Capítulo II

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Cuando finalmente llegó al centro comercial con Gemma a su lado, los hermanos se adentraron al establecimiento en medio de risas y conversaciones que solo ellos entendían debido al contexto que existía entre los dos.

—Harry, llevamos veinte minutos dando vueltas por el centro comercial mientras reímos y todos nos miran raro. —Comentó Gemma carcajeándose de la situación y de la mirada juzgadora que le dirigía una mujer de edad avanzada.

—Bien, basta. —Dijo Harry mientras se limpiaba las lágrimas que se acumularon en sus ojos debido a la risa incontenible—. Vamos a comprar mi ropa para esta noche primero.

—¿Para tu noche con el rey de Inglaterra? —La castaña se burló refiriéndose a su cuñado.

Harry se carcajeó e inmediatamente detuvo su risa con sus manos. —No lo llames así.

—Tienes que aceptar que Daniel se cree el soberano del mundo por tener dinero. —Finalmente, el semblante calmado de Gemma estaba volviendo a sus facciones faciales.

—¡Ey! —Exclamó el rizado ofendido por el comentario de su hermana, aunque tenía razón—. Daniel solo disfruta de presumir que cumple bien con su trabajo, es todo.

—Es un engreído mi cuñadito, acéptalo, Hazz.

—Bien… tal vez a veces es muy insistente pero no es tan malo. —Se encogió de hombros demostrando su poco interés por la conversación.

—Como sea, ¿A qué se debe la cena? —Gemma seguia a Harry hacia una tienda que al parecer, el rizado conocía muy bien, debido a que iba allí seguido—. Es decir, el señor trabajo no tiene mucho tiempo para cenar.

—Ni siquiera yo sé, me dijo que pidió el día libre para hacer una sorpresa para mí.

—¿Te imaginas que quiera mudarse contigo? —La pregunta que hizo Gemma tenía intenciones sarcásticas que Harry no interpretó así.

—No digas eso ni de broma, Gemms. —Harry negó con su cabeza múltiples veces, sin siquiera poder imaginar aquella situación.

—¿Qué? Llevan como dos años juntos, ¿No te gustaría mudarte con él?

—No lo sé, no creo que sea lo ideal, cómo tú misma lo dijiste Daniel siempre está ocupado y yo me aburriría muchísimo esperando a llegué del trabajo. —El rizado suspiro con el simple hecho de imaginarse a sí mismo viviendo con Daniel.

—Quién te entiende, Hazz. —Por su parte, Gemma bufó, confundida por las decisiones de su hermano—. Te parece extraño que pase el día contigo pero también te molestas cuando no están juntos.

Harry soltó una risita. —Tal vez me acostumbré mucho a la atención constante que Louis me daba sin pedírsela.

—¡Ahí está lo que tanto esperaba! —Gemma soltó una carcajada que la obligó a echar su cabeza para atrás.

—¿De qué hablas ahora?

—De que siempre estás mencionando a Louis incluso cuando no tiene nada que ver con la conversación. —La castaña aclaraba aquello como si se tratara de un gran logro.

—Si tiene que ver, Louis es mi ex.

—Exacto, estamos hablando de tu novio actual, no de tu ex. —Contraatacó Gemma sonriendo al notar como su hermano empezaba a ponerse nervioso.

—Estás loca, Gemms.

—Tú estás loco de amor por Louis. —La chica no dejaba de reír bajo la mirada distante de Harry.

—Oh, mira, ya llegamos a la tienda. —Exclamó Harry entrando al lugar.

Gemma percibió cómo Harry cambiaba el tema de repente, y sonrió al darse cuenta de que aquello probablemente era una señal a lo que respecta a su ex relación con Louis.

Viva Las Vegas | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora