Uno

123 20 1
                                    

El techo era interesante; los trazos de pintura mal hechos, junto con esos puntitos negros que mi vista notaba, eran una pieza admirable para mis ojos.

Pero nuevamente escuché unas risas en mi cabeza.

Me levanté de la comodidad de mi cama, viendo a Bill delante mío.

— ¿Qué pasó? — Susurré.

Él solo me miró con molestia mientras cruzaba sus brazos.

— ¿Por qué estás enojado? — Pregunté nuevamente, pero no hubo respuesta.

Me paré de mi cama, bajo su atenta mirada.

— ¿Alguien te molestó? Te prometo que lo mato si fue así. — Me acerqué, abrazándolo con fuerza.

Vi cómo mordía su labio inferior y asentía; de sus ojos salían pequeñas lágrimas, ocasionando que mojaran sus mejillas.

— ¿Quién fue? De verdad lo va a lamentar. — Murmuré ahora yo, con enojo.

Me tumbé en el suelo, sin soltar a Bill, haciendo que ambos estuviéramos en el piso. Él estaba encima mío, sentado entre mis piernas.

— Tú... — Susurró con debilidad.

Abrí los ojos con sorpresa y temor.

Mis lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, ocasionando que mis sollozos se escucharan con fuerza. De pronto, mi madre ingresó a mi habitación con una expresión preocupada.

— Cariño, ¿qué sucedió? — Me dijo una vez estuvo sentada a mi lado.

Y aquella mujer, que era tan buena, me había mentido toda mi vida.

— Nada. — Me negué a contarle mi sueño, volviendo a recostarme en el colchón, para darle la espalda.

Sabía que estaba preocupada por mí pero era imposible que todo fuera como antes; ya no era un niño, tenía once años.

— Está bien, Tom, descansa que mañana hay escuela. — Fruncí las cejas, pero no por mi deber estudiantil, sino por las caricias que me daba en mi cabello. Solté un quejido molesto y me tapé con la cobija hasta la cabeza.

— Buenas noches. — Susurró ella, saliendo de mi habitación.

— Adiós. — Murmuré para cerrar los ojos con fuerza.

Mi cuerpo empezó a temblar, así que me abracé fuertemente entre las sábanas.

— Mi conejito... — Murmuré con dolor al recordar aquella pesadilla.

Necesitaba de Bill para estar completo.

Tom, Are You Okey?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora