Trafalgar D. Law, un estudiante de Universidad especializado en medicina. Algo reservado ante sus sentimientos y con la vista abierta a la vida, cero amante de la música. Conocerá a Monkey D. Luffy, un animado cantante de K-pop, quien le hará ver la...
Era sumamente horrible ver a alguien parecido a un ser querido, se sentía como un deja vu. Automáticamente sientes atracción por aquella persona teniendo la mentalidad de que volverás a estar con ese ser querido, es como si su alma hubiera tomado el cuerpo de ese chiquillo, eso lo frustraba a él, no podía sacarse de la cabeza a Luffy, era muy llamativo, amable, y bastante bueno cantando, una nostalgia lo invadió durante todo el fin de semana, cada vez se sentía más loco que antes, nunca había tenido la mente tan ocupada pensando en alguien, no significaba que le gustaba el grupo o la música, pero todo indicaba que necesitaba descubrir la vida personal del menor.
La pregunta era, ¿podía hacer eso? Claro que no, sería algo demasiado... Turbio buscar en la vida personal de alguien que ni siquiera conoces, muchos la verían como una obsesión, pero no se culpaba, muchas personas estaban peor que él. Pues los fans estaban locos por ese trío de cantantes, almenos el tenía una razón lógica para investigar, eso pensaba.
Trafalgar rápidamente saco su computadora para tener más información, no lo hacía solo por el recuerdo vivo de su hermana, si no por la llamada de atención que había recibido por parte del chico, era demasiado atractivo, pero su orgullo evitaba admitir que se sentía atraído por un cantante, ¡él no escuchaba música! No lo había hecho en años, era sumamente extraño que de un momento a otro se sintiera bien escuchando un grupo que escuchó hace como semana y media, no podi permitirle eso a su ser impuro y oscuro. Pero claro, el mundo es extenso y nunca sabes lo que llevará a tu vida.
Después de un tiempo de búsqueda, (tan solo un minuto) encontró las redes sociales del chico y sus datos.
─Monkey D. Luffy... Que apellido tan raro─. Hizo su primera critica leyendo atentamente la página de Internet. Por un momento, rápidamente se detuvo en seco, al parecer Luffy había nacido el mismo año que su hermana, eso hizo la conexión más fuerte y el interés más intenso que antes.
─17 años... Nació en Japón... Blah, blah, blah... Uff.
Suspiro recostandose en el sillón, solo venían datos simples como la edad, cumpleaños y sus rasgos, eso no le servía. Así que rápidamente decidió revisar las redes sociales del famoso.
De tan solo de reojo notó que el chico no tenía más que Instagram, al parecer no era muy pegado a las redes, eso le complicó su pequeña "misión" de conocer al cantante...
─Comida... ¿¡Es enserio!? Este chico solo sube fotos de sus comidas diarias─. Murmullo con molestia, ¿quien en su vida subiría sus comidas diarias en redes sociales? ─"Capaz le gusta cocinar". Eso pensó al momento de seguir stalkeando sus redes sociales.
En cambio a sus hermanos, Luffy prefería vivir el momento a tomar fotos y grabar a sus fans, pero eso no era excusa de abrir su boca y anunciar todo lo que harían en un posible futuro.
En el perfil del monito se podría ver una reciente historia de hace algunas horas, Law rápidamente dio click esperando encontrar algo interesante. Pasaron unos segundos antes de que un corto vídeo apareciera en pantalla.
"¡Chicos! Tengo buenas noticias para ustedes". Se comenzó a escuchar la voz del menor mientras se mostraba un mal ángulo de la cámara hacia el rostro de Luffy. "Mis hermanos y yo teníamos pensado hacer un evento de firmas para ustedes como comienzo de los eventos que tenemos en mente, pero todavía no lo hemos confirmado, solo les vengo a avisar que estén pendientes a las páginas oficiales". Su voz se convirtió en un susurro al hablar. "Lo digo así porque Ace no me deja decir nada, pero soy fiel y yo les comparto todo. Los esperamos capaz la próxima semana". Se escuchó antes de dar finalizado el video, ya tenía bastantes vistas para tan pocas horas de ser subida.
Evidentemente, Law término algo decepcionado, aunque era una oportunidad de conocer al menor, obviamente no le daría interés ir a un 'evento de firmas'. Así mismo, no tenía ni una sola mercancía de estos cantantes, aligual que no tenía interés por la banda, así que solo sería un adorno ir por verlo en persona, sería una tonta pérdida de tiempo. Finalmente apagó la computadora dejando en tema de lado para seguir con sus actividades diarias.
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─¡Dios mío Luffy!
Se escucho la voz del mayor porla mayor parte de la casa, parecía enojado.
─¿No sabes guardar un secreto tan solo por 5 minutos?─. Regaño al menor mientras se mantenía con el cejo fruncido y sus brazos cruzados.
Por otro lado, Luffy apartaba la mirada mientras silvaba intentando ignorar a su hermano mayor.
─¿De que hablas? Yo no hice nada─. Mintió en un intento de ocultar lo que había hecho, para su mala suerte, era un terrible mentiroso.
─Mejor explicame esto.
Saco su teléfono mostrando el video que Luffy había publicado hace algunas horas.
─Deberías de estar desempacando en vez de meterte en otras conversaciones, nisiquiera lo hemos confirmado─. Dijo Ace un poco alterado, pues claramente todo eso era una sorpresa para los fans.
Ace seguía regañando a Luffy teniendo respuesta de los pucheros del menos mientras se cruzaba de brazos y apartaba la mirada, por suerte, no eran los únicos ahí.
─Dejen de pelear, si muchos ya saben, ¿qué más da? Después de todo, los eventos están planeados─. Explicó Sabo mientras salía de una habitación junto a una bolsa de basura. ─Mejor ayudense a desempacar.
El mayor y el menor suspiraron con derrota ante las palabras de Sabo, obviamente tenía demasiada razón en sus palabras, ya no había nada que hacer en su caso.
En ese momento estaban comenzando a acoplarse a su antigua casa, que ahora era una gran pequeña mansión, esto por el hecho de ser una mansión pero no tan exagerada, los chicos no querían hacerlo demasiado grande. Esto se había logrado gracias a su carrera como cantantes, pues los tres hermanos junto a Uta, su media hermana, reclutaron el suficiente dinero para poder remodelar la casa en donde se criaron, eso fue una total sorpresa para Shanks cuando los cuatro le entregaron todo el dinero, sabían que el mayor se esforzaba por darles todo lo que necesitaban desde que eran unos pequeños niños. Estaban felices de saber que la casa que habían construido seguía en pie, solo con un poco de polvo, pero eso se arreglaba rápido, eso decía Sabo. En cambio, los otros dos se quejaban de tener que limpiar sus antiguas habitaciones, aborrecian limpiar, no les divertía en nada y al final terminaban haciendo un desastre mayor. Sin embargo, eso no les impedía ayudar.
Pasaron horas de la tarde limpiando y decorando para tener su espacio personal cómodo como lo era antes, los chicos habían cambiado demasiado sus gustos y preferencias como para quedarse con la misma decoración de cuando eran pequeños. Lo único que faltaba, era la llegada de Shanks y Uta para por fin estar todos reunidos en casa.
