𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆︱ScaraHei︱

02

- Mamá, ¿a qué hora vas a llegar? - Preguntó a su madre que doblaba sábanas limpias para después ponerlas en los brazos del chico.

- A las dos de la mañana, cariño - Respondió sin prestar mucha atención a la reacción de su hijo, que parecía tener una sonrisa de oreja a oreja - ¿Por qué? - Alzó una ceja despues de que su hijo se viera, lo suficientemente emocionado para preocuparla, él no era así.

- Hoy  viene Heizou, ¿recuerdas? - Sostuvo las sábanas fuertemente al recordar porque las había lavado - Y...¿quería ver si se podía quedar a dormir? - Desvió su mirada, no podía mantener contacto visual con su madre, tal autoridad ante él le provocaba cierto temor.

- Esta bien... - Ei suspiró, y siguió con su labor - Solo no quiero desorden - Advirtió y Scaramouche no pudo evitar asentir fervientemente.

- Papá, estaré en casa de un amigo - Mencionó tomando un pan con mantequilla que yacía en el plato, recién calentado - Supongo que mamá te lo dijo - Miró por el rabillo del ojo como su padre asentía, y se levantaba del sillón en el que estaba para sentarse junto a él en el comedor -

- Con Kunikuzushi, ¿verdad?, no me da buena espina - Comentó agarrando un plato para servirse la comida que su esposa preparó antes de irse a arreglar para dejar a su hijo a la escuela- Es raro, su madre me agrada, pero el...tiene un carácter...

- Papá, por favor, es un adolescente y yo también - Dijo atento a no regarla con sus respuestas, pero estar con su padre hablando de sus amigos es realmente un dolor de cabeza siempre, y se sentía nervioso - Me cae bien, es alguien interesante, como un caso que resolver..., me hace sentir curioso

- A veces, al intentar resolver "casos" descubres cosas que no quieres - Dicto seriamente su padre - La curiosidad mato al gato, Hei - Acaricio el cabello de su hijo con una sonrisa - Solo ten cuidado, y por favor, respeta los límites que yo y tú madre te hemos planteado.

- Ajá- Respondió restándole mucha importancia, su papá era sobre protector y eso lo llegaba a cansar.

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- ¿Quedarme a dormir?, por supuesto- Dijo Shikanoin por el teléfono, mientras acomodaba algunas cosas en su mochila - Si me dejan quedarme a dormir con Sara, ¿por qué contigo no?.

"Bien, nos vemos en la entrada" Recibió como respuesta antes de colgar.

- Mamá, dice Kunikuzushi si puedo quedarme a dormir a su casa - Comunico esperando a que su madre diera una respuesta, y al llegar a un semáforo esta volteó a verlo con una sonrisa dulce y amable como siempre.

- Por supuesto, ¿una noche de chicos? - Heizou asintió- Me parece perfecto.

Llegó la tarde, y con eso casi todos los alumnos se dispararon a sus casas casi corriendo, no soportaban un minuto más en aquella institución, pero se podría decir que algunos iban a paso lento para hablar y alcanzar a despedirse de sus amigos, como Shikanoin.

- ¿Mañana no hay clases? - Sara asintió- Que alivió - Suspiró, entonces no tendría que levantarse temprano y podía quedarse un buen rato con su compañero.

- De igual forma, no descuides el estudio, haz tu tarea primero - Declaró, y solo pudo hacer un golpe mental al ver rodar los ojos de su pareja que aparte de nunca hacerle caso también era de alguna manera rebelde y no le prestaba mucha atención a las tareas, a menos que se tratara de investigar cosas que de verdad le llamarán la atención.

- Ya me voy, me mandas mensaje cuando llegues a tu casa - Beso la mejilla de su amada.

"Te quiero, tú también me hablas" Sé escucho a lo lejos después de subirse al auto de su compañero, que después de un gran trayecto se daba el derecho de decir que conducía como una bestia.

