III

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Su vida no era tan buena como a él le hubiera gustado. Cuando decidió huir de su país a sus escasos 25 años, no pensó que terminaría al otro lado del mundo, en un lugar que no conocía, ni su cultura, ni su idioma y obviamente nunca había estado ahí antes.

Su existencia era una cruel realidad que lo atormentaba día con día.

Si alguien le hubiera preguntado; ¿Cómo se veía en un futuro?, jamás hubiera pasado por su mente todo lo que le sucedía ahora.

Llegó ahí intentando escapar de todo lo que vivió en las garras de un hombre abusivo y violento, salió con las manos vacías y los pocos ahorros con los que contaba.

Y tarde se dio cuenta, que las cosas no eran tan fáciles como pensaba, pero ya era muy tarde, no podía regresar, sabía que poner un pie de vuelta en México, sería su final.

Al llegar con poco dinero, intento buscar desesperadamente una fuente de ingresos, el obstáculo; el lenguaje. Entonces su problema no solo era encontrar algún trabajo y sustento económico, también era encontrar un lugar donde, máximo, se le exigiera hablar inglés.

Y con mucha ironía, la primera noche que paso ahí fue la más fácil, se hospedó en un hotel barato y estuvo ahí todo el tiempo que se le permitía, por lo que pagó.

Estuvo unos cuatro o tal vez cinco días intentando encontrar algo, aunque fuera mínimo, pero poca fue su sorpresa al darse cuenta que tal vez estaba perdido.

Tenía miedo, sus escasos recursos se estaban agotando, no conocía a nadie, incluso los supresores que había llevado consigo se acabarían pronto, y era lo que más temía, un joven Omega deambulando solo por las calles de Moscú, soltando sus feromonas sin control, era la perfecta carnada para cualquier alfa mal necesitado y el riesgo de sufrir algún abuso era alto.

Pero bien diría su madre, siempre hay una pequeña luz al final del túnel.

Caminaba cauteloso por un oscuro barrio, no era lujoso, tampoco era terriblemente pobre, un poco más en medio, pero eso no le restaba el hecho de ser, como en cualquier lugar, alto el riesgo de caminar solo en la noche.

Se encontró en problemas cuando se dio cuenta que no sabía cómo llegó ahí, mucho menos, como podía regresar al lugar donde se estaba quedando.

La temperatura era baja, la nieve que caí, aunque era muy escasa, sentía que lo congelaba cada ves mas, y ni siquiera había alguien al rededor para poder intentar pedir indicaciones o ayuda, y tampoco serviría de mucho, si no lo entendían.

Pero su esperanza regreso cuando a lo lejos se encontró con un tipo de almacén, que aunque no estaba seguro de lo que era o lo que se encontraba adentro, lo único que pudo notar eran algunas luces de colores que se asomaban por debajo de la puerta de entrada, y el débil sonido de música, así que sin pensarlo, fue hacía el lugar, tal vez podía conseguir algo que le sirviera para regresar.

Cuando apenas iba a adentrarse al lugar, un hombre, que el llamaría un gorila, lo tomo del brazo regresando lo afuera con brusquedad.

Le decía algo, que claramente el no entendía en absoluto, pero era obvio que la persona lo estaba amenazando o algo parecido, pues comenzaba a gritarle.

- disculpa, no logro entenderte- exclamó con desespero, pues ese Alfa lo comenzaba a lastimar, mientras le seguía gritando apretaba con más fuerza de dónde lo tenía sujeto- ¡por favor, detente!- forcejeo, entrando en pánico

La situación empeoró a medida que se jalaba intentando safar se del agarré, pues en un deje de ansiedad, golpeó al alfa directo en el estómago con su rodilla lo más fuerte que le fue permitido, entonces, por reacción, él contrario lo tomo con fuerza del cabello, arrojando lo contra el duro concreto, que tenía sobre sí, una fina capa de nieve. Vio como el blanco del suelo se teñía de rojo, su nariz y boca sangraba debido al azotón que se le fue propiciado.

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2024 ⏰

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