El cementerio de los olvidados ✔️

Epílogo

Ha pasado un tiempo desde que llegué a este lugar, no sé cuánto, no sé si semanas, meses o años. Aquí el tiempo no existe. Nunca anochece. Nunca suceden cosas feas.

Luego de llegar, los ángeles me llevaron frente a unas personas con tanta luz que me encandilaban. Todos altos, con una belleza que te deja asombrado y con un aura que emana paz.

Charlamos un gran rato sobre mi vida, me informaron que podría quedarme aquí durante un tiempo hasta que me tocara regresar a la tierra; les dije que me quiero quedar aquí por siempre, pero ellos respondieron que no es hora, que primero tengo que aprender muchas cosas, y la mejor manera de aprender es a través de la vivencia.

Hay que vivir para poder aprender.

Y yo sí quiero aprender; pues el cementerio de los olvidados fue un lugar horroroso al que no quiero regresar.

Al terminar la charla, los ángeles me llevaron al lugar donde residiría mientras tanto: una enorme casa que ni en sueños podía haber llegado a imaginar, con un patio cundido de flores y árboles frutales por todos lados.

Aquí siempre hay brisa fresca y una tenue melodía, aunque no hay personas tocando arpas. En mi anterior vida siempre creí ―dentro de mi no creencia― que el cielo estaba lleno de personas tocando arpas. Y tampoco está Dios sentado en un trono.

―¿No se supone que si esto es el cielo debería estar Dios aquí? ―le pregunté a un ángel en cierto momento.

―Dios está aquí ―aseguró él.

―No lo veo ―recorrí mi vista por todo el lugar.

―Si lo estás viendo ―dijo ―. Dios es energía, y él está en todo. El mayor error que tienen las personas es el creer que Dios es un hombre barbudo que solo está sentado viendo a los humanos hacer desastre. Dios es el aire que respiras, el agua con que te bañas, las hojas de los árboles, el pan que te comes. Y sobre todo, Dios eres tú ―explicó el ángel.

Lo miré, seria y extrañada.

―Con todo respeto, no entiendo, lo que dices no tiene sentido. Me estás diciendo que Dios lo es todo, que hasta yo misma soy Dios. ¿Si, anteriormente me explicaste que Dios es un ser amoroso y no un viejo amargado como creen las personas, si Dios es todo amor y todo lo que existe es Dios, por qué suceden tantas cosas feas en el mundo, por qué Dios lo permite, y en tal caso por qué él se haría daño a sí mismo?

―Todo es energía de Dios. El creó leyes que rigen a los humanos y creó el libre albedrío...

―¿Me estás diciendo que tenemos "libre albedrío", pero que al mismo tiempo tenemos leyes que nos gobiernan? ―lo interrumpí.

―Escucha. Dios creó 7 leyes universales, o, mejor dicho, principios universales: mentalismo, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, causa y efecto, y generación. Todas son igual de importantes, pero hoy te hablaré sobre causa y efecto, también conocido como la ley del bumerang, karma, o, con la misma barra que midas serás medido. Este principio es muy obvio, pero nadie lo tiene en cuenta realmente. Lo que hagas te harán, multiplicado; esto no quiere decir que si tú le das una patada a alguien una persona te dará una patada a ti, puede que sí, pero también podría ser que llegues y te enfermes o alguien te traté mal. Todo se regresa multiplicado y mientras más duré en llegar más grande se hace.

―¿Por qué si Dios es amor nos hace eso? ―pregunté.

―Ustedes mismos son los que se hacen daño. Él les enseña a través de la vivencia que deben hacer el bien. Los humanos tienen libre albedrío, pueden hacer lo que les dé la gana, pero al mismo tiempo existen los principios. Es decir que tú puedes matar a alguien si te da la gana y Dios no te lo prohibirá, pero como todo lo que haces se regresa te empezarán a suceder cosas malas, pero no porque Dios te lo haya mandado, tu misma lo hiciste. De esta forma los humanos pueden aprender a controlarse y superarse a ellos mismos.

―La verdad es que aún no lo entiendo muy bien... pero quiero seguir aprendiendo.

―Y yo te seguiré enseñando.

En este lugar he aprendido muchas cosas, cosas que no tenía ni idea. Pero pronto tendré que reencarnar y olvidaré momentáneamente lo que he vivido aquí.

Ellos me dicen que no me dejarán sola y me guiaran en toda mi vida.

Y yo espero no echarlo a perder.

Mi intención al hacer esta historia fue probar algo nuevo ya que mis otras historias se basan en golpes, sustos y etc, etc, etc (para no hacer spoilers). Casualmente dio con la semana Santa, ahora que lo veo XD

Como ya dije antes, no intento cambiar las creencias de nadie ni nada de eso.

Gracias por tomarse el tiempo de leer

-Anto