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i've been feeling foolish
You should try it
She came and substituyed
The peace and quiet for
Acrobatic blood.




Quisiera que este momento nunca terminará, pero no puedes estar aferrada tanto a algo, ¿pero y si eso es lo único que hace que no te rindas? No suena tan mal de ese modo.

Sentía un tacto en mi mejilla, poco a poco fui abriendo los ojos hasta poder visualizar a quien estaba frente a mi, ¿y quien más sería?, solo el señor toji.

— Vamos, tienes que desayunar algo —

Me senté en la cama sintiendo las almohadas a un lado de mi, ¿que hago aquí?, lo último que recuerdo fue estar acostada en el sillón junto a toji.

— ¿Usted me trajo? — pregunté.

— Te quedaste profundamente dormida, intente despertarte para que te fueras por tu cuenta pero no funcionó — el pelinegro se sentó en el suelo, a un lado de la cama.

Mire a mi alrededor encontrándome con fotos de toji y la mamá de megumi, en el suelo había un puño de ropa, al parecer sucia.

Toji rio y hablo casi susurrando.

— Tranquila, yo dormí en la habitación de alado, y la ropa sucia, aún no a venido el personal de limpieza. — toji rasco su cachete apenado.

Toji se paro del suelo extendiendo su mano para ayudarme a salir de las cobijas. no lo voy a negar, me da flojera levantarme e ir a comer, ¿porque el cuerpo humano fue diseñado para comer? Con agua bastaba.

Bajamos las escaleras, Toji se fue hasta la cocina con el teléfono en la mano y yo me fui hasta el sofá a esperarlo, aún estoy un poco apenada de estar aquí.

Toji salió y me pregunto si estaba bien pedir unos waffles y unos cafés, le respondí que si estaba bien, de todos modos si no me gustará no me podría negar ya que el es el que está comprando.

Pasaron unos minutos y alguien toco a la puerta, Toji abrió y entró con el desayuno en la mano, sonriéndome y yendo hacia el comedor, movió la cabeza a un lado para que lo siguiera.

— Oh, se ve delicioso — el pelinegro abrió la bandeja y puso mi plato frente a mi — ayer no pude comer nada, tuve un asunto que atender y cuando llegue fui directo a correr para despejar la mente —

Es cierto, ayer iba a tener una cita con toji, pero no pudo ser...

— Cuando te sientas mejor podremos tener la cita, lamento haberla cancelado de último momento, kath —

— No te preocupes, otro día será — lleve el tenedor a mi boca con un pedacito del pan caliente en el —

Ya han pasado unas horas desde lo sucedido, y aun sigo teniendo el mismo sentimiento de pena, tal vez toji no lo tenga o tal vez es muy bueno ocultandolo, pero tener a tu alumna, una extraña, sentada en tu comedor debe ser raro, más para el.

Comimos en silencio, el pelinegro noto que no me sentía muy cómoda de hablar, así que no lo intento en todo este rato.

Es contraproducente, ya que, hace un rato estaba acostada en su pecho, como si fuera alguien importante en su vida, y se sintió bien, creer que soy alguien importante en la vida del señor fushiguro, se sintió bien.

— ¿Recordaste un chiste?, tienes la cara roja como una fresa, diría como un tomate pero las fresas son más bonitas —

El mayor se levanto de la silla con el plato en su mano, me levante casi enseguida para ir detrás de él y lavar los platos que acabamos de ensuciar.

¿El profesor fushiguro?  ¦¦Toji Fushiguro X Oc¦¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora