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Se acercaban los finales, cierto estadounidense había prestado nula atención a sus clases de álgebra y justamente ese sería su siguiente examen, se encontraba completamente desesperado, creía que estaba frito
Afortunadamente conocía a alguien que si lo había hecho, su adorable e increíble novio, Kiku Honda.
Aquel japonés era uno de los mas inteligentes de su salón, o de la escuela directamente, típico alumno ejemplar, se llevaba parcialmente bien con la mayor parte de los profesores... En fin, asiáticos.
Apenas la campana de salida resonó en la Academia, Alfred arrastró a su adorado Kiku hasta su hogar.
Bien, empezaron con el pie izquierdo, el ojiazul no podia concentrarse en lo que el oriental le explicaba, mas interesado en ver su rostro concentrado o en los autos que pasaban frente a su casa, ignorando completamente al azabache.
–Oi, prestame atención –Lo regañó Kiku con suavidad, frunciendo el ceño de manera leve.
–¡Oww! ¿Como hacerlo con esa adorable cara que tienes? –Dijo con un tono meloso, apretando uno de los sonrojados cachetes del japonés, buscando obtener algunas sonrisa de su parte, para su sorpresa, recibió un firme manotazo– ¡Auch! Oye, no hacia falta.
–Eres imposible. –Murmuró al ver el puchero del rubio y entonces soltar una sutil carcajada.
Kiku continúo con su explicación, asegurándose de que la total atención de Alfred estee en sus palabras mas que nada.
Iban tan bien, hasta que de repente el asiático notó algo.
–Oye, no sabia ya lanzaron este juego –Comentó, señalándo uno de los discos que el americano tenia en su desordenado escritorio.
–Hm, salió hace unas semanas –Añadió para entonces hacer una pequeña pausa– ¿Quieres jugar una partida? ¡Te juro que vale la pena!
El contrario pensó unos segundos, tal vez, un pequeño descanso no les vendría mal.
–Bien, solo unas pocas partidas
"Unas pocas partidas"
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Eran aproximadamente las 8 de la noche, Alfred y Kiku se encontraban compitiendo reñidamente frente a la pantalla, completamente ajenos a la hora.
–¡Jaja, gané! –Exclamó el rubio, orgulloso de su racha de aproximadamente 4 partidas victoriosas– Oye Keeks, cambiando de tema, ¿Qué hora es? –Preguntó, mirando el cielo oscurecido a través de su ventana
–No es justo –Murmuró haciendo un puchero, para entonces tomar su teléfono y apenas lo vió, se puso pálido, mas de lo que ya era naturalmente– 8:30 PM –Dijo en un hilito de voz, mirando a su novio.
–Oops... Creo que nos dejamos llevar ¿No crees sweetheart? –dice con una sonrisita nerviosa, sintiéndose algo culpable
Recibió una mirada fulminante tras un merecido golpe en la cabeza.
Deberian evitar las distracciones mas adelante.
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Yei,, tenia ganas de escribir algo pero no andaba del todo inspirado XD
