Versos A La Muerte.

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐.

A veces me pregunto qué hago aquí. Supongo todos nos hemos hecho esa pregunta, ¿no? ¿Por qué existimos? ¿Por qué morimos? ¿Por qué seguimos el ciclo de la vida? Sólo nacemos, cumplimos nuestras tareas aquí, y desaparecemos.

Quizás nunca nos hemos puesto a pensar en el dolor y vacío que podríamos dejar a quienes nos conocen cuando dejamos de existir en este mundo. Quizás sólo pensamos que dejamos de existir, nos llorarán por meses y se olvidarán de nosotros. Pero, ¿y si no es así? Nadie sabe superar la muerte de alguien cercano, ni la de un ser querido; quizás sólo aprendemos a convivir con su partida hasta que llegue la nuestra.

¿Por qué no podemos ser inmortales? Suena una pregunta muy infantil, ¿verdad?, pero, aunque suene infantil, tiene su misterio. ¿Por qué no ser inmortales y no dejar un vacío irremediable en las personas que queremos? Quizás no estaríamos todos en este mundo, ¿caberíamos todos? Nadie lo sabe. Nadie tiene respuesta para cada una de nuestras dudas. ¿Por qué tenemos que morir y dejar toda nuestra vida atrás? Una vida llena de momentos felices, al igual que tristes, de momentos hermosos, al igual que otros horribles. Una vida inspirada en una montaña rusa.

Dicen que cuando nuestro corazón deja de funcionar, todo nuestro sistema se apaga lentamente como una bombilla que cada vez ilumina menos. Pero, ¿y nuestro cerebro? Se comenta que se queda 7 minutos procesando todos nuestros momentos hermosos de la vida. Momentos en los que habremos pasado con amigos, familia, parejas, un sin fin de personas que habrán venido e ido de nuestra vida.

Sinceramente, tú serías esos siete minutos restantes.