Historia corta | Capitulos cortos Omegaverse Rosé alfa[menor] / Lisa omega[mayor]
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Mis ojos pesaron al abrirse y salté del susto por no reconocer donde me encontraba.
—Qué carajos...
—¡Despertaste! —saltó a la cama una rubia. Fueron micro segundos dónde sentí mi alma desaparecer de mi cuerpo. Roseanne estaba loca.
—¿Donde estamos? —gruñí un tanto confundida. —Y porqué me quedé dormida.
—Creo que solté demasiadas feromonas que te llegaron a dopar y dormir mucho. —hizo un puchero. —Perdon por eso, no controlo bien esas cosas. Nunca las llegué a usar en realidad.
—Sigues siento una cachorra, Rosie.
Una muy linda.
—¡No lo soy! ¡Soy una alfa! ¡Una alfa! ¡Alfa, alfa!
Comenzó a rodar por la cama de forma infantil haciendo que mi Omega quiera imitar el acto. Negué con la cabeza para eliminar la estupida idea y concentrarme en la situación actual.
—¿Donde estamos, Rosie? —repetí haciendo que deje de girar y me mire hacia arriba.
Casi igual que un cachorro cuando le haces mimos en el estómago.
—Estamos en mi departamento, Lili.— Respondió de manera obvia.
Mi boca se abrió antes de con mis manos tocar mi cuerpo y soltar un suspiro de alivio cuando sentí mi ropa completa. Solo arrugue la nariz cuando note el olor de Roseanne impregnado en todo el lugar, así como en mi cuerpo.
Esa maldita cachorra.
—¡ME IMPREGNASTE!
—¡CLARO QUE SI! ¡ERES MI OMEGA! ¡MIA!
—Repite eso y tú próxima ubicación será el sueño después de tremendo golpe que te daré —gruñí.
—Yo no diría eso si fuera tú. —nego con su índice a lo que sonreí irónica.
Fue en ese momento que mi visión se extendió a una panorámica para inspeccionar el lugar y lograr escapar. Todo se veía normal, caro pero normal. A excepción de cuando mis ojos cayeron en Roseanne.
Santo Dios.
¡Roseanne estaba como quería!
Mi garganta se secó al recorrer su cuerpo que se encontraba hacia arriba mostrándome cada detalle de su anatomía semi desnuda. Sus brazos tonificados se encontraban extendidos a los extremos uno a cada lado de mis piernas y sin contar su angelical rostro mi vista siguió bajando hasta su sujetador deportivo gris que dejaba ver tanto sus clavículas marcadas como sus abdominales definidos.
¡Era el paquete completo en anatomía!
Mi curiosidad me hizo seguir bajando hasta su boxer donde el gran bulto bajo esa pequeña parte de tela causo que mi rostro ardiera en fuego vivo. Eso sin contar lo definidas y firmes que se veían sus piernas.
—¿Todo bien Lili?— giró de la posición en la que estaba y gateo para inspeccionar mi rostro. —Mmm estás un tanto caliente —dijo retirando su mano de mi frente.
—¡Por qué estás desnuda!
—No estoy desnuda —se quejó— ¡Tengo ropa! —dijo sentandose sobre sus piernas y señalando su parte baja— Duh.
—Alfa estupida —regañé entre dientes.
—Pero hablemos de lo que importa aquí Lalisa.
Mi piel se estremeció al escuchar mi nombre completo saliendo de su boca.
—¿R-Rosie?
Tanto su mirada como rostro se pusieron de manera seria y después de hacer crujir su cuello tomó mis manos entre las suyas. El calor volvió a apoderarse de mi cuerpo.
—Dime cómo cortejarte, te necesito ya Lalisa así que dime la manera más efectiva de ganarme tu corazón y marcarte como mi Omega. Volví por tí y si el destino te puso en mi camino tan rápido es una señal. Mi loba gruñe de enfado siempre que recuerdo dejarte hace muchos años.
Eh?
>>No sé cómo cortejar una Omega, sentía que tú debías y tenías que ser la única. Así que dime. ¿Tú quieres que sea tu alfa?
Definitivamente Roseanne se había vuelto en una mujer que no se guardaba nada y decía lo que quería de manera fuerte y directa.
—¿Alfa?
Mi cerebro se desconecto completamente después de procesar todo lo escuchado.
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