En un giro inesperado, la noticia de que no solo Shotaro y Sungchan abandonarían NCT para unirse al nuevo grupo de SM Entertainment sacudió la industria entera.
Se reveló que Yuno sería la última miembro en unirse a la alineación de RIIZE, una notic...
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¿Quién dijo que las despedidas no son tristes? Lo sabía, ella lo sabía, pero aun así... Yuno se encontraba con aquellos dos, Jisung y Haechan, que no habían parado de llorar desde que se enteraron que Yuno se iría.
La chica también estaba triste, en shock y demás, pero teniendo a esos dos a cada lado de ella, mientras la abrazaban y le lloraban en la oreja, ya la estaba sobrepasando.
"¡Noona! ¡No puedes irte!" sollozó Jisung, aferrándose a su brazo como si su vida dependiera de ello.
"¡No es justo! ¿Cómo se supone que vamos a seguir sin ti?" Haechan lloriqueaba, sin soltar su abrazo alrededor de Yuno.
Yuno, tratando de mantener la compostura, suspiró y acarició la cabeza de Jisung con una mano, mientras con la otra trataba de calmar a Haechan. "Chicos, yo tampoco quiero irme. Esto es difícil no solo para ustedes."
Jisung levantó la cabeza, con las lágrimas corriendo por sus mejillas. "¡Entonces no te vayas! ¡Quédate con nosotros para siempre!"
Haechan asintió vigorosamente, las lágrimas cayendo sin cesar. "Sí, sí, ¡quédate! Podemos hacer algo, ¡podemos hablar con el manager!"
Yuno no pudo evitar una pequeña sonrisa, a pesar de la tristeza que sentía. "Ya hablamos de esto, chicos. Es una decisión que ya se tomo, no hay nada que podamos hacer".
Yuno iba a seguir hablando, pero escuchó la puerta de la entrada ser abierta de golpe. De inmediato supo que los demás habían llegado. Apenas tuvo tiempo para procesarlo antes de que comenzaran a escucharse las voces de los chicos, llamándola literalmente a gritos.
"¡Yuaaaa!" La voz de Renjun resonó por el pasillo, seguida por un coro de otras voces que la llamaban con desesperación.
"¡Noona, ¿dónde estás?!" Chenle parecía estar más cerca, su tono lleno de ansiedad.
"¡Yua-ssi! ¡No te vayas!" Era Renjun, quien parecía estar a punto de entrar en la habitación.
El pequeño chino entró corriendo, sus ojos cristalizados por las lágrimas, y antes de que Yuno pudiera anticipar lo que estaba sucediendo, ya lo tenía colgado de su cuello, aferrándose a ella como un niño asustado, rodeándola y llenándola de preguntas y súplicas.
Antes de que pudiera reaccionar, los demás miembros de Dream también entraron, todos hablando al mismo tiempo.
"¡Yuno, no puedes irte!", exclamó Jeno, su voz temblando de emoción.
"¿Noona, qué vamos a hacer sin ti?", preguntó Chenle, visiblemente afectado.
"Esto no puede estar pasando", murmuró Jaemin, pasándose una mano por el cabello en un gesto de frustración.
"Chicos, ya hablamos de esto", dijo Yuno, tratando de calmar el caos. "No es como si me estuviera yendo para siempre. Siempre estaré cerca."
Sus palabras parecían tener poco efecto, ya que los chicos seguían mostrándose igual o peor que antes.
