Durante los días siguientes, Lauren y yo nos distanciamos de una forma que ninguna de las dos hubiera querido, evitaba a toda costa pasar tiempo a solas conmigo, ya no me miraba como lo hacía meces atrás, de hecho, no me miraba nunca y sólo se dirigía a mi cuando no tenia de otra, yo intenté acercarme a ella, pero el muro que se había levantado entre nosotras parecía impenetrable. Una tarde mientras me arreglaba para salir con las chicas a pasear por la ciudad entró Lauren a la habitación, yo estaba en el baño terminado de secarme el cabello y la escuche mantener una conversación por teléfono.
— ¿Esta noche? —En su voz se percibía un toque de inconformidad —La verdad no creo que pueda, le prometí a las chicas que saldría con ellas y sería de mal gusto cancelar en último momento —En vez de sonar como justificación parecía que solo estaba lanzando un pretexto tras otro para librarse de aquella situación.
—No, mañana tengo todo el día libre —Admitió, pero muy a su pesar, sabía que de esa ya no podía librarse. —Sí, nos vemos mañana, adiós. —después de que colgó no escuché nada, creí que saldría de la habitación, pero no, entonces salí del baño y fingí que me acababa de dar cuenta que estaba ahí. La saludé.
—Hola —Le dije con una sonrisa, ella no me contestó, tenía la mirada perdida en alguna parte de la pared que se encontraba detrás de mí. — ¿estás bien? —Lauren regreso en sí, parpadeo un par de veces y sacudió la cabeza.
—Sí, estoy bien —Lo dijo de una forma mecánica, como si estuviera programada para contestar eso cada vez que le hacían una pregunta. Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta de salida. Ahí estaba otra vez, su afán por evitarme a toda costa, reaccioné a tiempo y corrí para detenerla antes de que abandonara la habitación, la tomé de un brazo de una forma violenta, más de lo que yo hubiera previsto, pero no me dejó otra opción.
—Oye, espera ¿Por qué te vas? —volteó a mirarme, en su rostro había una expresión interrogante.
—Es que nos están esperando abajo, creo que deberíamos apresurarnos, Camila —otro pretexto absurdo. Pero esta vez no se libraría de mi tan fácil mente.
—No es verdad, aún es temprano. Quédate quiero hablar contigo. —Se lo había pedido de tal forma que ella no pudo oponerse, regresó a la cama sin decir nada y se sentó, no volteó a mirarme, tenía la vista fija en el piso.
—Lauren, ¿podrías decirme que es lo que te hice para que ya no quieras hablarme? —le pregunté tratando de usar un tono de voz muy serio, lo cual me costó algo de trabajo, pues hace mucho que no pasábamos tiempo a solas y tenerla ahí, a mi merced, me ponía muy contenta.
— ¿¡Qué?! ¿Qué te hace pensar que ya no quiero hablarte? —Lo dijo muy sorprendida, supuse que era muy buena actuando, pues dudo mucho que no se diera cuenta de todo lo que estaba haciendo.
—Bueno, pues al menos que lo esté imaginado, tratas de pasar el menor tiempo posible conmigo, evitas cualquier tipo contacto, ya no platicamos de nada, no me diriges la palabra sólo que sea necesario —enumeré cada cosa y quise parecer muy ofendida —No soy tonta. Lauren.
—No, Camila, yo no dije eso —Ahora se mostraba muy nerviosa —lo que pasa es que yo... bueno, no era mi intención que pensarás que ya no quería hablarte, es solo que últimamente... —Se había levantado de la cama y ahora estaba frente a mí, hablaba muy rápido y algunas cosas que decía no tenían mucho sentido. Mi emoción pudo más que cualquier sistema de autocontrol por mi parte, ella estaba muy cerca y un segundo después ya la estaba besando.
Estaba claro que yo la había tomado por sorpresa pues sus labios se movieron torpemente, quizá no era consciente de lo que estaba pasando, enseguida introdujo su lengua en mi boca de una forma infinitamente tierna, parecía que con cada caricia me pedía permiso para continuar su recorrido, yo rodee su cintura con mis brazos, atrayéndola más a hacia mí, y ella puso sus manos alrededor de mi cuello. Mientras nos besamos percibí su aroma, su cuerpo, la esencia de todo lo que era ella, el sabor de sus labios y la explosión de sentimientos que comenzaron a bullir en mi estómago. La perfección del momento parecía conspirar a nuestro favor.

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Habitación 64
FanfictionLauren y Camilla llevan una relación perfecta dónde el amor y el sexo son el tema principal, pero todo dará un giro cuando un accidente borre la memoria de Lauren convirtiéndola un una persona completamente distinta a la que es realmente. ¿Podrá el...