Sumi Todoroki sufre de un intenso insomnio que la mantiene despierta todas las noches. Un par de postres de media noche tal vez ayuden a sobrellevar su martirio.
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Historia corta.
Postre japonés tradicional hecho de arroz glutinoso machacado hasta lograr una consistencia elástica. Los ingredientes principales son arroz glutinoso y azúcar, y a veces se agregan otros sabores o rellenos como frijoles rojos dulces. Es popular en varias celebraciones y ocasiones especiales en la cultura japonesa.
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— Mañana comienzan los exámenes... todos descansan, incluso Izuku. -un tenue suspiro salió de sus labios. — Realmente los envidio. -llevó sus manos hasta su rostro y talló con delicadeza sus ojos.
Su mirada cansada disociaba por todo el recinto sumido en la oscuridad. A diferencia de otros días ahora estaba sola. Siempre lo había estado, pero ahora se sentía más. Solo el ligero movimiento del viento afuera era lo único que la acompañaba por brevedades.
— Extraño a Izuku. -confesó al aire en un suspiro que se quedó para ella misma. Observó el reloj colgado sobre la pared y se decidió por volver a su habitación. Incluso Izuku tenía sus límites para estar con ella.
Sumi se incorporó de pie y soltó un último vistazo al lugar donde ambos siempre compartían sus noches. Suspiró y decidió marcharse.
— Te encontré... -el tenue pero perceptible llamado frente a ella le tomó por sorpresa. Pese a la penumbra y a la nula visión que tenía sobre el dueño de la voz lo reconoció al instante.
— Izuku... -susurró la chica. — ¿No estabas dormido? -mencionó en voz baja.
— No podía dejar a la chica que come mis postres malos sin rechistar sola... -Izuku mencionó con cierta gracia caminando hacia ella.
Al acortar la distancia entre ambos la penumbra pasó a un segundo plano gracias a los pequeños destellos de la luna que se colaban. Al estar frente a sus ojos ambos se observaron por unos instantes donde Izuku le regaló una pequeña sonrisa tierna a la chica para después acariciar con delicadeza su cabello.
Izuku estaba extrañamente cariñoso con ella.
— Espera un poco, si?
Sumi abrió los ojos al sentir que la mano de Izuku se despegaba de su cabello. Lo observó caminar hacia la cocina y buscar algo y al conseguirlo regresó a ella.
