Capítulo Final

1.2K 125 17
                                    

Después de un día agotador en el trabajo, lo único que me hacía sonreír era llegar a casa y encontrar al amor de mi vida esperándome...Sunoo. Había soñado por años en una vida con él y ahora la tenía.

Hace ya más de un año que vivíamos juntos y no puedo estar más feliz de lo que estuve nunca. Después de contárselo a So-hee, decidió apoyarnos. Habíamos superado todos los obstáculos a través de los años. Con mi padre fue diferente, no sé lo tomó nada bien al principio y en el fondo lo entendía. Se alejó de mí por unos meses, estaba confundido, al menos es lo que me había dicho. Necesitaba tiempo.

Después de un par de meses me buscó y dijo que no podía imaginar por todo lo que había pasado. Estaba aceptando mi relación con Sunoo y mi felicidad estaba completa. So-hee ayudó bastante porque era testigo del sufrimiento que habíamos pasado para estar juntos.

Apenas abrí la puerta de nuestro apartamento lo encontré preparando la cena. Era una rutina que amaba. Encontrar al hombre que amas esperando por ti con una hermosa sonrisa, no hay nada mejor.

Después de cenar, tome un baño. Sunoo era muy exigente al respecto e insistía en que eso me ayudaba a quitar todas la malas energías para poder tener un sueño reparador. Y lo tenía, pero estaba convencido de que era por estar con él y despertar a su lado.

Cuando salí del baño lo encontré recostado boca abajo apoyado en sus antebrazos chequeando su celular.

Jamás me cansaría de ver su hermoso trasero. No pude resistirme y amase sus hermosas mejillas.

—Hoon.

—Mmhm.

—¿Que crees que le guste a tu padre para Navidad? Estoy haciendo la lista para comprar los regalos de Navidad.

—No lo sé, cómprale algo para que vaya de vago con sus amigos al golf.

Comencé a bajar sus bóxers para descubrir sus hermosa y suave piel y dejar pequeños besos en ella.

—¿Que hay de ti?—preguntó aún metido en sus asuntos y en respuesta mordí una de sus mejillas.—¡Hoon!—se sobresaltó.—¿Podrías tomarme en serio un minuto? Estoy intentando algo aquí. —Tarareé prestándole atención. Kim Sunoo es la persona más gruñona que puedes cruzarte cuando se lo propone.

—Cariño, no hay nada que desee más que a ti. Tengo todo lo que necesito.— respondí en un tono meloso finalmente.

—¡Oh vamos! Solo pide algo o terminare dándote una horrible bufanda que te obligaré a usar enfrente de todos.

Besé su espalda y luego me acerqué a su oído. —Hay algo que me gustaría, pero no sé si sea correcto ponerlo en esa lista.—susurré y Sunoo sonrió en respuesta por mi tono coqueto.

—¿Y qué es eso? Solo tienes que pedirlo y te lo daré. —Continúe besando su espalda desnuda al mismo tiempo que metía una de mis manos por debajo de la tela de sus bóxers para acariciar su hermoso y redondo culo. Sunoo se estremecía con mi toque.

—¿Acaso es algo así como juguetes sexuales o lencería? Si es eso puedes tenerlo.— Murmuró ya contagiado de deseo.

—Mmm, no era exactamente eso pero suena tentador y creo que puedes agregarlo a tu lista de regalos.

Tener a Sunoo en mi cabeza usando lencería encendió todos mis sentidos y me tenían suficientemente duro debajo de la toalla que abrazaban mis caderas.

—Entonces ¿Qué es?—dijo dejando caer su cabeza para disfrutar de mis caricias.

—Me gustaría que me llames Daddy en la cama.—volví a susurrar cerca de su oído y dejé un lametón en su lóbulo.

—¡Oh! Park Sunghoon quiere Daddy Kink.—se burló pero no me importó menos. Bajé sus bóxers y comencé a abrir sus mejillas para besar su dulce entrada.

—¡Oh Daddy!—gimió con una voz aniñada.—Bebé puede adelantar tu regalo de Navidad.

¡Joder! Sunoo es lo más caliente de este universo. Con tan solo esas palabras me puso más cachondo de lo que estaba.

—Me gusta.—gruñí y comencé a darle el placer que sabía que él amaba. Besar su rosada entrada siempre lo ponía a temblar de placer.

Comencé a jugar con su entrada y levante un poco sus caderas para llegar hasta la piel delicada de sus pelotas, chupando y acaciciándolas.

—¡Daddy!—chilló lanzando toda la sangre a mi polla dura y necesitada. Necesito que me folles ahora.

Lo preparé cuidando de no hacerlo correrse. Sunoo tenía poco control, se dejaba llevar por todas las sensaciones y se corría con facilidad. Habíamos llegado a conocer tanto nuestros cuerpos y necesidades que sabía cuando lo estaba llevando al límite.

Cuando su respiración pareció acelerarse, levanté sus caderas y me enterré en el. Sunoo lanzó un gemido alto dejando caer su rostro en la cama y apretando las sábanas entre sus manos.

Lancé mis caderas con fuerza arremetiendo contra él disfrutando del calor que me envolvía.

—¡Daddy!—Sunoo levantó su rostro sobre sus hombros y me miró con las mejillas coloreadas y los labios hinchados.—Tú polla se siente tan bien.

—¿Te gusta bebé?—gruñí acelerando mis estocadas.

—Mucho, Daddy.

Sunoo se apoyó con fuerza en uno de sus antebrazos y comenzó a balancear sus caderas contra mi haciendo que la fricción y la intensidad de los choques de nuestras pieles fuera salvaje y obscena. Con su otra mano acarició salvajemente su polla húmeda y necesitada.

—¡Daddy!—gimió después de unos minutos posando su mirada pesada en mi.—Déjame correrme. Necesito correrme.—chilló deteniendo el movimiento de la mano que acariciaba su polla.

—¡Hazlo bebé! Córrete para mi.—murmuré preparado para escuchar los gemidos que amaba de Sunoo corriéndose.

Después de correrse, Sunoo se desplomó sobre la cama y yo sostuve sus caderas para seguir jodiéndolo y perseguir mi liberación.

Me corrí tan fuerte dentro de él, después me tiré a su lado para atraerlo a mi pecho y besar su cabello.

—Te amo.—murmuré.

—Yo también te amo.—besó el pliegue de mi cuello y luego posó sus hermosos ojos en los míos.—Gracias por regresar a mi.

Mi Hermosa Tentación || SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora