectas condiciones mi señor.- respondió sonriente. -Digamos qué pensé que usted tal vez quisiera algo que le dé una buena dosis de calorías, las cuales va a gastar en un momento. -

-¿Ah, sí? ¿Y qué te hace pensar eso, demonio?-

-Su presencia mi señor. Desde que estamos aquí su lívido ha crecido exponencialmente. Por decirlo de algún modo. -

LIBIDINUM RELIGIO. (2022-2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora