A veces la estadía en el infierno es tan rutinaria que nunca esperas que suceda algo maravilloso, pero qué pasaría si de un momento a otro las cosas en el Hazbin Hotel se ponen de cabeza por la aparición de una misteriosa niña que no solo es una viv...
La reciente aparición de aquel demonio dragón complica bastante las cosas para el equipo del hotel hazbin, ahora que se encuentran separados debido al laberinto de los intrusos se ven en la necesidad de encontrar alguna forma de llegar hasta Roxy antes de que ese draconiano se la lleve, pero
Al final nadie esperaba ese giro de los acontecimientos, lágrimas que caen como joyas al suelo son acompañadas por esferas que van desapareciendo por el cielo carmín del averno, al fin la pesadilla había acabado
Muy probablemente...
Averígüenlo en el capítulo de hoy y sigan sintonizándonos.
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Hola de nuevo~ hoy les traigo un nuevo capítulo de mi fanfic Lazos del destino, debo decir que si eres sentimental como yo mejor prepara tus pañuelos. :c
Por otro lado, lamento la demora (demasiada demora, de hecho) estaré reeditando los anteriores capítulos y a la vez publicando nuevos capítulos de este fic. Al igual que estaré retomando todos mis fics, mi plan es traerles 1 capítulo aleatorio cada semana de cualquiera de mis fics.
Sin más que decir, disfruten.
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POV Charlie:
—¡Devuélveme-ugh!
Charlie suelta un quejido adolorido cuando, de un movimiento rápido, fue sujetada por las garras del draconiano que se enterraron en su brazo. Fue arrojada lejos y, reaccionando al instante, clavó sus garras negras contra al suelo, dejando un rastro en la tierra por la potencia con la que el dracónico la arrojó. Levantando su cabeza, el iris de sus ojos cambió a un color amarillo brillante; sus escleróticas adquieren un tono rojizo que rivalizaba con el cielo escarlata del infierno y sus pupilas se dilataron como las de un león listo para la caza.
—¡Vaya! Pero si es la hija de Luzbel~ —hablo la voz melosa del ángel, que se regocijó con una sonrisa provocadora, apoyando así sus brazos delicados en los anchos hombros del demonio, que veía fijamente con una leve inclinación de cabeza en dirección a la diablesa rubia agachada en el suelo.
