Búsqueda Intensa

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Había caminado varias cuadras intentando dar con la iglesia donde dio a luz a su hijo, pero no lograba dar con ella debido a que no podía recordar del todo esa iglesia por haber estado en continua nebulosa durante esos cinco años en los cuales fue prisionera de Karin. Su memoria estaba deteriorada y eso solo le causaba más desesperación.

Cuando el cansancio amenazó con voltearla supo que debía quedarse en un hostal, además la condesa de seguro empezaría a buscarla en cualquier instante. Ella tenía que tomar distancia de esa loca sea como sea. Media hora más tarde, Naruko se encontraba en una habitación del primer hostal que pudo encontrar. Se había registrado con otro nombre para protegerse de la condesa.

Su memoria no colaboraba a la hora de indagar en ella para saber cuál era con exactitud la iglesia que le dio asilo.

Recordaba haber llegado y perder la conciencia al ver a un sacerdote abrirle la puerta. Cuando volvió en sí misma despertando ya se encontraba en la clínica más lujosa, su mente completamente vacía de recuerdos y Karin a su lado mintiéndole al decirle que era su esposa.

Sentada en la cama de aquella estrecha habitación, se sujetaba la cabeza mientras las lágrimas humedecían su demacrado rostro. No se resignaba a renunciar a su hijo, no le era posible considerarlo siquiera. No pudo colocarle un nombre.

Cuando la angustia la desbordó su llanto desgarró el aire como alma en pena errante. Así estuvo toda la noche sin poder dormir tranquilamente un solo instante. Con los primeros rayos del amanecer, ella se colocó un vestido naranja y negro, una túnica negra, guantes azules y bajo a desayunar. Una hora después Naruko abandonaba el hostal para seguir su camino deambulando.

Se dispuso a entrar en toda iglesia que veía para saber si algún sacerdote la reconocía. Había pasado el mediodía y no obtuvo los resultados deseados.

Sabía que si seguía así se le acabaría el dinero que llevaba encima o la condesa daría con ella. Podía imaginar lo que le esperaba si esto último llegase a suceder. Prefería morir antes que volver con esa loca de roja cabellera. Cuando recorrió las iglesias de toda esa ciudad al completo sin éxito alguno, supo que Karin la había alejado de la ciudad donde había nacido su hijo.

El anochecer había llegado y él su necesidad de hospedarse en un nuevo hostal donde cenó antes de ir al cuarto. Fue en esos momentos de tranquilidad en aquel oscuro cuarto pequeño donde su memoria se desprendió de otras capas de confusión.

A su mente llegaron nuevas imágenes de recuerdos perdidos, donde se vio así misma en calles de una ciudad diferente junto a Sasuke riendo mientras se abrazaba a él. Era feliz. Recordó cuál era esa ciudad.

Tenía que regresar a ella. Por eso a la madrugada del siguiente día fue a la estación de tren y compró un boleto para ir a ese lugar donde su hijo estaba y donde el amor de su vida, Sasuke, vivía. Se subió y para cuando los primeros rayos de sol nacieron, ella ya se encontraba a medio camino.

 Se subió y para cuando los primeros rayos de sol nacieron, ella ya se encontraba a medio camino

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Corazón Dolido ~ Naruko ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora