En un giro inesperado, la noticia de que no solo Shotaro y Sungchan abandonarían NCT para unirse al nuevo grupo de SM Entertainment sacudió la industria entera.
Se reveló que Yuno sería la última miembro en unirse a la alineación de RIIZE, una notic...
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Llegaron a Corea en plena madrugada, con el cansancio dibujado en sus rostros pero sin detenerse. El aeropuerto estaba tranquilo, y todo se resolvió sin mayores contratiempos.
El manager, mientras los guiaba hacia la salida, aprovechó para darles instrucciones. Les dijo que cuando lleguen al departamento, se fueran directo a la cama. Ya que más tarde pasarían por ellos para comenzar con las actividades programadas.
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El sol apenas comenzaba a iluminar el departamento cuando Yuno fue la primera en abrir los ojos. No había habitaciones asignadas, y todos dormían donde encontraban espacio. Esta vez, al girar la cabeza, vio a Sungchan a su lado, profundamente dormido. Lo observó un momento, con su cabello desordenado y respiración tranquila, pero decidió no despertarlo. En silencio, se levantó y se dirigió a la sala.
Con el tiempo avanzando y ya cerca de la hora para ir a la empresa, Yuno comenzó a prepararse. Revisó su celular y vio un mensaje del manager: no podría pasar a recogerlos.
Resignada, volvió a la sala, miró a los chicos que seguían profundamente dormidos y murmuró para sí misma: "No soy su alarma." Tomó sus cosas y salió sin despertarlos.
Unos 40 minutos después, llegó a la empresa. El lugar estaba vacío y silencioso, algo inusual. Entró a la sala de práctica y dejó sus cosas en un rincón antes de comenzar a calentar, estirándose y moviéndose con tranquilidad mientras esperaba la llegada del coreógrafo o de los chicos.
Poco después, la puerta se abrió, y entraron el manager, el coreógrafo y un chico desconocido. Yuno se levantó rápidamente, inclinándose en un saludo.
El manager la observó un momento, mirando alrededor como si buscara algo o a alguien. Al no encontrar lo que esperaba, giró su atención a la japonesa, quien simplemente levantó los hombros con desinterés.
El manager suspiró, claramente molesto, y miró al coreógrafo y al otro chico.
"¿Pueden salir un momento? Necesito hablar con ella en privado."
Ambos se miraron entre sí, asintieron y salieron, cerrando la puerta tras ellos.
Una vez solos, el manager se cruzó de brazos de nuevo y le dio a Yuno una mirada firme. "¿Y bien?"
"¿Y... bien? " repitió ella con una pequeña sonrisa, jugando con sus manos.
"Yuno, ¿dónde están los chicos?"
Ella encogió los hombros. "Probablemente dormidos. O... no sé."
El manager soltó un suspiro frustrado antes de comenzar a regañarla.
Después del pequeño regaño el manager masajeaba sus sienes con evidente frustración mientras Yuno lo miraba, ligeramente arrepentida.
"Ya, perdón..." dijo en voz baja, inclinando ligeramente la cabeza.
