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Colette D'niro

Tras un rato de mover mi pie de forma acelerada y nerviosa ante el piso aquel hombre con un porte elgante entró por esa puerta con un plato en manos, se sentó y dejó el plato en la mesa que se encontraba a su lado — ven, tendré que hacer que comas, acércate— claro que no quería hacerlo pero sería mejor seguir sus órdenes si es que quería que esto terminase rápido así que me paré de mi lugar para empezar a caminar hacia el— espera Colette , no quiero que camines, quiero que te arrastres como la escoria que eres mi amor—

—¿Q-que?...— su petición me hizo sentir inferior—
— vendrás arrastrándote a mí como si tuvieras la suficiente hambre, rogarás por comida— sus palabras solo me dejaban atónita mientras lo veía sin ninguna expresión— ¿¡QUE NO ESCUCHASTE!?, MALDITA SEA COLETTE MUÉVETE—

Me agaché seguido me tiré al suelo arrastrándome hacia él mientras me veía con una sonrisa en la que se podía notar su maldad— Ahora ruega por comida mi amor—

— p-por favor, q-quiero comida— sentia algo de pena por mi misma—

— más fuerte— dijo firme mientras veía sentado y con una sonrisa el como me arrastraba en el piso—

—"PORFAVOR QUE-ERO  C-COMER..." — aunque en verdad no sintiera hambre estaba obligada a decirlo como si así fuese—

— buena niña— me levanto y me sentó en sus piernas una vez estaba cerca a él— abre la boca— dijo acercando el tenedor con comida a mi boca y yo tan solo me limité a abrir esta— no sería tan difícil si fueras asi de obediente

— no tengo porque obedecer a un desconocido— dije sin pensarlo y haciendo que este me aventara a la cama subiéndose arriba de mi— ¡aléjate, no me toques!

— ¿¡no te da gusto que tu "esposo" te toque!?—
—no eres mi esposo, entiéndelo... tú y yo no somos nada!, solo ME DA ASCO EL QUE TÚ ME TOQUES!— mis intenciones por salir de esa situación eran nulos, Akilez contaba con una fuerza por lo mucho más fuerte que la mía— bien...ya fue suficiente maldita perra— me sujetó de mi cabello y en un movimiento rápido hizo que mi cabeza chocará fuertemente contra la pared, otra vez vendrían los golpes...

— aprenderás a comportarte mi amor— su puño golpeaba en mi abdomen una y otra vez tan fuertemente—

—p-por favor para... me duele...— suplicaba ante mi fuerte dolor de estómago—

— ¿ahora si suplicas corderito?— con su agarre en mi cabello acercó mi rostro al suyo y luego depositó un beso brusco—

Arrancaba cada una de mis prendas con desesperación mientras yo intentaba pararlo— Porfavor d-déjame... l-lo siento... no debí de haber dicho e-eso —

— claro que no tienes porque decir eso mi amor— lentamente se separaba de mí viéndome ya en ropa interior mientras yo solo trataba de cubrirme, sin quitar sus ojos en mi saco un sigarillo de su traje y un encendedor del cajón de la mesa de noche, tan pronto ya se encontraba fumando— pero tranquila —dijo al ver mi miedo— yo ten enseñaré a no decir lo que no debes— tan pronto dijo eso sabía que lo peor estaba por venir

— no... n-no Porfavor...— mis ojos llorosos lo veían con miedo y este solo reía—

— me encanta verte así corderito, con miedo, me haces sentir tanto placer...—

—eres un enfermo...—

— lo se, pero no me importa— me agarró fuerte del cuello y comenzó a pisar su cigarro en mi piel—

— ¡PORFAVOR PARE!, DUELE...— mis lamentos se podían escuchar por toda la habitación, cada toque de su cigarro dejaría una marca en mi, me quemaba, sentía como mi piel ardía— Porfavor...— dije en voz baja—

— Cállate mi amor —me tenía con mi cara recargada al colchón mientras sujetaba mi cabello y mis glúteos podían sentir su mano entrepierna— me encantaría ver mis iniciales macadas en ti—

— ya déjame...— trataba de soltarme, pero solo conseguí que mi sostén se desabrochara ante el movimiento— te odio...

— yo te amo— sonrió y seguido de esto con su cigarro iba haciendo las iniciales "ASL" ( Akilez Saint Lenblanc), como si mi cuerpo se tratase de un objeto al que no quisiera perder

Ahora solo estaba marcada por el...por el monstruo que hacía mi vida un infierno