Obsesión (Jimin FF)

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S/N P.O.V. (Una semana después)

No quería trabajar hoy, pero realmente necesito dinero y las clases comienzan el lunes, así que estos son mis últimos días para trabajar a tiempo completo. Suspiro y finalmente salgo. Tuve un día realmente malo hoy. Confundí tantas órdenes y mi jefe me reprendió tres veces.

Ha pasado una semana desde que vi a Jimin y, curiosamente, lo extraño. ¿Cómo puede arruinar tanto mi cerebro? También extraño acecharlo, me ayuda a hacer ejercicio de alguna manera, sigo haciendo ejercicio pero no como antes.

También extraño la extraña sensación de estar obsesionada con él, ese era mi pasatiempo extraño pero entretenido, y ahora simplemente se ha ido. Desaparecido.

Empiezo a caminar a casa. Es casi medianoche y me siento muy cansado. Mi casa no está tan lejos pero quiero llegar lo antes posible, así que tomo una ruta más corta.

Tomo un atajo cruzando un túnel. Está bastante oscuro pero también puedo ver por dónde camino. De repente, mis pies dejan de moverse cuando veo a tres hombres altos unos metros delante de mí. La distancia entre nosotros era corta, no los vi hasta que estuve casi frente a ellos.

Hombre 1: "¿Quieres algo, niña bonita?"
T/n: "No, yo no-"
Hombre 2: "¿Te perdiste?"
T/n: "Vine por el camino equivocado".
Tartamudeo y uno de ellos se ríe.
Hombre 3: "Si quieres pasar por aquí tienes que darnos algo".
T/n: "No, gracias, iré por el otro lado".

Doy un paso atrás y ninguno de ellos se mueve. ¿Me están dejando ir? Por favor déjame ir. Doy otro paso atrás cuando mi teléfono empieza a sonar, cortando el silencio.

¡Mierda! Rápidamente trato de ponerlo en silencio pero ya es demasiado... tarde.

Hombre 2: "Oh, ese teléfono se ve muy bien, ¿no crees?"
Hombre 3: "Sí, creo que sería un muy buen regalo para mi hija".

Intento correr pero uno de ellos me toma del brazo y me arrastra hacia él. Grito tan fuerte como puedo pero él me tapa la boca.

Hombre 1: "¡Shhh! Cálmate, no te vamos a hacer nada, solo danos tu teléfono".

Las lágrimas comienzan a correr por mis ojos, tengo miedo.

Hombre 1: "Tu teléfono, ahora".

No puedo moverme, quiero mover mi mano y darles mi teléfono pero me siento paralizado.

Hombre 2: "Está en su bolsillo, abrázala fuerte".

¡¡¡No me toques!!! Grito pero un murmullo sale de mi boca cuando el hombre presiona su mano con más fuerza contra ella. El otro hombre se acerca a mí, mete la mano en el bolsillo y saca mi teléfono.

Hombre 2: Genial, será un buen regalo para tu hija."
Dice mientras se lo pasa al otro hombre.
El hombre que me sostiene no me suelta, sus ojos no se apartan de mi cara.

Hombre 1: "Eres muy bonita".
Dedos fríos escondidos limpian mis lágrimas.
Hombre 1: "No llores".
Hombre 2: "¿La dejamos ir? Ya tenemos el teléfono".
Hombre 3: "Sí, esto es suficiente".
El hombre que me sostiene los ignora y sus ojos comienzan a recorrer mi cuerpo. No, por favor, no. Puedo sentir mi corazón en mi garganta. No puedo respirar bien. No puedo moverme.
Hombre 2: "Oye, basta, ella es solo una niña".
Hombre 3: "Sí, por favor, debe tener la misma edad que mi hija".
Hombre 1: "¡¡Cállate!! ¡¡Fuera de aquí!!"
Hombre 2: "Pero-"
Hombre 1: "¡Fuera!"

Los dos hombres se miran y yo antes con la mirada para que no se fueran. El hombre me arrastra más adentro del túnel y empiezo a patear y gritar desesperadamente. Me agarra del pelo y me da vuelta.

Hombre 1: "Tienes que cooperar, no quiero hacerte más daño de lo necesario. Te voy a descubrir la boca, pero si gritas, esto se pondrá mal".

Poco a poco me descubre la boca, en cuanto me suelta, le doy una fuerte patada y grito lo más fuerte que puedo.