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ʟᴀ ᴘᴇʀsᴏɴᴀ ᴇǫᴜɪᴠᴏᴄᴀᴅᴀ ᴀᴘᴀɢᴀʀá ᴇʟ ʙʀɪʟʟᴏ.

El color naranjo desaparece poco a poco y se parece más a un celeste, casi un azul marino.

En unos minutos deben cerrar la tienda y está algo cansado por la cantidad de cliente que tuvo que atender, pero no se queja demasiado, ya que muy por dentro está feliz de que hoy haya venido muchas personas.

Aunque de vez en cuando sigue pensando en el error que cometió con un cliente en especial, sigue avergonzado un poco por lo descuidado que fue, pero si se sorprendió que no haya recibido algún reclamo, aunque no demasiado ya que ese hombre no se veía que hablara mucho, a penas le dirigió algunas palabras.

Su amigo Felix en vez de regañarlo, solamente se estaba burlando. Insinuando tonterías que simplemente no eran correctas, como por ejemplo que Jisung se veía tan distraído por la presencia de aquel cliente.

Es absurdo, bastante.

Obviamente no niega que probablemente ese chico era guapo, demasiado a su percepción, pero no pensaba en nada más y tampoco debía porque Jisung tiene novio, y no tiene que andar viendo a otros chicos que son guapos, viéndolos como algo más.

Suspira nuevamente porque ya está recibiendo mensajes de burlas de Jeongin, su mejor amigo. Se imagina que Felix estuvo contándole sobre su torpeza, incluso rueda los ojos en blanco cuando ve a Chan también metido en eso.

Para que enemigos, si los tiene a ellos.

A pesar de todo ha sido un buen día, porque obtuvo muchos clientes después de tener la grandiosa idea de poner ese póster afuera de su tienda sobre los diseños tiernos para llamar más la atención de los demás. Sin embargo, pareciera que no dura los buenos para siempre.

Admite que no es primera vez que discute con su novio. Mingyu en los últimos meses simplemente se comporta como un idiota y en constante circunstancias Jeongin le ha dicho que llegará a golpear a su novio por la misma razón, probablemente tiene a sus amigos cansados, no los culparía. Pero hay algo que le hace aferrarse a Mingyu, tal vez el cariño de cuando eran amigos o no querer lastimarlo a pesar de que él lo ha lastimado en numeradas veces.

Es paciente y cree que quizás algún día su amor querrá ir a cenar con él o ir a ver algún programa en la tele con galletitas horneadas y algo caliente para beber. Tal vez contar sus problemas y escucharse el uno con el otro, como también las cosas buenas, luchar juntos. ¿Es demasiado? ¿Muy intenso? Darse uno que otro detalle, no necesariamente debe ser de valor, quizás una carta o dar algo hecho por él mismo.

Recuerda la vez que intentó preparar un mini pastel para Mingyu y simplemente se burló del aspecto de ese pastel, dejándolo de lado y prefiriendo solamente tener intimidad con él. Nunca más lo intentó.

En unas horas antes acordaron verse cuando la pastelería cerrase para ir a una reunión de amigos de Mingyu. Le había dicho que estaba cansado como para ir, no es sorprendente cuando él le contesta que tiene que hacerlo de todos modos.

Cierra sus ojos. Sabe que es un imbecil o quizás él mismo lo es.

Se acerca la hora de cerrar la tienda, extrañamente no ha recibido ningún mensaje de su novio en el que le avise que está por venir. Se preocupa un poco.

—¿Te viene a buscar, Mingyu?

Voltea a mirar a Chan quien ya está guardando las cosas.

—Se supone que si.

Chan alza una ceja y se detiene a mirar a Jisung.

—¿Qué se supone que significa eso?

—Significa que no está seguro si su maravilloso novio lo vendrá a buscar —habla Felix con ironía y girando los ojos en blanco, mientras se saca el delantal de cocina.

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⏰ Última actualización: Apr 14 ⏰

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Mi dulce pastel • Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora