Abro los ojos

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No sé en qué momento de mi vida todo se arruinó, ayer era un hombre feliz casado con el amor de mi vida, la mujer más hermosa que una vez conocí. Hoy me encuentro en mi casa, conteniendo la ira en mi pecho para evitar asesinar a alguien, el único modo de desquite que tengo es arrojar las pertenencias de mi esposa por la ventana, y las de su acompañante.

Jamás habría pensado que algo así acabaría pasándome a mí, pensé que mi vida estaba resuelta, a mi edad de 30 años había conseguido un muy buen puesto en una empresa, tenía una linda casa, una bella esposa que juraba que me amaba, y a mis padres aún con vida. Pensaba que lo tenía todo. Ahora no sé si estar agradecido por haber olvidado algunos documentos en la mañana y haber tenido que regresar por ellos en las horas de la tarde.

—¡PERCY! —gritaba mi esposa Rachel mientras veía como todas sus pertenencias eran arrojadas al vacío, ninguna de sus prendas podría evitar mi ira. Giré a verla, las lágrimas corrían por sus mejillas, la expresión de su rostro era de terror puro y una angustia que jamás había visto, mientras su compañero trataba de cubrirse con las sábanas de nuestra cama.

Mis oídos parecían ensordecidos ante sus súplicas, escuchaba claramente su voz pero no entendía las palabras que pronunciaba, ni mucho menos quería hacer caso a lo que ella decía, una vez acabé con todo me dirigí hasta ellos.

— Escucha Percy, esto ha sido solo un error tienes que creerme por favor, te suplico que me des una oportunidad de explicarme, te amo— pronunciaba Rachel incesantemente ante mi negativa de aceptar alguna de sus justificaciones para lo que acababa de ver.

—¡Largo! — grite a su amante. Veía todo rojo y empuñaba mis manos para contener la ira que tenía aprisionada dentro de mí, si bien estaba a un pelo de dejarme llevar por la locura, sabía que no podía golpearlo o yo sería arrestado.

— Creo que no te gusta ver que yo también puedo ganar algo, qué puedo tener algo tuyo solo para mí, creo que deberías escuchar las sabias palabras que mi padre una vez me dijo Percy, debes aprender a compartir con tu hermano, Así que creo que tú deberías aprender a compartir— dijo Crisaor con una sonrisa de suficiencia al verme tan molesto por lo que acababa de ver. Sabía que él y yo jamás seríamos amigos mucho menos hermanos, pero por ningún momento se me cruzó por la cabeza que él llegaría a ser el tipo de hombre que se acostaría con la esposa de su hermano solo por una vendetta ridícula.

No pude aguantar ver su sonrisa cínica, por lo que sin importarme que estuviera desnudo lo tomé del brazo y lo empujé lo más fuerte que pude hasta la puerta de entrada, ahí en mi pórtico se encontraba completamente desnudo, mientras me gritaba que debía dejarlo encontrar su ropa para poder marcharse. sin esperar un segundo llamé a la policía y les informé que había dos personas desnudas frente a mi casa, se exhibían por todo el vecindario.

—Percy, sé que cometí un error pero él me sedujo Percy, debes creerme te suplico que me des una oportunidad— rogaba descaradamente mi futura ex esposa, solo llevaba una sábana envuelta en su cuerpo, el cuerpo que muchas veces había tocado, y el que seguramente crisador también había tocado es más de una oportunidad.

— Tus cosas ya están afuera llévatelas— fue lo único que dije antes de tomarla por el brazo y empujarla hasta fuera de la propiedad.

No supe mucho de mí durante algunos minutos, solo escuchaba Los fuertes gritos en la puerta de mi esposa, mientras suplicaba por ser perdonada, y que la dejara entrar y habláramos, según ella aún podíamos arreglar las cosas entre nosotros y ser una familia feliz, repetía una y otra vez que todo esto había sido culpa de crisaor, fue el que la sedujo y que por eso yo debía perdonarla no era su culpa, pasó de eso a iniciar sus amenazas y a decir que iba a acabarme en los tribunales en el divorcio, sus amenazas cada vez se hacían peores, inclusive amenazó con reportar la policía por abuso físico aunque jamás había levantado la mano para hacerle daño.

Mi mente se desconectó hasta que escuché unos golpes en la puerta diferentes al griterío de Rachel, pronto escuché como un hombre al otro de la puerta se ha identificado como policía y solicitaba que abriera la puerta, sin pensarlo mucho abrir la puerta indiqué que yo había hecho la llamada por exhibicionismo, por el exhibicionismo de mi hermano mayor y de mi esposa. Conté todo lo sucedido a los agentes de policías, entendí por su expresión que no había mucho que podían hacer pero la aventaban lo que había sucedido, dijeron que esto era una disputa doméstica, sin embargo no podía hacer lo que había hecho debía permitir el acceso a mi esposa pues, la propiedad era de ambos.

La sonrisa de Rachel estuvo presente al momento de escuchar a la gente, así que tomó todas sus cosas y volvió adentro y se encerró en nuestra habitación, pero yo no iba a quedarme mucho tiempo con ella, estará a su lado me intoxicada, respirar su mismo aire era como un puñal en mi pecho que se clavaba más profundo con cada inhalación. Me encerré en mi despacho, durante toda la noche no pude dormir, no iba a permitir que ellos se salieran con la suya, así que rápidamente transferí todos mis activos al extranjero.

Todo aquello cuanto poseía fue vendido y el dinero fue enviado a mi nueva cuenta, misma que Rachel jamás iba a poder tocar, en la madrugada cuando sabía que ella estaba dormida entregar la habitación con la llave de repuesto en para que todas mis cosas y salí sin decir a dónde iba, ese era el máximo de consideración que ya se merecía. No importandome la hora llamé a mi padre.

—¿Percy? ¿Estás bien? ¿le sucedió algo a Rachel? — preguntó preocupado ante mi insistencia.

— Me voy a divorciar de Rachel— fue lo único que tenía que decir después de escuchar su voz.

—¿Qué?¿por qué? —Pregunto confundido.

—Esta noche encontré a Rachel y a tu primogénito en mi cama, siempre hiciste todo para que Crisaor y yo nos lleváramos bien pero tal parece que él nunca dejó de verme como la razón por la que sus padres se divorciaron, solo te informo esto padre, me iré de aquí no sé si regrese a la ciudad, Te pido por favor que me informes cualquier cosa que suceda y además de eso que me pongas en contacto con tu amigo abogado, necesitaré uno muy bueno, no permitiré que Rachel se quede con absolutamente nada de lo que es mío, de lo que yo trabajé, y de ahora en adelante jamás vuelvas a tratar de que Crisaor y yo estemos bien nunca podría perdonarle esto, Adiós padre.

Colgué la llamada antes de que él pudiera mencionar alguna palabra al respecto, no necesitaba escuchar nada de él, seguramente en la mañana estallaría una bomba, a cual yo no quería ver y tampoco quería estar al tanto de los daños colaterales, pero de algo estaba seguro Rachel y Crisaor iban a quedar completamente mutilados después de esto.

CATCHING THE SKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora