Parte 38

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- Ugh ¡ah! Espera, ¿porqué estamos aquí? - preguntó Pete rompiendo el beso.

- Porque dijiste que no querías que te besara frente a la escuela - murmuró Vegas retomandolo con más intensidad.

Estaban en el parqueo subterraneo de un centro comercial, con Pete sentado en su regazo en el asiento del conductor, escondidos en uno de los últimos lugares del lugar, sin embargo, cualquier persona que les prestara la suficiente atención se daría cuenta de lo que hacían, Pete se revolvió intentando separarse, pero solo consiguió que lo sujetarán con más fuerza, con una mano en su nuca y otra en su trasero, Vegas lo sedujo con su lengua para que no protestara más.

Su forma de besar era intensa y aún se sentía un poquito extraño ser él quién era besado y no al revés, porque bueno, Vegas era demandante, alcanzó a definirlo así, porque sus besos y caricias no se comparaban con los que había recibido hasta el momento, su toque no era suave y delicado como el de una chica, él era todo lo contrario, él era pecaminoso y... sucio que hacía que el cuerpo y mente de Pete entre en un cortocircuito y termine haciendo lo que él quería, y eso no era justo.

Después, en algún momento que el cerebro de Pete no registró terminaron asiento trasero. Su boca hormigueaba por los besos y sus sentidos estaban adormilados, solo era vagamente consciente de que estaban recostados y lo tenía acorralado con las manos sujetadas sobre la cabeza, su mano lo acariciaba torpemente como si buscara algo entre ellos. Los ojos de Pete se abrieron cuando sintió a Vegas envolver su mano alrededor de su pene ¿cuándo le abrio los pantalones?. Pete se tensó. estaba duro. Él estaba duro.

- ¡Que haces! - jadeó separándose de golpe intentando enfocar su mente ¿cuando le quito la camiseta? ¿Cómo terminaron en esa posición? Este hombre lo aturdia demasiado - espera, no ¡ah! No quiero ¡Oh! - un gemido demasiado vergonzoso escapó de sus labios cuando los acarició nuevamente.

-Se que te gusta, no lo niegues.

- Claro que no, yo solo hago esto porque me ganaste.

- Sí, yo gane - dijo Vegas en voz baja - Pero eso no significa que no te guste. Tú tienes un poco de fijación oral, Pete. Tú boca es muy sensible - murmuró contorneando con el pulgar el borde de sus labios - Te gusta tener la boca ocupada. Te gusta ser besado.

-A mí no... - se quejó revolviendose intentando liberarse.

‐ No finjas, siempre que te toco o te beso, tus ojos me dicen que te gusta, yo se lo que quiero - acarició su erección ligeramente - ¿y tu Pete?

- estás loco - murmuró con los párpados pesados por el movimiento.

- Ya deja de reprimirlo. Se que también estas sufriendo - inclinó su pelvis para recordarle que él también estaba duro - solo liberalo.

Pete no podía fingir más que no disfrutaba de esto, como respuesta, tomó dos puñados del cabello de Vegas regresando al beso, esta vez no trató de suprimir sus suspiros y gemidos de placer, mientras el pelinegro tomaba su boca con avidez.

- Eres muy ruidoso - murmuró instantes después - Me gusta - Pete se sentía demasiado desorientado y sólo lo jaló de nuevo a sus labios. Las caricias lo estaban enloqueciendo y antes de que pudiera detenerse, empezó a mover las caderas, encontrándose con los golpes de Vegas, sintiendo su falo frotarse contra el suyo, era más grande y pesado, y a Pete le gustaba.

Unas cuantas caricias más tarde el orgasmo los golpeó al mismo tiempo, haciendo que Pete rodara los ojos por la intensidad mientras Vegas aún le chupaba la lengua, apenas era vagamente consciente del lugar en donde estaban y de la humedad en su vientre desnudo.

Un instante después, su acompañante se derrumbó sobre él repartiendo ligeros besos por su clavícula y cuello. Pete decidió que se sentía demasiado bien como para protestar y lo dejó estar, el interior del auto quedó en un silencio agradable que sólo era interrumpido por las respiraciones agitadas de ambos.

Bulletproof VP [Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora