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- Perdón – Estaban los dos en el estacionamiento

- Suele pasar – Sacaste un pañuelo de tu bolsa y lo pasaste con cuidado por el pelo del hombre para después pasarlo por su rostro, miraste como su camisa blanca mojada dejaba ver su pecho y parte de su cuerpo marcado gracias a la rutina de ejercicio que llevaba

- ¿Debería secarte? – Ahora las bebidas te estaban pegando más fuerte, te acercaste lentamente para pasar el pañuelo por toda esa zona antes vista, haciendo que el anterior se sobresaltara y por los nervios no hiciera nada, se tapó la cara llena de sonrojo y miró a otro lado – Siempre vi los cuerpos de todos esos modelos, pero siempre tuve la curiosidad de si en verdad eran tan duros como todas las chicas que se acostaban con ellos decían – Ahora te estabas sincerando – Aunque siempre las terminaba callando...

-Puedes seguir en otro momento – Apartó tu mano y te ayudó a subir a la moto, te colocó el casco con cuidado y se subió detrás de ti para evitar que te cayeras en el trayecto, en el camino podías sentir sus pectorales en tu espalda y algo más en tu trasero, lo único que podías pensar era si la tortura era para ti o para el

Gracias a que el recordaba donde vivías pudieron llegar a tu apartamento, te ayudó a subir y entraron, te dejó en tu cuarto para que te acostaras en tu cama, salió de este y volvió con un vaso de agua

- Perdón – Te seguías disculpando, pero el negó con la cabeza – Debo decir que salir contigo fue divertido – Le sonreíste, solo podías ver su rostro sonrojado mirándote dulcemente, ¿En qué momento tu corazón comenzó a acelerarse cuando estabas con el?, no lo sabías, pero estabas segura que era un chico del cual te podías llegar a enamorar, este pensamiento rebasaba los límites de tus reglas para el trabajo

Los dos estaban acercando sus rostros por el ambiente, el dudaba si debía seguir pues estabas bajo efectos del alcohol, pero no sabía si volvería a tener una oportunidad como está contigo

En cambio, al sentir tu cómoda cama empezabas a tener sueño, los últimos días no habías podido dormir tus 8 horas, era ahora o nunca, dejaste caer tu cabeza en su hombro para descansar, lograste que se asustara y te sostuviera para que no calleras tan bruscamente en tu cama, después de acomodarte y taparte con las cobijas, salió del cuarto cerrando la puerta, antes de sentarse en el sillón miró algunas fotos y libros del estante que estaba junto a la televisión

- Hola – Del otro lado del teléfono estaba un Yuji preocupado - ¿Dónde estás?

- Tuve un pequeño percance, nada de qué preocuparse – Dijo sin estar seguro de sus palabras, pues tenía miedo que pudieras llegar a ahogarte con tu propio vómito o algo peor – Volveré mañana por la mañana...claro, coman lo que quieran, adiós – Terminó la llamada y se recostó en el sofá tratando de dormir.

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- Espera, tómame una foto – Una chica de pelo lacio siendo color coral, complexión delgada, vestida con un vestido largo color morado que le quedaba muy bien y hacía resaltar su figura

- ¿Otra vez? – Dijo otra mujer que estaba junto a ella – Ya te tomé suficientes fotos ahí afuera

- Como sea – Comenzó a tomar selfies de ella con su café recién comprado, después de eso platicaron por cerca de 1 hora hasta que la "Influencer" se fue de la cafetería – Olvidé por completo la crema – Camino a casa entró a una tienda de salud y belleza que estaba de paso, mientras buscaba una crema facial es específico se topó con un anuncio en una de las televisiones del local, en la pantalla el modelo era alguien conocido - ¿Cómo es posible? – Se acercó un poco más a la pantalla para comprobar si era su ex pareja.

Recordando los meses anteriores ella lo había estado pasando mal desde que el negó el matrimonio, su familia se reía en su cara por "No saber como mantener aferrado a un hombre"

- Idiotas – Al terminar de comprar el producto, caminó sin rumbo, pensando en como es que el estaba "Triunfando" en un área en donde ella quería estar, donde "Debía" estar – ¡Todos son unos idiotas! – El sonido de las notificaciones en su teléfono llamaron su atención, pues su vida siempre estuvo en redes sociales, la mayoría eran notificaciones de menciones en un post donde se hablaba de un nuevo modelo de la agencia Matthiola.

Algunos comentarios la mencionaban y decían que coincidía el hombre en algunas descripciones de un en vivo pasado en donde contaba su "History time", en ese momento la mujer estaba estresada por solo ver el rostro de él, pero sabía que todo eso le serviría de alguna forma. Que la gente viera quien era la persona de la que habló por bastante tiempo.

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- Aún no despierta – Estabas frente a él arrodillada, no tan cerca de su rostro, pero verlo dormir te hacía sentirte feliz, de pronto un dolor en la cabeza te sacó de ese estado y solo te maldijiste a ti misma por no poder controlarte la noche anterior

Fuiste a la cocina por medicina y decidiste hacer el desayuno para los dos, preparaste todos los ingredientes y comenzaste a cocinar, si bien no era lo tuyo, tus comidas eran decentes y con buenas proporciones.

El olor despertó al que estaba en el sillón, se sentó y te miro desde atrás del mueble, observaba el como estabas tan concentrada cocinando que le pareció gracioso, no quería interrumpirte, pero sus ganas de acercarse a ti eran grandes, quería al menos abrazarte por el costado, genuinamente era un chico tímido cuando se hablaba de estar en privado.

- Buenos días – Dijo desde su lugar, volteaste enseguida y le diste los buenos días, terminaste de preparar el desayuno y lo serviste en tu mesa, colocaste los cubiertos y lo llamaste para que comieran juntos, el haciéndote caso se sentó y la mañana no fue como las que siempre tenían los dos, de vez en cuando era bueno salirse de la rutina.

- Muchas gracias por traerme a casa, me sorprende que aún recuerdes la ruta – Tomaste algo de leche.

- No fue nada, la recuerdo porque está cerca de una cafetería que les gusta mucho a los niños – Sonrió al recordar la primera vez que visitaron esa cafetería.

- Que conveniente, a mi me gusta siempre ir ahí

- Lo noté – Alzaste las cejas en sorpresa – Por el vaso de plástico – Era cierto, todos los vasos de esa cafetería tenían el mismo diseño.

- Ahora me da mucha pena volver a ese bar – Una pequeña risa salió de ti al recordar como actuaste, en verdad diste pena – Pero supongo que es una historia más

- ¿Recuerdas todo? – Lo viste algo sonrojado, tus recuerdos eran vívidos y hubo momentos que pensaste que el podía considerar incómodos, así que por el "Bien" de la amistad que se estaba formando, negaste.

- No, solo recuerdo hasta que pagaste las cosas – Seguiste comiendo

- Entiendo – Se podía ver la poca decepción en su rostro, no sabías si lo que dijiste estaba bien, pero lo intentaste.

𝓐𝓓𝓐𝓜𝓐𝓢--Suguru GetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora