𝓐𝓓𝓐𝓜𝓐𝓢--Suguru Geto

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Te despertaste con mareo, sobaste tu cabeza con tu mano mientras tratabas de sentarte y ubicar el sitio en donde estabas, no te parecía familiar, era un cuarto extrañamente en tonos de blanco a gris, buscaste tu teléfono en tu bolsillo, pero no estaba

- ¿Tan malo fue el golpe? – Dijiste un tanto alarmada, esto haciendo que la cabeza te doliera un poco, buscaste tus zapatos para ponértelos y saliste del cuarto encontrando a Geto en la sala del aparentemente departamento

- Despertaste – Se levanto del sillón en un instante

- Estaba a 3 horas de llevarte al hospital – Dijo el de ojos azules desde la cocina mientras desayunaba

- Eso debiste hacer – Le lanzaste una mirada enojada, era culpa de el después de todo

- Te atendió un médico, no tienes de que preocuparte

- Como sea, debo volver a casa – Estabas por salir, pero una mano te detuvo

- Permíteme llevarte – Esperaste junto a la puerta mientras el de pelo largo iba por las llaves del automóvil de su amigo, el cual chistó al dárselas – Hay que irnos antes de que cambie de opinión

Se subieron a un Bugatti Chiron Super Sport azúl recién lavado y oliendo muy bien, era algo de esperarse de Satoru, al menos desde tu punto de vista

- Casi lo olvido, ¿Qué tal le fue a Yuji? – El hombre sacó su teléfono y te mostró fotos que Nobara le había mandado, en todas salía bien, incluso su caminata estaba coordinada con los demás modelos, era un talento nato

- Estuvo muy bien – Su tono era uno orgulloso, lo podías notar

- Si, puede que mejor lo contrate a el – Dijiste en forma de burla para después soltar una ligera risa, mientras que el te observó sorprendido – Es una broma

Durante todo el trayecto platicaron sobre algunas cosas que podían escuchar en la radio, la conversación fluía tan bien que siguieron incluso después de llegar a tu casa, lo invitaste a pasar, pero se negó ya que tenía que estar con los dos jóvenes

- Empiezas el miércoles de la siguiente semana, prepárate mentalmente para lo que viene a partir de ahora – No lo estabas amenazando, pero si mentalizando, necesitaban poner de los dos para que esto funcionara

- Vale la pena intentar – Se rasco la nuca y suspiró, a final de cuentas, necesitaba el dinero y esta era una buena oportunidad

Se despidieron y él marchó a su camino, pensabas descansar, pero debías seguir con el trabajo, miraste en internet las opiniones de la gente, si bien a todos le gustaron los nuevos looks y la presencia de Yuji, el nombre de tu hermano también se encontraba dentro de las tendencias, pues el dio un discurso de cierre diciendo "Gracias a todos por venir, espero disfrutaran esta gran exposición de arte que preparé con todo el amor y orgullo..."

- Hijo de- - Paraste antes de terminar la palabra, pues su madre no tenía la culpa de que fuera así

La rabia se consumía dentro de ti esperando a salir de una vez por todas, él nunca se encontraba en el trabajo, aunque estuviera dentro del edificio, solo complicaba las cosas para ti y tus empleados, cada que alguno de ellos lo veía trataban de no hablar o mirarlo pues sabían que algo malo les pasaría a sus salarios...o a ellos 

-

Finalmente era miércoles y estabas en tu oficina acompañada de Nanami repasando lo que harías en este mes, confirmando contratos y trabajos menores pero que poco a poco darían sus frutos.

- Hoy tomaremos las fotos para ellos – Decías mientras veías un documento para la publicidad de algunas marcas concentradas en pantalones

- Creo que los pantalones llegaron ayer, iré a checar en bodega – El rubio salió de la sala para comprobar que el producto lo tuvieran a la mano, mientras tanto tu fuiste a la sala en donde ya estaba todo casi preparado, al entrar ya estaba ahí tu modelo, se encontraba hablando con una chica de peinado

- Hola a todos – Diste tu saludo característico, acomodaste tu cámara en el ángulo correcto, después las luces y por último darle fotos de los outfits a los chicos de logística para que decidieran el peinado y maquillaje – Geto ven aquí un momento – El obedeció y se acercó

- Los encontré – Nanami entró y te entregó una bolsa grande llena de pantalones nuevos, todos eran de la talla pedida

Sacaste todos y los acomodaste en el cambiador en orden de lista mientras terminaban de peinar a Suguru, tenía una camisa blanca y su cabello acomodado en una coleta algo alta con algunos mechones tapando los lados de su cara

- Me gusta – Después de ponerse los primeros pantalones y salir en donde le tomarías las fotos, le enseñaste la pose que necesitabas, al estar detrás de la cámara notaste sus nervios y el cómo su cuerpo estaba tenso – Relaja un poco tus brazos y cara – El trató de hacerlo, pero todas las miradas en el eran un poco molestas, tal vez porque no estaba acostumbrado – Chicos, salgan un rato – Las 4 personas que estaban ahí te obedecieron y salieron

- Puedo hacerlo

- No tienes que esforzarte tanto, no pienses en la cámara – Te acercaste a él, relajó su cuerpo y lo acomodaste – Perfecto, no te muevas – Corriste hasta tu cámara y tomaste varias fotos

Y así fue toda la sesión, lo acomodabas en la pose y le tomabas foto, así consecutivamente hasta terminar con todos los pantalones, todo por 3 horas

Llegó un momento en que los que estaban fuera del lugar se preocuparon por como estaban ustedes dos, pero así era ese oficio, con el tiempo el se acostumbraría a las miradas

- Pueden entrar – Al terminar de recoger todas las cosas, los expertos se despidieron de ti, el único que espero fue el modelo, pues le comentaste que se quedara un poco más para firmar su contrato, sacaste unos papeles de tu mochila y los pusiste sobre una mesa que estaba ahí – El contrato es por 6 meses, tu nombre aquí y tu firma por aquí – Señalaste las líneas que estaban en blanco y posteriormente le diste a firmar las copias que serían para el – Bienvenido a Matthiola, de ahora en adelante eres un modelo en proceso y necesito que te lo creas

Una vez más el miro la determinación en tus ojos, esos que comenzaba a recordar aún sin verte y la idea no le desagradaba para nada, pero era extraño, era una sensación extraña

- Entiendo – Miro el contrato por última vez y salieron juntos del estudio

- Mandaré el horario de esta semana a tu número de teléfono – Estabas por enviar el documento al chat hasta que una voz los interrumpió

- ¿Es nuevo? – Tu hermano estaba detrás de ustedes, sentiste un escalofrío que volteaste al instante para tenerlo cara a cara, el silencio estuvo presente por unos minutos ya que no podías hablar, esto siendo notado por el recién contratado

- Suguru Geto, Un gusto conocerlo – Le extendió la mano en forma de saludo haciendo que no se acercara más a ti

- Igualmente – Estrecharon sus manos y el mayor de los 3 se fue silbando una melodía desconocida, el de pelo negro masajeo un poco su mano puesto que el apretón fue muy fuerte de parte del contrario

- ¿Estás bien? – Te miró preocupado, pero volviste a la pantalla de tu celular ignorando su pregunta

- Trata de no ser impuntual

- ¿No te cae bien? – Seguía insistiendo

- No, lo odio

- Entiendo – Caminaron en silencio hasta estar dentro del elevador

- ¿Haces ejercicio? – Preguntaste, la razón era sencilla, estándares de belleza, sabías lo que le gustaba a la gente

- Quiero pensar que no – Se miró en uno de los espejos – El cuerpo que tengo es por el trabajo pesado de años

- Interesante, solo digo, esos pantalones vaqueros te quedaban muy bien – Dijiste siendo sincera y sonriendo sin malicia

- ¿Qué clase de cumplido es ese? – Estaba sonrojado por la vergüenza, se tapó la cara con su mano mientras reías en alto

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