Odio A Los Omegas (Yoonmin)

Capítulo 6

Narra Yoongi.

–Taehyung luce tan caliente, se me pone dura con sólo verlo –Hoseok me susurró al oído para que lograra oírlo a pesar de la música.

–Pues tendrás que aguantarte las ganas si no quieres que su novio te dé una golpiza.

Indiqué con mi cabeza a Jeon que mantenía al omega sostenido de la cintura y asesinaba con la mirada a cualquier alfa que se atreviera mirarlo.

–Es un idiota, no sé porque Taehyung sale con él.

Despues de haberlo visto desnudo en las duchas, sé muy bien la razón.

–Deja de pensar tanto, no es el único omega en el planeta –Lo animé.

–¿Tienes razón?¿Crees que SeokJin acepte bailar conmigo? –Mordió su labio, sus ojos evaluando al chico pelirrosa de rostro perfecto.

–Mejor baja tus estándares un poco, empieza con algo más fácil –Lo tomé de los hombros.

Ambos entramos al interior de la casa y me sorprendí al encontrarme con la imagen de Jimin bebiendo una botella de vodka como si fuera agua. Tenía puesta una camiseta que dejaba la piel de su pecho al descubierto y unos pantalones que apretaban su trasero.

La mayoría de los alfas tenían puestos sus ojos en él y es que el omega tenía todo lo que los omegas de su clase envidiaban: rostro tierno y excelente cuerpo.

–Sé que odias a Jimin, pero dime si no te dan ganas de joderlo en todas las posiciones.

–Ni aunque me paguen –Formé una mueca de desagrado.

Era asqueroso, él y su aroma dulce a omega que perturbaba mi querida nariz.

No tenía nada en contra de los omegas, sólo creía que eran una especie desagradable, pero eso era todo.

–Omega libre a las tres en punto –Hoseok indicó a un chico pelirrojo– .Me perdiste.

En menos de medio segundo mi amigo estaba muy lejos de mí así que sin nada mejor que hacer fui por algo de beber. Dí pasos en dirección de Jimin y él hizo una mueca al verme.

–Muévete, Park, no eres el dueño de la cocina –Le ordené cuando su figura se interpuso en mi camino.

–¿No te alcanza con fastidiarme en la escuela, Min?

–No, la verdad, no. Hacerte la vida imposible requiere de un trabajo a tiempo completo, ¿no lo sabes? –Expresé con sarcasmo– .Típica actitud de un omega, creerse el centro del universo.

–Típica actitud de un alfa, seguir a un omega como perrito faldero.

–¿Por qué actúas como una perra dramática? Sólo te dije que te apartaras –Empujé su brazo con mi palma.

Jimin abrió sus ojos con sorpresa.

–¿Acabas de golpearme?

–¿Por qué? ¿Acaso herí tu orgullo, pequeño omega? –Sonreí.

–No eres más que un alfa idiota e irrespetuoso –Él frunció su nariz con repudio.

–Sólo te aparté, debilucho. ¿Tú no eres quien dice que los alfas y omegas deben ser tratados por iguales?

–Tienes razón, entonces supongo que puedo devolverte el golpe, ¿verdad? –Inclinó su cabeza sonriente.

–Por supuesto, golpéame, quiero ver que tan dura es tu pequeña mano –Me reí en burla y le mostré mi hombro.

Pero para mí sorpresa, Jimin en vez de golpearme deslizó su suave mano por mi hombro repartiendo caricias gentiles.

¿Qué estaba pasando?

–O... ¿podemos hacer otra cosa? –Jimin mordió su labio inferior y este gesto se llevó toda mi atención. Sus labios eran tan grandes y rosas que no pude evitar desear tocarlos, probarlos...

Aguarden, ¿qué?

–¿D-de qué hablas? –Tragué saliva, sus ojos oscuros de deseo me consumían.

Este no era Park, estaba seguro de que era el alcohol quien lo obligaba a comportarse de esta manera conmigo.

–¿Prefieres un golpe o... –Jimin relamió sus labios y me sostuvo del cuello– un beso?

–Em, yo... –No pude reaccionar y lo próximo que sentí fueron los labios de Jimin sobre los míos.

Jimin movía sus labios con rudeza, parecía un experto en lo que hacía y cuando menos lo pensé mi mente se nubló. Lo tomé de la cintura dejándome llevar por el calor de su cuerpo.

Mandé a la mierda cualquier pensamiento que pudiera tener respecto a Jimin y lo besé con muchas más ganas, mi lengua invadiendo su boca y robándole un gemido.

No me resistí y bajé mis manos a su trasero, lo apreté contra mí y su muslo rozó mi más que despierta erección.

Estaba muy caliente.

Jimin continuó con sus besos mojados en mi cuello y sus manos acariciaron mi pecho. No tenía mucha experiencia con los omegas, así que únicamente los labios de Jimin sobre mi piel sensible bastaron para venirme en mi ropa interior.

Retuve un gemido y me alejé de su cuerpo al sentir la humedad en mi entrepierna.

Jimin se veía tan sexy con sus labios rojos y cabello despeinado.

–T-tengo que irme –Murmuré avergonzado.

Jimin achicó sus ojos sin entender, pero sin dar tiempo a explicaciones huí despavorido.

¿En serio había tenido un orgasmo sin que me haya siquiera tocado? Es decir yo era obviamente virgen, pero eso era otro nivel.

Casi choqué con Hoseok que me sonreía como idiota.

–¿Acabas de besar a Park Jimin? ¿Por qué carajo huiste? ¿Eres tonto o te haces?

–Hoseok, yo me... –Miré mi entrepierna avergonzado.

–¿Te viniste por unos besos? –Hoseok abrió sus ojos y comenzó a reírse.

–No te burles, fue mi primer beso.

–Ya lo siento.

–¿Nos vamos?

–Claro, al contrario de ti yo no he tenido mucha suerte esta noche.

Negué con la cabeza y miré una última vez a Park.

–De verdad odio a los malditos omegas.

¿Por qué me había besado? ¿Y por qué lo disfruté tanto?

En la puerta me encontré con Jungkook que me observaba como si quisiera asesinarme y sólo ahí me percaté de que probablemente había presenciado mi beso con Park.

Y no parecía muy contento de que toquen su propiedad. Por esto mismo, me tironeó del brazo con fuerza y me dió una dura advertencia:

–Aléjate de él, es mío.

Tragué en seco y él me soltó sabiendo perfectamente el miedo que había generado en mí.

–¿Qué te dijo? –preguntó Hoseok cuando nos encontramos lejos del pelinegro.

–Tonterías.

¿Realmente debía alejarme de Jimin?