ACTUALIDAD
Corea del Sur / Seúl / 2024.
Frené de golpe al llegar al estacionamiento de la universidad y con cuidado estacioné mi auto en uno de los tantos lugares establecidos. Bajé buscando mi bolso para colocarmelo y caminar a pasos apresurados al salón. Llegaba tarde, muy tarde.
Los tacones no me permitían correr pero a pasos apresurados tenía un minuto para entrar al salón a tiempo.
Unos pasos antes de entrar arreglé mi falda negra que está adherida a mis piernas así como también mi corbata corta. Pude alisar un poco mi blusa blanca y mirar mi maquillaje por la pantalla del celular. Todo estaba correcto.
—Buenos días alumnos —Hablé mientras hacia mí ingreso sin nerviosismo y con la cabeza en alto que me caracterizaba —Soy Lalisa Manobal, maestra de laboratorio —dejé mi bolso para mirar a todo el alumnado —Y sere su guia es este nuevo ciclo universitario.
Los murmullos se hicieron presentes y me apoyé de espaldas al borde de mi escritorio mientras les sonreía a todos.
—¿Hay algún delegado en este salón?
Una chica de cabello morado levantó la mano. Asentí para que hable.
—Aun no llega, doctora Manobal.
—Muy bien, entonces pres-...
—¡PERMISO PARA ENTRAR MAESTRA!
Fruncí el ceño al ver a una joven haciendo una reverencia de 90 grados con la cabeza hacia el suelo. Arrugue la nariz al sentir su olor aturdido. Café con menta, un olor a café demasiado delicioso.
Era una alfa.
—Puede levantarse e ir a su asiento señorita.
La jover enderezó su cuerpo para mirarme, sus ojos se agrandaron igual que los míos. Mi respiración pareció cortarse por un instante al ver ese rostro ya maduro por la adolescencia tardía que terminaba de hacer efecto.
Roseanne.
Era ella. Ella era la alfa.
Entonces trague saliva ante los rápidos recuerdos e imágenes que pasaban por mi mente. Todos y cada uno de ellos hasta el último que tuve donde ella decidida me decía que sería mi alfa. Reí internamente ante su pensamiento de niña el cual ya debió ser eliminada de su memoria.
—Si maestra. —me sonrió caminando a sentarse al costado de una de sus compañeras.
¿Me recordaría?
Claro que no.
Las horas transcurrieron con normalidad, los llevé a todos al laboratorio universitario donde por grupos comenzaron a usar laminillas con algunas muestras para verlas a través del microscopio. El mundo era tan pequeño que con ese pensamiento no dejaba de mirar a la rubia.
Mi loba se sentía demasiado inquieta ante la presencia de la menor, pero durante todos estos nueve años que había pasado desde que se fue de Corea no había hecho nada más que aprender a dominar mis instintos como lo estoy haciendo ahora.
—Doctora Manobal ¿Puede explicarme esto?
Brinque cuando me dí cuenta que Roseanne estaba a mi lado con una muestra a lo que asentí y un tanto ansiosa me acerqué a verificar la laminillas.
—Te encontré, Lalisa —dijo tan bajo que solo escuché yo.
Tragué saliva ante alguna mala jugada de mis oídos y su captación auditiva.
—¿Q-qué?
—Volví para cumplir mi promesa —determinó— Vas a ser mi omega —dijo contra mi oido— ¿Podemos hablar al término de su clase, doctora Manobal?
—Y-yo. No creo que-...
—¿Podemos hablar al término de su clase, doctora Manobal? —repitió ahora en voz fuerte y audible para los demás.
Los alumnos giraron a vernos y tragué saliva. Maldita sea, no podía negarme, no tenía excusa frente a tantos alumnado.
—Si, la espero cuando terminemos.
(...)
—Con la constructora Kim&Kim.
—¡JISOO, SOY LISA! Dios, no sabes lo que pasó. —chillé.
—Amiga, pensé que estarías es la universid-...
—Roseanne volvió.—dije nerviosa.
—¿Quien es Roseanne?
—¡JISOO!
—Uh yayaya, la niña esta, la cachorrita de la escuela donde enseñaba tu madre. Si recuerdo. Pasaste más de año deprimida por su partida.
—¿Amiga o hater?
—Amiga con el recuerdo de ser cambiada por una cachorra. —contra atacó ofendida a lo cual reí.—Entonces... ¿Está guapa? ¿Omega o alfa?
Callé por un momento antes de contestar.
—Alfa. Una muy guapa de metro ochenta aproximadamente.
Me ruborice al recordar como se agachaba para hablarme en el laboratorio, todo ello apesar de tener puesto unos tacos número 5.
—Wow, esa cachor-...
—¡Que carajos! —gruñí cuando mi celular fue arrebatado de mis manos y giré para enfrentar al culpable. —¿S-Señorita Park?
Y ahí estaba ella levantando mi teléfono al aire, tan imponente como se mostró al llegar a mi clase y tan guapa como recordaba pensar que sería de cachorra. Olfatee el aire captando el olor a menta con chocolate. Una mezcla perfecta a mi parecer.
—Veo que ya podemos hablar, Lisa.
Mi cuerpo se estremeció al escuchar mi nombre salir de su boca, letra por letra sonaba melódico si lo decía ella.
—y-yo ¡Yo estaba en una llamada importante, señorita Roseanne! —traté de arrebatarle mi teléfono.
Su brazo se elevó más haciendo imposible mi objetivo. Me rendí.
—Te dije que me convertiría en una alfa, Lisa. —Dio un paso hacia mí —Que sería alta y no una simple cachorra. —otro— Que tú serías mi Omega. —choqué contra una de las paredes de mi oficina. —¿Recuerdas? Porque yo no lo he olvidado
—Rosie... —jadee ante su cercanía.
—Te he extrañado Lisa.
Entonces terminó por acortar sus pasos y me abrazó hundiendo su rostro entre mi cuello y hombro. Su olor llenó mi cuerpo brindándome comodidad y la seguridad de también abrazarla. La había extrañado tanto que ahora que la tenía entre mis brazos se me había imposible imaginar a la pequeña niña que lloraba en una esquina por ser extranjera.
—Y-Yo también —dije antes de romper en llanto.
No sabía porque ni como terminamos así, yo aferrada a su cuerpo como si mi vida dependiera de ella con mi loba saltando de un lado a otro en mi interior por la cercanía de la alfa.
Nuestra alfa.
Sus feromonas se expandieron calmando mi llanto antes de que me cargara sobre su pecho sesando mi llanto.
—Shhh, calma Omega, tu alfa ya está aquí. Estoy aquí. Ya estoy aquí, Lili.
Era mi turno de esconder mi rostro y hundir mi naricita en su glándula de feromonas y respirar agitada cuando sentí el frío del patio sobre mi cuerpo. Ignoré todo ello a causa del olor embriagador que hacía estragos mis sentidos y cerré los ojos confiando en la rubia.
—Eso es Omega, tranquila.—la escuché decir.
Lo último que recuerdo fue ser marcada por su olor en el camino a donde sea que me estuviera llevando.
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Pequeña Cachorra |CHAELISA| G!P
RomanceEl lazo de la Omega con la pequeña alfa era una locura para la mayor. ✧Omegaverse ✧Rosé alfa ✧Lisa omega