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Esme

- ¿Ir a la universidad? Pero si ya tienes todo lo que necesitas: dinero, lujos, fama, admiradores. ¡Todo! No es posible que te falte nada.- dijo mi compañera actriz, Julia, quien tiene unos 25 años de edad y nunca ha querido estudiar.

- Pero yo quiero saber que puedo trabajar como cualquier otra persona, sin tener que depender de la fama. Imagínate: dejan de ver los programas y películas en las que actúas y que, ¿A trabajar en un restaurante de comida rápida? Para mi, eso no.- respondí.

Desde que había decidido ir a estudiar saliendo de la prepa, Julia me había estado intentando convencer que era mala idea.

- Mija, yo creo eso imposible. Pero bueno, haz lo que tu quieras. Pero no voy a ayudarte con tus tareas, ¿Okay?- me dijo, la ultima parte con un tono de broma.

- Si, está bien. Ya me voy que tengo que alistar todo para el lunes no estar apresurada.- dije y me salí de los estudios en donde estábamos.

Llegue a la casa que acababa de comprar. Era chica, pero era para un plan mio, que se me ocurrió hace poco.

Como es de esperarse, las personas juzgan a otros solo por su apariencia, "no juzgues a un libro por su portada"; y hay muchas personas hipócritas que lo hacen y luego fingen no hacerlo.

Entonces, al intentar ser una nerd, voy a ver quienes en verdad son las personas buenas y cuales son hipócritas.

Y es por eso que no van a saber que soy actriz.
Y esa parte es de suma importancia, ya que si no lo fuera, y mas bien me dedicara a ser cantante o algo así, no funcionaria mi plan.

- Señorita Acosta, la cena está lista.- dijo la cocinera. Claro, yo soy buena cocinando ya que he tomado varias clases de gastronomía, pero aun así tengo cocinera. Hay veces en que tengo que salir rápido a mi trabajo o algo por el estilo, y es mucho más fácil así.

- Okay, ya voy.- entré en la cocina y un delicioso aroma a espagueti me envolvió. - ¿Espagueti?-

Samara, la cocinera de 40 años, asintió con una sonrisa. - ¿Como fue tu día? ¿Lista para entrar a clases?- preguntó.

- Si. Lo bueno es que ni siquiera los maestros saben que soy actriz famosa. Hubo una ves que al ir por mi hermano a su escuela, bueno, secundaria, me reconocieron y no le dejaban tareas. Yo no lo considero justo.- respondí, para luego comenzar a comer.

- Eso es verdad.

Comimos en silencio por un rato, y al terminar me fui directamente a mi recamara.

- Que descanse, señorita Acosta.- me dijo desde la puerta.

- Por favor Samara, diga me Esme.- le Sonreí. Ella asintió y salio, cerrando la puerta.

Me puse ropa para dormir que traje de Italia a el Estado de México una ves que me tocó grabar allá, y me dormí de inmediato.

A la siguiente mañana, el aroma a hotcakes hizo que no pudiera dormir mas tiempo, y en realidad quería dormir más ya que hoy es Sábado, y el lunes comienzo a ir a clases.

- Buenos días Señorita Aco... Esme. ¿Como durmió?- dijo Samara, recordando que me llamara Esme y no Señorita Acosta.

- Bien Samy. ¿Y tu?- se me escapo un bostezo.

- Bien. Espero que tengas hambre, hoy te hice unos hotcakes con fruta fresca y jugo de naranja.- sonrió, pasando me un plato con hotcakes embarrados de chocolate y con trozos de fresa arriba.

PortadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora