Capitulo 2

90 11 29
                                    

Saluda a tú padre


Saluda a tú pueblo...


Saluda a tú país.



Saluda a tú marido.


Tanto Degel como Camus se hicieron la última reverencia ante el otro, el Juez de ceremonia los declaró marido y mujer ante un sin número de personas. Camus sintió erizarse cuando la suave mano se instaló en su cintura y con facilidad desenrolló la prenda que había arrugado y escondido debido a que no supo el lugar al cual correspondía. Las manos de Degel fueron rápidas y precisas, acomodaron el vestuario y rápidamente lo abandonaron para posteriormente saludar a un mandatario que se acercó a saludarlos.

- Vé junto a padre y luego adelantate.

Fue claro y conciso, su voz no fue ni suave ni fuerte, simplemente dió una orden y todos obedecieron. Una dama se acercó y lo guió frente a su padre, Crest, quien yacía en compañía de la Reina, dedicó sus felicitaciones y simpatía hacia él mientras frente a todos le otorgaba el título de la Princesa Rubí. En conmemoración a sus ojos y lo invaluable que su padre lo consideraba.


Camus sonrió con amargura bajo el velo, es invaluable porque ningún otro príncipe además de el puede ser enviado a ser el adorno del Principe heredero. 





Camus asiente y su corazón se estruja, ha querido ser un ministro del Rey, toda su vida ha estudiado incansablemente para lograr sus objetivos, pensando que incluso si no fuera un príncipe reconocido, al menos lograría darle valor a su nombre por sus méritos. Pero ¿ Para qué?

¿ Para que un día llegara un ministro y le dijera que debía casarse con su hermano para mantener puro su linaje? ¿ Para terminar casándose con su hermano? ¿ Para terminar con el título de "la princesa Rubí" y no con el título de "él mejor erudito de toda Mahelia"? ¿ Para terminar confinado en una esquina polvorienta, en completa oscuridad, en el extenso palacio del gran príncipe heredero? 

Todo ésto¿mientras él bebía y compartía con nobles, príncipes y princesas de la corte ?

Deseaba ser una pequeña estrella con  brillo propio ,al final terminó siendo un accesorio que da brillo al nombre de Degel Verseut.














Camus ingresó a los aposentos de su actual esposo y no pudo evitar abrir los ojos con sorpresa, apesar de haber vivido en palacio tanto tiempo nunca tuvo la oportunidad de ver más allá del salón dorado. Su propio palacio era bastante sencillo por lo que no supuso que los demás palacios poseerian alguna diferencia. Pero esto, es solo que esto es demasiado bastante, demasiado mucho




Camus se despojó de su velo mientras veía con asombro cada esquina del lugar, éste lugar poseía más oro de lo que el mismo ha visto en su corta vida. En estos momentos es innegable que Degel se trataba del único e inigualable Príncipe heredero al trono. Esta diferencia económica, Camus no pudo evitar reír ante la comparación en su mente


¡ Casaron a la víbora con el gusano!



Caminó hacia la gigantesca cama en dónde la ceda roja relucía, mirando abajo, cerca de sus pies pétalos de rosas blancas simulaban un camino. Una vez más Camus no pudo evitar sentirse nervioso. Acababa de casarse, y entonces organizaron los aposentos de ésta manera. Camus apretujó sus holgadas mangas mirando con miedo hacia la puerta que terminaba de ser cerrada por la dama, Degel pronto vendría y entonces él...

¿ Le hará eso?






Degel realizó una última reverencia a su padre, posteriormente se dirigió a su propio palacio, eran las tres de la madrugada cuando arribó a sus aposentos. Como siempre los guardias en la entrada le abrieron las puertas y le cedieron el paso, Degel avanzó a pasos tranquilos mientras con indiferencia procedía a desabotonar sus mangas.



Ha sido una noche larga, la política y la diplomacia es tediosa pero importante. Retirando su corona avanzó hacia su cama, consecuentemente se sentó en ella, se disponía a retirarse las botas cuando de repente un ruido en la ventana lo alertó


Se enderezó y avanzó hacia el lugar con lentitud, observó a través de los transparentes y empañados vidrios, no había nada. Sin embargo, justo cuando se disponía a retirarse, sus violáceos ojos fríos captaron algo inusual entre las pesadas cortinas blancas


Frunció las cejas y con brusquedad las tiró a un lado, solo para encontrarse frente a frente con unos asustados ojos rojizos


Camus tembló de miedo mientras procedía a retroceder y abrazarse con aún más fuerza las piernas. Degel estaba sorprendido, claramente no había esperado que alguien irrumpiera en sus aposentos.


- ¿ Qué haces aquí?

- ¡ No te acerques!


Ambos hablaron al mismo tiempo, Degel frunció aún más las cejas. Procedió a sostener a Camus de la muñeca y a levantarlo con brusquedad sin prever que a consecuencia Camus lo arañaria en el rostro

Degel quedó petrificado en su lugar, por fortuna fue lo suficientemente veloz como para evadir el directo ataque, sin embargo, aún asi el ataque de Camus fue muy rápido y no logró esquivarlo por completo. Cómo resultado un pequeño rasguño totalmente imperceptible empezó a ser notorio en su mentón.


Degel no pudo evitar quedar en shock, en toda su vida, nadie jamás se ha atrevido a avanzar hasta ese punto. Incluso en el campo de batalla, congelaría y volvería polvo a aquel quién se atreviera a desafiarlo



Degel no habló cuando sostuvo a Camus de sus cabellos rojizos y lo estampó a los pies de la cama con fuerza, Camus gimió de dolor debido a la brusquedad con la que lo habían arrojado. Aún portaba su vestido blanco y sus accesorios, el sonido al caer fue bastante estruendoso


- ¿ Quién te permitió venir aquí?




Camus tosió un par de veces y gimoteó con ojos llorosos



- Me trajeron aquí y no me permitieron salir...





Degel tensó los dientes y posteriormente gritó:


-¡ Guardias!


Un guardia rápidamente se presentó

- Su majestad

- Ordenen que preparen una habitación para la princesa Rubí, llevensela de aquí.

Camus suspira aliviado ante esa orden y abandona los aposentos sin mirar dos veces atrás, su expresión es incomoda cuando decide retirarse. Degel lo mira fijamente














Continua parte 3...



Explota en la Sangre (DegelxCamus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora