Una pista (EN PAUSA)

Baile-7

En la mirada tuya, un enigma reside,
un sentimiento oculto que no puedo deshacer.
Aunque el destino nos separa, firme y decidido,
y en tu corazón, sé que no hay lugar para mí.

Mas me pregunto, ¿qué sucedería?
Si los velos cayeran de tu mirar,
si vieras el amor, puro y sin guía,
que por ti siento, sin poderlo expresar.

Te amo en silencio, te quiero en secreto,
anhelo decirlo, mas no encuentro el modo.
Cada intento falla, se torna en un reto,
y de mis labios, solo escapas al lodo.

No soy tu enemigo, no deseo serlo,
quiero ser el refugio en tu soledad.
Especial para ti, como tú en mi cielo,
un destello de luz en la oscuridad.
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El semáforo se puso en verde nuevamente, y con un suspiro, Harry aceleró. El silencio entre ellos era palpable, cada uno perdido en sus pensamientos. Draco miraba por la ventana, su reflejo en el cristal mostraba un semblante pensativo que Harry no había visto antes.

- No te preocupes por ella, siempre es rápida para sacar conclusiones apresuradas.- Dijo Draco sin voltear a verle la cara.

Harry alzo una ceja sin saber a qué se refería.

- Luppler.

- Oh, si.

Por un momento habia olvidado a la chica, su rostro no pudo evitar ponerse rojo al recordar la situación.

Una vez más el silencio volvió a reinar y así fue hasta que el Harry volvió a notar esa expresión de caída en el rostro Malfoy que se atrevió a preguntar.

-¿Por qué estás aquí, Malfoy?-preguntó Harry, rompiendo el silencio.

Draco se giró hacia él, una sonrisa torcida adornando su rostro.

-¿No es obvio? Estoy evitando a mi padre. Además, esta fiesta podría ser interesante.

Harry asintió, entendiendo demasiado bien la necesidad de escapar de las expectativas familiares. Entonces cada uno volvió a sumergirse en sus propios pensamientos,.

Se concentró en la carretera. El resto del viaje transcurrió en un silencio que, sorprendentemente, no era incómodo. Al llegar a la fiesta, Draco salió del coche sin decir una palabra, pero no sin antes darle una mirada significativa a Harry, una que decía "esto no cambia nada entre nosotros, pero gracias".

Harry se quedó un momento en el coche, procesando la noche. La fiesta de Oliver podía esperar; tenía cosas más importantes en las que pensar. Con un suspiro, salió del coche y se dirigió hacia la entrada, listo para enfrentar lo que fuera que la noche le deparara.

La fiesta estaba en pleno apogeo cuando Harry entró. La música vibraba en las paredes y las risas llenaban el aire. Se abrió paso entre la multitud, saludando a conocidos y amigos, pero su mente estaba en otra parte. No podía dejar de pensar en el incidente con Draco y Lexi. ¿Qué pensaría la gente si se enterara? ¿Y qué pensaba él mismo?

Mientras se perdía en sus pensamientos, una mano se posó en su hombro. Era Oliver, el anfitrión, con una sonrisa radiante.

- ¡Harry, amigo, finalmente llegaste!- exclamó Oliver. --Ven, tengo a alguien que quiero que conozcas.

Oliver lo guió a través de la sala hasta una esquina más tranquila donde una chica estaba de pie, su cabello castaño brillaba bajo las luces. Ella se volvió y sus ojos se encontraron con los de Harry. Era alguien nuevo, alguien que no había visto antes.

- Harry, esta es Emilia -dijo Oliver. - Emilia, Harry.

- Encantado - dijo Harry, extendiendo la mano.