Y despues de tanto divagar por la vida llegas a un punto donde ya no te sientes tan solo. Sientes que las cosas han cambiado y tu con ellas. Y ya no quieres huir mas, ya no puedes, ya, no deberias. Asi que comienzas a derribar las paredes que construiste a tu alrededor y dejas pasar a mil personas, y con tu corazon en la mano, ruegas para no volver al mismo lugar donde estuviste estancada por años. Ruegas, porque deseas crear memorias nuevas y reconstruir tu pasado. Que de alguna manera, aun sigue siendo parte de tu 'aqui y ahora', porque te ha hecho quien eres ahora. Y gritas porque tienes miedo. Y lloras y te rompes las manos de tanto escribir, de tanto golpearte la mente pensandolo una y mil veces, hasta que te das cuenta de que esta bien, todo esta bien. Habres tus ojos al fin y notas que ya no te ahogas mas, notas que ya casi, y por primera vez en mucho tiempo, empiezas a avanzar y logras ver tierra firme desde donde te encuentras.
Pues los tiempos han cambiado, el invierno ha pasado y las hojas de los arboles han empezado a crecer. Ya no habran mas tornados o huracanes que te arrastren de los pies, no habra nieve ni frio que te cuele hasta los huesos. Ahora solo existe el color, y definitivamente el frio ya no hace parte de ti. Tus poemas empiezan ha cambiar, ya no se sienten tan oscuros, ya no te cortan las pupilas ni te desangran a morir. Ya no se sienten tan peligrosos como solian ser. Ya nada se siente como antes. Y eso... te hace feliz. Realmente muy feliz.
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Confesiones de una adolescente
Novela JuvenilConfesiones de una adolescente: Primavera, verano, otoño e invierno Son poemas y escritos cortos que podrían gustarte. ¿Te atreves a entrar a mi cabeza?