El Hanahaki, una enfermedad desgarradoramente romántica, que afecta a las personas que poseen un amor no correspondido.
Nuestra protagonista, Star, sufrirá por su desesperado amor, por lo cual tratará de esconder su enfermedad y sus sentimientos por...
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La pregunta me tomó desprevenida, ¿qué debería contestar? Tampoco quisiera sentir tanto malestar por una simple pregunta repentina.
¿De verdad pensó que lo odiaba? Qué equivocado estaba. Y yo, que no vi el daño que le causé a ese bello castaño; no veo manera de arreglarlo.
«...» No dije nada, solo negué desesperadamente ante su mirada.
«Star, por favor, ¡dime algo!» Su mirada se hizo más intensa mientras a mí se acercaba.
Las palabras no salían de mi boca, miré a Fallo, pidiéndole ayuda desde mis adentros.
«Cap, dale su espacio, no seas mamón» Decía Fallo, colocando su mano en el hombro de Gato, tratando de alejarlo.
Respiré hondo, y me liberé de la asfixia que hace poco sentía.
«Está bien, lo siento, lo siento»
Cap volvió a sentarse, y por hablar nadie parecía interesarse. Miré a Fallo de reojo, quería que nos librara de este silencio incómodo.
«Bueno Star, ehm... ¿Cómo te sientes, hermanita?» Fallo me sonrió, al parecer quería aliviar la tensión.
«Mejor, supongo» Mi voz era rasposa, aún no me recuperaba de esa tos tan angustiosa.
«Me alegra escucharlo»Dio una pequeña pausa antes de continuar. «Cualquier cosa recuerda llamar a la enfermera, el receso se acabará pronto y hasta la salida no nos vemos»
«Ojalá me dejen ir antes de eso, siempre pasan cosas interesantes los viernes» Ciertamente, lo más interesante es que un ave se pose en la ventana durante hora de clase.
«No te preocupes mensa, siempre tienes a Gato para pasarte el chisme, ¿sí o no, Cap?»
«Sí, eso...»
Cap se ve tan lindo cuando no sabe qué decir, lástima que nunca cierra el pico.
Sonreía bobamente con su mera presencia, no es complicado disimular con personas tan ciegas esta.
«Bueno, si me disculpas, iré a pasar el rato con Yuno, te dejaré a Cap para que te haga compañía» Nos dejó saber Fallo, mientras se alejaba más de nosotros con cada paso.
«¡No!» Me exhalté. «No... ¡Dejes a Cap solo aquí!, seguro también quiere disfrutar su receso en otro lugar»Al menos lo intenté.
«En realidad, yo no-» Gato fue interrumpido por Fallo.
«Entiendo, ven acá Gaturro, nos vamos a otro lado» Ordenó, tomándolo del brazo y arrastrándolo lejos del cuarto, no sin antes hacerme una señal de pulgar arriba.
Fallo realmente puede ser tu salvavidas cuando lo necesitas.
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Las clases habían terminado finalmente, y la enfermera me dejó ir sin permitirme agradecerle. Con cuidado caminé a la salida, esperando a Fallo, quien en sus manos traía mi mochila.
«¡Star! Bueno verte sana otra vez» Expresó alegremente.
Le sonreí y de entre sus manos tomé aquel bolso de forma sutil.
Caminamos como siempre por el mismo camino, la misma vía, la misma rutina. Oía a mi lado a Fallo tarareando, como aspirante a músico apasionado.
La tranquilidad del alrededor era inmensa, pero una inquietud recorrió mi mente, taladrando mi cabeza y dejándome tensa, por lo que frené mi paso torpemente.
«Hmm, ¿pasó algo?» Me cuentionó, agitando su mano cerca de mi cara al percibir nula reacción.
«Fallo... ¿Algún día volverán papá y mamá?»
Fallo calló, toscamente sus puños cerró, su mirar a mí dirigió y una cálida sonrisa mostró.
«Te he dicho que no te tienes que preocupar por eso» Pausó, y una mano en mi hombro colocó. «Ya es fin de semana, ¿qué te parece si hacemos cosas divertidas para sacar toda esa mierda de tu cabeza?»
«Me parece bien» Suspiré, y la sonrisa le regresé.
«¡Así se habla! Ven acá, hormiga»
«¡Te dije que no me llamaras así!»
Fallo ignoró mi queja y se acercó para abrazarme, claro que no pude negarme, era el consuelo que necesitaba de la persona que necesitaba.
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●623 palabras●
Nuevos banners, más duración, y por supuesto, más frecuencia, la historia se viene con todo.
¿No se lo esperaban? Yo tampoco, pero algo de chamba viene bien de vez en cuando.
Gracias por leer chavos, sigan al tanto de nuestra enamorada estrella. 🌠