Y ¿Scaramouche?, ni licencia tenía, eran menores de edad, obviamente no la tendría y con tales circunstancias presentía que los pararían en cualquier momento.

- ¿Quieres algo de beber?, ¿pido algo para comer? - Preguntó Kuni al llegar a su casa y ponerse un poco más cómodos en su habitación, que realmente su amigo sentía su comportamiento inusual.

Y bueno.

¿Alcohol?, no se lo esperaba, pero cuando la botella estuvo frente a él y con curiosidad de tomar un poco desde hace mucho, no puedo resistirse a dar el primer trago.

Él se sentó en la orilla del centro de la cama, mientras el que hacía de anfitrión se recargaba en la puerta de su cuarto, mirando atentamente las acciones del chico que lo hacía temblar con solo su presencia; sin embargo, esa noche sería diferente. Quería hacer temblar a Shikanoin, sentir la piel que este tanto cuidaba, verlo sudar, jadear y hacer caras por él como en sus entrenamientos para el equipo, como en sus partidos, necesitaba hacer todo con aquel chico, o más bien haría todo con aquel chico.

- Mamá dice que no debería ser tan exigente - La voz de Heizou se escuchaba de cierta forma rara, y era obvio, la ebriedad le llegó rápidamente al no consumir en su vida esas cantidades de cerveza - Y yo digo, necesito algo que me llene, debo sentirme lleno, ¿no? - Miro a su amigo, que pareciera que ni su primera bebida había terminado.

- Lo comprendo, es difícil para ti... - El de ojos azules empezó hablar mientras se acercaba a la orilla de la cama donde su amigo prestaba más atención al suelo que a cualquier cosa - No tener a alguien que te complazca, que te haga sentir ¿lleno? - No pudo evitar soltar una risita, que captó la atención del contrario que lo vio confundido.

- ¿Suena tonto?, ahh, claro que sí - Se recostó en la cama, sentía que su mundo daba vueltas, se sentía desganado, pasó una mano por su rostro y cuando intentó elevarse para volver a sentarse sintió como lo tiraron de vuelta, aprisionando sus muñecas en el proceso, ¿un clásico?, supongo.

El rostro de Scaramouche estaba demasiado cerca de él, y no pudo reprimir la risa, preguntándose qué haría su amigo, que broma le habría venido en la cabeza.

- ¿Qué haces?, esto es muy gay - Sonrió por lo dicho, pero se estremeció al ver que el chico no paraba de mirarlo sin alguna expresión - Oye, ya basta, deja de mirarme, en serio, ¿Scara?

- Yo..., perdón - Se quitó lo más rápido que pudo de encima, para luego retirarse de la habitación dejando confundido al otro, que no más de unos segundos fue a seguirlo hasta la sala.

Se quedó parado siguiendo con la mirada al contrario que se movió de un lugar a otro hasta quedarse sentado en el sofá. Parecía que estaba teniendo un conflicto interno, uno que supuso terminó cuando el rostro pálido se relajó y por fin lo volteó a ver.

- Hei, ven - El nombrado no supo mucho a como reaccionar, así que solo se quedó un rato más quieto - Mamá se enojará mucho si hacemos desorden- Susurró para sí mismo, dejando más desconcertado al pelirrojo,¿por qué se preocupaba tanto por ello?.

- ¿De que hablas? - Caminó hasta su lugar para quedar frente a este, quien levantó su mirada para verse mutuamente - Es normal el desorden, y podemos limpiar más tarde - Dijo sin más para revolver el cabello de él que estaba sentado.

- Heizou yo... - Pauso sus palabras, y extendió sus brazos para tomar por la cintura al chico que sin mucha fuerza pudo arrodillarlo en su regazo -estoy enamorado de ti, me gustas mucho... -

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Hi, sólo necesito avisar que el próximo capítulo tendrá pues el contenido que se anuncia en la descripción, solamente que no es consensuado, lo advierto para que no pasen un mal rato si no les agrada (qué a nadie debería agradarle) ese tipo de actos.