Aroma a mentiras

Antecedentes

Mi abuela escapo de su hogar a la edad de dieciocho años. Llegando a un pequeño aquelarre y conociendo a mi abuelo que vivía en el reino de fantasía, que en ese entonces tenía diecisiete años.
Tuvieron un año juntos. Un año juntos, donde mi tata se escapaba de su pequeño pueblito en las esquinas del reino de fantasía para pisar el territorio donde brujas verdes se cuidaban entre ellas como en familia, y pasar días y días juntos. Ellos eran almas gemelas. Ellos lo eran a pesar de que todos dicen que no puede y ni hay almas gemelas entre los magos y brujas. Que no se podían mezclar.
Los magos tenían magia en su interior. Mi abuelo podía controlar las plantas, era el mejor jardinero y cocinero de su reino. Tenía una pequeña tiendita de comidas caseras quien su tatarabuelo había puesto hace años. Antes de que la guerra comience.
Las brujas tienen otro tipo de magia, hacen hechizos y conjuros tanto en personas como objetos. Los magos les tienen miedo porque saben que los viejos libros de brujería podían conjurar y hasta traer la muerte misma. Entre mi abuelo y abuela nunca hubo miedo, su amor llegaba más allá que eso.
Tuvieron un entero juntos antes de que se llevaran a mi abuelo a la guerra.
Cuatro años después Cuando mi abuelo volvió a casa donde lo esperaba su novia, en los que se dio cuenta que había tenido una hermosa hija con pelo color dorado y con los ojos azules más claros que el mismo cielo. Idéntica a él.
Dándose cuenta también que había dejado a su mujer, sola y embarazada de su hija. Destruyéndose por dentro de la culpa.
Después de cuatro años en los que sobrevivió a la guerra entre cuatro reinos. Al fin pudo volver a casa, vivo, pero como consecuencia de estar en el campo de batalla, había perdido el brazo izquierdo. Tuvo cuatro meses de descanso. Cuatro meses en los que pudo disfrutar a su hija al máximo.
Mi abuela me contaba que mi abuelo lloraba todas las noches. Lamentando haberse perdido todo ese tiempo en conocer a su hija. Y por haber perdido los lindos momentos que pudieron haber tenido mi abuela y el, al estar ella embarazada.
Los cuatro meses se habían pasado volando, había llegado el momento de volver a la guerra. luego de irse y volver a abandonar a su familia el nunca volvió. Tiempo después, se esparcio el rumor que la guerra había terminado. Así que mi nana sigue esperando su regreso.
Mi madre, al cumplir los dieciocho años, decidió mudarse al reino de la luz. Nunca nadie supo porque o que la había llevado a tomar esa decisión. Mi abuela había supuesto que mi madre quería empezar a trabajar en el castillo de reino de la luz ya que necesitaban el mayor servicio posible, sabiendo que había empezado una tregua entre los otros dos reinos para reunir soldados y combatir al rey alquiles y arrebatarle toda la magia que había robado.
Ella quería huir tan tan lejos para que no la encontrara, asi que aprovecho la situación hasta llegar a ese reino desconocido. ella vivió en un pequeño aquelarre donde Vivian brujas blancas. que la acogieron sin problema y la llenaron de amor, y a su hija, con el pelo más naranja que una zanahoria y con los ojos más verdes y claros que alguien podría conocer.
Dos años después, se había casado con un vendedor de velas, con un gran corazón con quien tuvieron a un pequeño niño de ojos azules, llamado mateo.
Mi abuela iba a visitarnos cuando nosotros éramos pequeños, pero ya cuando mateo tenía cuatro y yo seis la empezamos a ir a visitar nosotros a ella.
Cuatro años después, a la edad de diez años, mi madre murió por la noche. Mientras dormía. Dejándonos con Samael, su esposo. mi padrastro.
Mi nana decidida que la tienda que había en el reino de fantasía, donde ella solía trabajar y donde vendía unos ricos y suaves bizcochos, la cuidara y la abriera todos los días una vieja amiga suya. Ya que decidido que ayudar a su nuero con nosotros dos era más importante.
Siete años después, me convertí en la aprendiz de mi abuela. Para aprender todo lo posible de brujería y saber pasar desapercibida entre las personas en el reino de la luz y en el castillo. Donde trabajaba día y noche.