Mi regreso a New York fue justamente como había pensado, mi padre diciéndome que debía quedarme, que ya había pasado mucho tiempo lejos, Rachel buscando cualquier excusa para acercarse y me rogaba que no permitiera que un simple error arruinara nuestra vida perfecta, en más de una ocasión me dijo que el amor que yo sentía por ella podía superar esto sin problemas. Qué cínica es la gente tramposa, pero bueno, lo importante es que voy de regreso con Annabeth, aunque me tardaré más de lo planeado porque he decidido mudar mi vida.
Llevo un camión lleno de todas mis cosas, así no necesitaré nada más que esté New York y además de eso pronto saldrá mi divorcio, así que no puedo estar más que feliz, sin embargo ahora debo buscar un lugar propio, no me parece correcto que Annabeth y yo estemos a hurtadillas en la casa de sus padres, por eso le pedí a mi abogado que preparara los papeles para comprar cierta propiedad.
Al llegar al pueblo me dirige a la cárcel donde tenían arrestado a Hermes, luego de una conversación donde amenace con arruinarlo accedió a venderme sus tierras, ya que nadie podía trabajarlas mientras él estuviera tras las rejas. Estaba muy emocionado, pues quería que llegarán los obreros que contraté para remodelar la casa, ahí sería donde Annie y yo viviríamos.
Llegué a las tierras de los Chase como a las 3 de la tarde, por lo que fui al lugar en donde seguramente estaría trabajando mi hermosa novia, sin embargo no estaba ahí, por lo que seguí buscándola en todo los lugares posibles, sin dar con su paradero. Empecé a sentirme un poco de nervios por no verla en ninguno de sus lugares habituales, así que decidí entrar a la casa y buscarla, la vi acostada en su cama.
— Hola Annie — dije tranquilo por verla
Ella pareció tensarse al escuchar mi voz, lo que me pareció extraño, creí que ella se alegraría de verme tanto como yo de volver a verla. Ella se giró permitiéndome ver su rostro, el cual tenía un moretón en su labio.
— ¿Qué te pasó?— pregunté sentándome junto a ella para examinar bien su rostro.
— Nada, es solo un golpe, me caí por estar distraída— dijo ella cuando intentó sonreír una mueca de dolor apareció en su rostro, pero aquello no le impidió abrazarme— te extrañe.
La aparte de mi delicadamente —¿Quien te hizo el golpe que estoy viendo Annabeth? — pregunté enojado de que alguien se atreviera a tocarla.
— Realmente no es gran cosa Percy, así que mejor olvidemoslo— dijo ella tratando de acurrucarse entre mis brazos, esta vez no la aparte pero no deje de insistir.
— No voy a olvidarlo, así que podemos hacerlo fácil, me dices quién fue, o difícil, pondré de cabeza todo el pueblo si es necesario para saber quién se ha atrevido a ponerte una mano encima— dije con voz suave, pero firme.
— No se quien fue, pero creo que no le gustó enterarse de que estaba en una relación y por eso lo hizo— dijo con voz temblorosa.
— Ningún hombre de aquí te merece, si quiere podemos irnos, tu yo, a otro lugar, en cualquier parte del mundo— comenté.
— No seas tonto Percy, aquí soy muy feliz, la mayor parte del tiempo, además no podría dejar a mis padres solos y sobre todo no cuento con los recursos para hacer dicho viaje— respondió.
Tenía muchas ganas de decirle que el dinero no es algo de lo que debía preocuparse de ahora en adelante, yo aún tenía acceso a todo mi dinero, y mi padre había actualizado su testamento y me lo había dejado todo a mi, pero no estaba seguro de si nuestra relación cambiaría al revelar esa información, por lo que preferí callar, tal vez más adelante podría decirle todo sin temor alguno.
***
Casi un mes había pasado y gracias a mi abogado ya me encontraba felizmente divorciado, Rachel al final aceptó una suma de dinero y desapareció de mi vida, la casa en donde habíamos vivido había sido vendida y había comprado un apartamento, un lugar sencillo en un buen vecindario, era un importante tener un lugar en donde quedarse cuando quisiera visitar a mi madre y a mi padre.
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CATCHING THE SKY
FanfictionDespues de decubrir una horrible traicion, Percy decide alejarse de todo. Aun sabiando que es un hombre casado no puede dejar de pensar en la hermosa chica rubia que se sienta todas las mañanas a desayunar frente a él. ¿Podra Percy evitar caer en el...