GEmelos!

Capítulo 3

Yoongi no pensaba en nada más que en el partido, realmente estaba nervioso y preocupado, pero simplemente no se lo mostraba a nadie. Durante la espera hacía el enfrentamiento, se había estado ejercitando y practicando física y mentalmente para lo que tendría que enfrentar.

Pasaron los dos días y estaba más que preparado. El momento del enfrentamiento había llegado. En el vestuario recibió apoyo por sus mismos compañeros y entrenador.

—Yoongi nosotros te cubrimos.

—Sí, tú nos cubriste antes, ahora nos toca cubrirte a ti.

—Gracias chicos, os lo agradezco—agradeció Yoongi.

—¡Yoongi!—Grito el entrenador—¡para el frente y hacia la victoria!, ¡Que nada te detenga, tú puedes!

—¡Sí entrenador!—contestó Yoongi.

Ambos equipos salieron a la cancha, y nada más salir Yoongi se paralizó, estaba muy nervioso, no podía dar ni un paso. Pensó que estaba preparado para ello pero empezó a sentir que no era así, y cuando retrocedió un paso, a punto de rendirse y salir corriendo, levantó la mirada y pudo ver a sus amigos, madre y hermano, apoyándolo desde arriba, e incluso a su padre.
No esperaba que su padre estaría presente, eso lo valoró tanto que no podía rendirse, decidió luchar con todo y seguir adelante.

Yoongi dejó de retroceder y solo fue hacia delante. Saludó nuevamente a la estrella rival con un apretón de manos, pero antes de comenzar el partido este lo intentó asustar.

—realmente eres valiente volviendo a jugar contra nosotros, deberías haber dejado el baloncesto—dijo la estrella—Vas a acabar igual que la última vez, voy hacer que te arrepientes de venir hoy y dejes de jugar para siempre.

—Eso deberías decirlo después del partido—Se defendió— No cantes victoria todavía, no soy el mismo de antes, te voy a hacer pedazos.

Su rival intentó asústalo para que abandonará, pero Yoongi no se dejó humillar, estaba decidido a ganar, no le tenía miedo y haría que se tragara sus palabras. Como la estrella rival no consiguió lo que quería, simplemente fruñó el entre cejo y dió media vuelta.

Los jugadores se colocaron en sus posiciones, y una vez que el árbitro dio la señal, ambos equipos empezaron a jugar. Los amigos de Yoongi y familia le observaban desde lo más alto de las gradas, tenían la confianza puesta en Yoongi, sentían que lo conseguirías, lo mismo que su padre, quien no lo perdía de vista en ningún momento.

El partido comenzó con buen pie, el equipo de Yoongi estaban en racha y habían marcado más puntos que los cuervos, pero a mitad del juego se complicó. Nuevamente Yoongi se volvía a encontrar en la misma situación, 08-09 iban de notación. Seguían en las mismas, y se volvió a sentir  frustrado y nervioso, el balón lo tenía la estrella rival y Yoongi debía quitársela.

Ambos se encontraban frente a frente, esperando el movimiento del otro, pero Yoongi no podía reaccionar, tenía la mente en blanco y no podía pensar, estaba en un gran problema. Eso lo notaron sus amigos y sus familiares, y también sus compañeros de equipo, así que para hacerle reaccionar lo único que hicieron fue animarle."¡¡vamos tú puedes!!" Le gritaban ellos.

Eso causó que Yoongi reaccionara, "¿qué estoy haciendo?, yo puedo lograrlo no dejaré que esto me afecte" pensó él, y enseguida actuó. El cronómetro marcaba cinco minutos para el fin del juego.
Yoongi fue directo hacia su rival y consiguió arrebatarle el balón marcando así un punto más llegando a empate.

—No cantes victoria todavía—dijo la estrella rival.

—Tú solo juega—respondió Yoongi haciéndole enojar.

Solo faltaban dos minutos para que terminara el partido, y las estrellas de oro debían marcan solo un punto más para ganar, quien marcase este último punto sería en ganador.

Yoongi estaba decidido a ganar, el equipo se volvió a reunir para ocupar sus lugares y continuar jugando. El balón rebotaba una y otra vez sobre la palmas de la mano del oponente, provocándolo así, pero Yoongi no caería en su juego de niños.

El cronómetro marcaba treinta segundo, mostrando la cuenta atrás. Yoongi solo debía quitarle el balón y marcar. Volvieron a colocarse frente a frente, y Yoongi volvió a hacer la misma jugada, se acercó e intentó quitarle el balón, y este jugador traposo, intentó volver a lesionarlo, sus compañeros y seres queridos que lo veían desde las gradas se dieron cuenta.

Levantaron la mirada preocupados por Yoongi, pero ellos no eran los únicos que se percataron de la situación, Yoongi también lo notó y no permitió que eso pasara, así que simplemente observó su pierna llendo hacia él, entonces lo sobre pasó, y le arrebató el balón.

Se dirigió directamente a marcar punto, tan solo faltaban tres segundos. Yoongi apuntó, lanzó, y el balón giró en el aire a cámara lenta mientras el cronómetro contaba los segundos.

El público y compañeros observaban el balón esperando que pudiera llegar antes de que se agotara el tiempo, y cuando tan solo faltaba un segundo, el balón encestó.

Desde ese momento todos gritaron eufóricos, el equipo se reunió y daban saltos de alegría, los padres y amigos de Yoongi festejaban en lo alto y el público gritaba de alegría.

Los cuervos había perdido y estaban muy enfadados, la estrella rival observó muy furioso a Yoongi quien le devolvió la mirada, y luego se marchó resentido.
Después del partido Yoongi se reunió con su hermano y los chicos, sin dejar atrás a sus padres.

—¡Amigo lo has conseguido!—dijo king

—Ha sido brutal—le alagó Shino.

—Sí, has jugado muy bien—comentó Lee.

—Muchas gracias, ahora estoy realmente aliviado.

—Hermano sabía que lo conseguirías—Dijo Suga.

—En verdad, al principio estaba nervioso—confesó—pero teniéndolos a ustedes aquí apoyándome pude controlarme y seguir adelante.

—Hijo mío, lo has hecho muy bien—dijo su madre—No te preocupes por eso.

—Gracias madre.

—Hijo—habló su padre—Lo has hecho genial, estoy muy orgulloso de ti.

—Me alegro de hacerte sentir orgulloso padre—dijo muy sonriente.

—Bueno vayamos a festejar ¿no?—propuso king.

—¿A qué esperamos?—Dijo Suga,

Sus amigos y hermano salieron primero y Yoongi iba a ir detrás, pero se detuvo y miró a sus padres.

—¿No vienen?—les preguntó.

—No hijo, ustedes vayan y diviértanse, la noche es vuestra—dijo su padre.

—De acuerdo, nos vemos en casa—se despidió con una sonrisa.

—¡Diviértete cariño!— le dijo por último su madre.

Las estrellas de oro habían logrado derrotar a los cuervos, y por ellos decidieron celebrarlo, festejándolo en el mismo lugar que de costumbre, la noche fue espectacular. Yoongi logró ganar y afrontar sus miedos, y se lo pasaba bien el la fiesta, ¿que más podía pedir? Toda la noche festejaron hasta no poder más, aquel día nunca lo iba a olvidar, porque fue el día en que logró superarse a él mismo y llegar hasta la cima.