Ella es todo lo que está bien

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Ella es mas que una cara bonita. Ella es mucho mas que la definición de "mas" en el diccionario. Ha estado a dos pasos cerca del infierno, pero también, a tan solo uno del cielo, y a logrado encontrar su lugar entre ambos puntos. Entre letras y canciones, entre el arte y sus manos, entre la luz y la oscuridad. Dentro de si. De su mente y alma, de su cuerpo. Y eso, la hace poderosa. Porque cuando has vivido tanto tiempo dentro de ti tienes que aprender a luchar con el mas despiadado asesino; tu mismo. Y te vuelves fuerte, indestructible y a la vez un poco mágico.

Ella es todo lo que esta bien; cantando sus canciones favoritas y saltando de alegría al ver la vida asomarse por su ventana cada mañana. Pero hubo un punto en su camino, donde la alegría tomo sus maletas y se fue a otra dirección. Y era todo lo contrario. Rosas marchitas, días nublados, cartas suicidas y precipicios. Su propio precipicio. En el que se lanzaba una y otra vez al mirarse al espejo, al escuchar sus pensamientos, al caminar en la calle. Al respirar, al vivir.

Ella, lo ha sido todo, pero se siente como nada al ver sus sueños pasar frente a sus ojos cada noche de lluvia. Cada vez que las gotas golpean a su puerta y le susurran que los granos de arena en el reloj se están acabando. Tick, tack. Tick, tack. Es todo lo que escucha. Y siente que el tiempo se agota, que no la espera. Que todo pasa demasiado rápido y apenas puede respirar.

Ella, ha sido todas. Muchas, y ninguna. Ha vivido su vida mirando desde de los ojos de tantas versiones de si misma, que aveces se confunde y no sabe muy bien quien es ni como debería de actuar. Pero es que ha tenido que hacerlo, matar. Matarse una y otra y otra vez hasta conseguir lo que quería. Para poder vivir. Para poder seguir y empezar una vez mas. Cambiar de piel.

Ella es tan héroe como villano. No juzga porque fue juzgada, no hiere ni destruye porque alguna vez también fue huracán y sabe muy bien lo que se siente destruir, y ser destruida. Pero no ama, no confía. No deja que nadie trate de entrar en su mundo porque no cree en los humanos, sus murallas son tan altas que solo algo muy especial podría cruzarlas.

Ella es... simplemente ella. Y aunque trate de huir o esconderse, la magia siempre la encontrara. La aventura seguirá buscándola y la poesía siempre la vivirá. Porque eso compone la mayor parte de su mundo: arte, magia, aventura y poesía. Eso es ella, una ciudad en ruinas que se empieza a levantar. Ella es todo lo que esta bien.

Confesiones de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora