Capítulo 8

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Después de aquella noche en el parque de diversiones llena de emociones, los días transcurrieron aparentemente normales y tranquilos en las calles de Etherwood. Sin embargo, para Luke, la paz era solo superficial puesto que, desde el incidente con Andrew en la casa del terror, su mente era un torbellino de pensamientos confusos y sentimientos encontrados que lo perturbaban constantemente.

Con cada pensamiento que regresaba como una marea implacable, su rostro ardía más intenso que el sol del mediodía. Cada detalle del momento se había grabado en su mente como si fuera una película que se reproducía en bucle. 

Recordaba cada gesto, cada mirada, cada latido acelerado de su corazón.

Lo que más le desconcertaba era que él mismo había sido el valiente que se atrevió a dar el primer paso. ¿Qué había pasado en su mente para atreverse a algo así? La pregunta seguía resonando en su cabeza sin obtener respuesta.

 "¿Por qué tiene que mirarme de esa manera?", murmuró para sí mismo, como si tratara de encontrar una excusa o una razón que justificara su atrevimiento e impulso repentino de ese momento.

Mientras se removía incómodo en su asiento, deseaba que el suelo se abriera y lo tragase entero. Pero no había forma de escapar de esos recuerdos, esos momentos que lo atormentaban con una mezcla de vergüenza y emoción.

Decidió que no podía permitirse seguir teniendo aquellos sueños húmedos con Andrew. Ello era la causa principal de todo este lío mental que tenía. 

Así que, como medida desesperada, optó por no dormir durante las noches para evitar enfrentarse a esas imágenes pervertidas que lo inquietaban.

Esta decisión le pasó factura, dejándole profundas ojeras en el rostro y haciéndolo parecer más cansado y demacrado cada día que pasaba.

Sin embargo, su sacrificio no dio los resultados esperados.

A pesar de sus esfuerzos por mantenerse despierto, Luke solo lograba resistir un poco antes de caer en un sueño agitado y plagado de sueños morbosos con el castaño... una vez más. 

Pero, lo que era aún más desconcertante, es que estos sueños ahora parecían más vívidos que antes.

―Espera un segundo... ¡Ngh! ―gimió arrugando las sábanas mientras su rostro se hundía contra la almohada para evitar gemir audiblemente.

Por otro lado, Andrew se sumergía en el éxtasis del momento, frotando su miembro viril entre las piernas del menor mientras rozaba su intimidad con la del muchacho cada vez que simulaba embestidas con una pasión desbordante.  

Sus grandes manos se enroscaban en la cintura del joven, anclándolo a su deseo con firmeza y determinación. Cada movimiento parecía un susurro de anhelo, cada contacto una promesa de placer compartido. 

Andrew observó con deleite cómo Luke arqueaba la espalda y empinaba su culo con cada choque de sus pieles. El sonido que evocaba era exquisitamente morboso. 

―¡Ahh! ―soltó cuando la palma del contrario estampó una de sus nalgas― ¡Despacio! ―protestó con el sonrojo invadiendo su rostro. 

Al mayor parecía divertirlo, pues aquello parecía solo alentarlo a continuar.

En ese encuentro íntimo, Andrew y el muchacho se perdían en la vorágine de la pasión, entregándose por completo al torrente de sensaciones que los envolvía.

Como en ocasiones anteriores, la penetración nunca llegaba a concretarse, una situación que, de alguna manera, le producía alivio. Sin embargo, la nueva preocupación residía en que, a diferencia de antes, los chupetones y ligeras marcas de aquella noche ya no se desvanecían como solían hacerlo. 

Fantasy Land || Luke x Andrew || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora