¡Maldita Impostora!

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Naruko estaba en casa junto a Nagi jugando con el pequeño corriendo por todo el lugar mientras reían ambos felices y contentos. El pequeño se sentía muy feliz debido a su mamá, era la mamá perfecta e indicada para él.

Pero aquella felicidad acabó cuando llegó Menma furioso, sujetó a su sobrino entregándoselo a su guardaespaldas, para luego golpear a Naruko con fuerza y arrojarla al suelo. En verdad estaba furioso, parecía una bestia. La miraba con odio intenso.

Nagi gritó al ver aquello intentando correr hacia su madre pero le fue imposible debido a que estaba bien sujeto por el guardaespaldas de su tío.

-¡Mamá! ¡Sueltenme! ¡Tío Menma, deja a mamá en paz!
- ¡Ella no es tu madre, se trata de una impostora!
- ¡Mentira!
- ¡Silencio Nagi! - rugió Menma - ¡Lleva a mi sobrino al carruaje!
- ¡Detenganlo!

Naruko se colocó de pie mientras el mayordomo se interponía entre el guardian y la salida. Menma reía como loco al ver aquello.

- Tu eres una desconocida Naruko, no eres la Condesa Macallyster ni nadie. Eres Naruko a secas. Por lo tanto no eres su madre ni mucho menos la dueña de todo el imperio de los Macallyster.

El odio de Menma se reflejaba en su rostro al completo. Estaba desfigurado y Naruko sabía que tenía derecho a estarlo, pero no podía permitir que le arruine todo su plan. Tras colocarse de pie, le demostró a Menma que nada ni nadie la amedrentaría jamás. Esto enfureció mucho más al rubio que era la su viva imagen cuando solía ser Naruto.

- ¡Vete de esta casa! ¡Maldita embustera!
-¡Mamá! ¡Ayúdame!
- No dejen salir a ese secuestrador - dijo ella - Llamen al oficial de policía - ordenó Naruko a sus criados que habían llegado tras haber escuchado los gritos.

- Hipócrita e impostora, quien irá a la cárcel serás tú - decía Menma furioso.
- Despídete de tu libertad porque me aseguraré de que no vuelvas a ver la luz del sol Menma. Te dí una oportunidad de hacer las pases y ver a mi hijo pero la desperdiciaste.

En cuando Nagi quedó libre corrió a los brazos de Naruko mientras lloraba y temblaba. Menma fue sujetado por tres criados.
-¡Mamá!
- ¡Alejate de ella Nagi! ¡No es tu madre sino una impostora! - rugió Menma forcejeando para soltarse.

Naruko le pidió a Nagi que se fuese con la niñera a su habitación, mientras ella se ocupaba del loco de su tío.
- ¡No quiero volver a verte tío Menma! - dijo Nagi angustiado y desapareció con la niñera.

- Mal primo, muy mal. Acabas de perder a tu sobrino.
- No, tu no eres mi prima Bianca. Eres Naruko, la impostora.
- Encierrelo en el despacho hasta que la policía venga.

- ¡Sakura me lo contó todo! ¡Tú no eres Bianca sino una prostituta que se le parecía a ella! ¡Maldición! ¡No eres la Condesa Macallyster! ¡Y la duquesa Sakura lo confirmará!

Rugía Menma mientras era conducido al despacho donde las ventanas tenían rejas. Allí fue encerrado y dos criados se dispusieron a custodiar la puerta tras haberla cerrado con llave.

A ninguno de ellos le importaba lo que Menma decía, porque se sentían muy cómodos con Naruko. Odiaban a Bianca por todo lo que habían padecido a manos de la orgullosa aristócrata. Esto los volvía leales a Naruko ciegamente. Pero jamás dirían nada a nadie.

En tanto Naruko pensaba en Sakura y su repentina traición, aquello en verdad la sorprendió debido a que jamás habría imaginado que ella llegase a traicionarla.

Sakura ¿En qué demonios estabas pensando?

El mayordomo interrumpió sus pensamientos para anunciarle que el jefe de policía acababa de llegar y la aguardaba en el living.

Soy la Condesa Macallyster y jamás aceptaré lo contrario. Si Sakura eligió traicionarme, mal por ella.

Naruko pensaba aquello mientras se dirigía al encuentro con el jefe de policía.

Naruko pensaba aquello mientras se dirigía al encuentro con el jefe de policía

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Corazón Dolido ~ Naruko ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora