La Creatividad ama plenamente a la Alegría, y la Alegría siempre esboza una dulce sonrisa ante su fiel amiga la Creatividad.
Ambas siempre fieles amigas, ambas fieles compañeras. Ante todos una no es nada sin la otra. Y ante sus ojos una siempre es parte de la otra.
Iguales en comparación, y vida eterna ante sus corazones de luz.
La Creatividad siempre tiene una mente inventora, donde cada risa y sonrisa de Felicidad marca sus pasos. Un día. La creatividad fue engañada por la Culpa y Mentira. Ambas muy envidiosas de su unión tan pura y plena.
Felicidad la buscaba, pero Creatividad. Cegada por tales engaños de Culpa y Mentira, alejaba los intentos de Felicidad por alcanzarla. Felicidad, triste y anhelante de que Creatividad volviera. Escondía en cada una de sus obras una mariposa.
Pero no cualquier mariposa. Si no la favorita de creatividad, una mariposa azul. Una le las cuales creatividad siempre admiraba.
"Me dan vida".
Esas siempre eran la palabras de Creatividad al verlas.
Creatividad siempre amaba las mariposas. Decía que verlas volar libremente le recordaba la inmencidad y libertad que podría dar la Creatividad a los humanos. Siempre relataba que su trabajo daba vida a sus rostros y plasmaba sus anhelo. Era como ver los deseos de la gente hecha real, era como ver en físico sus deseos. Y así poder darles valentía para hacerlos reales ante sus manos.
Pero cuando Culpa y Miedo la encontraron. Y vieron ante sus ojos la capacidad de creación de Creatividad tuvieron celos. Celos de que Creatividad sea tan pura y leal a sus inventos, pues no había mejor inventor de la realidad que Creatividad.
Y tanto Culpa como Miedo anhelaban esa vivacidad de Creatividad. Por eso, con algunas jugarretas y engaños. Apostaron que no sería capaz de hacer tal magnificencia con el trabajo de Miedo y Culpa.
Creatividad, atacada a su orgullo afirmó que si podría. Y lo apostaba con su vida a que nada podría compararce a su talento. Y desde ése entonces, cada creación de Creatividad tenía manchas o salía mal. Entrando en ella la tristeza de fallar. Y la culpa de no ser apta.
En cambio, Culpa y Miedo se jactaba del trabajo de creatividad. Formando ante ella hermosas y sublimes criaturas y artes, pero ninguna les pertenecía realmente. Pues solo era obra del talento de creatividad, cuales aunque hayan sido ganadas en una apuesta, simplemente no eran verdad.
Felicidad, ofendida e indignada por tales engaños de Culpa y Miedo. Junto a todos en el pueblo de los elementales, marcando ante ello una nueva apuesta.
Una carrera de quién era en verdad el verdadero artista.
Y ante todos los elementales. Tanto Miedo, Culpa y Creatividad aceptaron gustosos la apuesta. Creatividad, si bien aceptó la apuesta ante ella venía la duda de su real habilidad. En cambio Culpa y Miedo, se alzaban arrogantes ante sus grandes azañas.
El duelo comenzó, y si bien el arte de Culpa y Miedo eran hermosa y sublimes. El arte de Creatividad. Si bien mostraba cierto aire sombrío en ellos, podías admirar la pasión y el alma en cada trazo. Marcando así a Creatividad como la ganadora, y a Culpa y Miedo por lo que son. Unas engañosas y tramposas mentirosas.
La Culpa, avergonzada sus acciones ocultó su rostro de la vista del mundo. Y Miedo, ante tales acciones dictaminadas a su nombre. Pidió perdón una y mil veces a Creatividad, admitiendo ante ella que nadie le era igual.
Creatividad, incrédula de tal revelación. Incho su pecho orgullosa de volver a ser quién era. De volver a ser creadora.
Dando la enseñanza ante cada elemental. Que si bien podemos engañar la visión a otros, nunca se podrá ocultar la verdad de la escencia de la verdadera vida que cada elemento viene a otorgar. Por más engaños y mentiras, nadie puede ser igual a uno. Pues cada uno tiene su propia escencia creadora de su misma verdad.
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Los elementales
FantasiCada emoción. Cada experiencia, e incluso cada tristeza y pérdida. Forman parte de lo que somos y lo que siempre seremos. Por eso nunca le tengas miedo a cambiar. a dejar lo viejo y dar bienvenida a lo nuevo, nunca tengas miedo a soltar. Ni tampoco...