Capítulo 7

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Al día siguiente Sara entro a la cocina y vio a sus hermanos desayunando antes de irse a trabajar, suspira aliviada de verlos sobrios y sobre todo de que no se hayan desvelados. Es una de las pocas veces que sus hermanos no se atrasan en el trabajo.

-¡Buenos días Sara!- dijo Levi con una sonrisa-, te han dicho lo hermosa que te ves hoy en día.

Sara rueda los ojos, no era la primera vez que le decía eso, lo conocía mejor que nadie.

-No te diré donde Mama Lea escondió el vino- dijo Sara antes de irse a servirse algo.

Sus hermanos se quejaron, Lea escondió el vino que sus hijos compraron para evitar que se emborrachen y se atrasen en el trabajo, solo ella, Jacob, Bila, Zilpa, Dina y Sara sabian donde estaban.

-Pero tuve otro sueño impresionante- se escucho la voz de José.

Sara voltea al oír eso, no era la primera vez que José quería contar sobre su sueños, pero la otra vez que le conto a sus hermanos uno que tuvo en el que las espigas del trigo de sus hermanos se inclinaban ante la espiga suya y luego que todos ellos se inclinaban ante él, pero eso solo provoco que sus hermanos se enfurecieran aun mas con él.

Y es obvio que no quieren volver a escuchar otro sueño suyo.

-Ya vienes con tus historias de sueños de nuevo- dijo Rubén molesto.

-Nadie lo quiere oír José- dijo Simeón

-José- dijo Sara llamando su atención-, déjalos desayunar, luego se los dice- dijo con la intención de alejarlo de ellos y evitar que sus hermanos le hagan daño.

-Gracias Sara- dijo Judá.

Sara asiente, aunque no lo hizo solo por ellos, los hizo por todos sus hermanos.

-Miren quien viene ahí, la forastera- dijo Simeón señalando a Anaia entrando a la cocina.

-Anaia- dijo Sara rápidamente corriendo hacia ella y tomarla en sus brazos-, no debes entrar aqui sola, es peligroso.

-Deja a esa forastera Sara, solo trae problemas.

-¡Cállate!- dijo Sara viéndola mal-, no le hables así.

-Y tu no la trates como si fuera tu hija, porque no lo eres, sabes que, ya me esta hartando ese comportamiento tuyo- dijo severamente.

Sara entrecierra los ojos mientras abraza con fuerza a la niña ya que temía que se la quitaran.

-Vamos hermanos, tenemos un día intenso de trabajar- dijo Rubén levantandose, sobre todo para evitar que Simeón haga algo en contra de la niña

-Esperen hermanos- dijo José.

-Al contrario de ti que ya no vas a trabajar.

-¿Que es lo que quieres ahora José?, ¡Habla!- dijo Levi.

-Traje presentes para ustedes- dijo José.

-¿Presentes?- pregunto Rubén confundido.

José pone en la mesa algo cubierto con un trapo negro, lo quita dejando ver cuchillos de oro. Sara traga duro al verlos, José le dijo que compro regalos cuando fue a Hebrón pero nunca le dijo que eran cuchillos.

-Miren hermanos- dijo José con una sonrisa.

-¿Y por que nos das un presente José?- pregunto Judá confundido.

-Para agradarlos hermanos, demostrarles que los quiero también.

Sus hermanos tomaron los cuchillos, algunos sonreían contemplándolos ya que les gustaron, pero Simeón sonrió con otras intenciones mientras tenia el cuchillo en la mano.

Sara de Egipto (José de Egipto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora