Yeah, I've met Jared (of course, I've met Jared)
The one who took you away from meQuackity cerro la puerta que se encontraba atrás de el, ¿Qué se supone que fue eso? Acababa de conocer al novio de su amor secreto (no tan secreto).
El corazón de Quackity latía tan rápido, no por haber encontrado a Luzu, ni por haber conocido a su novio imbécil, si no por que había estado aguantando sus nervios al igual que sus lágrimas, le dolía ver a Luzu con ese tal Auron, le dolía verlo tan feliz con el, le dolía que Luzu estuviera con la persona que amaba, le dolía que Luzu lo miraba con amor, le dolía que el no podía ser Auron, le dolía no poder estar con el, simplemente dolía. Quackity no sabía que sentir, no sabía si sentirse triste o enojado, decepcionado tal vez, no lo se.
Quackity dejó sus llaves en la mesa y se dirigió a pesares hacia su sala, sus piernas se sentían débiles, y su corazón se aplastaba, le dolía todo, el pensar en Luzu y su novio, el que su corazón aún latiera por el castaño, incluso podía decir que le dolía el cuerpo.
Quackity no soporto estar más tiempo de pie y simplemente cayó al suelo, con lágrimas amenazando con salir de sus ojos, con la respiración irregular.
Desearía nunca haberse enamorado del castaño.
Lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, lágrimas que demostraban lo mucho que le dolía el amor que sentía por su amigo, y eso era lo peor, que solo era su amigo. Luzu podía tener una vida en la que Quackity no podía estar, Luzu podía enamorarse de demás personas, y Quackity, el siempre iba a pensar en Luzu, en su vida, en qué el ahora era feliz, en qué no estaba con el. El amor que sentía el azabache dolía, dolía como si le hubieran arrancado todas sus extremidades, dolía tanto que era inevitable llorar. Quackity tumbó todo su cuerpo en el suelo, haciéndose bolita, abrazando sus piernas, sintiéndose... pequeño.
Una llamada lo sacó de su llanto, de esos pensamientos dolorosos, pensó en no responder, pero no es que quisiera seguir en medio de ese sentimiento de tristeza, llorando por no tener a Luzu a su lado así que miró quién le marcaba.Llamada entrante: Rubia tetona 🐻
Quackity respondió la llamada, aún que no quería hablar con nadie, aún que no tuviera más fuerzas de hacer aquello, respondió.
— Hola Quackity, todavía no te has dormido supongo, aún es temprano— se escuchó la voz de Rubius al otro lado.
— No— respondió Quackity, en su voz se notaba que estaba cansado.
— Excelente, me preguntaba si querías jugar fortnite, aprovechado que estás libre, aparte tiene mucho que no jugábamos juntos— es una lástima que Rubius no se haya dado cuenta de que Quackity estaba mal.
—...— Quackity sabía que si respondía su voz se iba a cortar, aún tenía el nudo en su garganta.
— ¿Estás ahí Quackity?
— Ya no puedo Rubius— dijo por fin el azabache, comenzaba a llorar una vez más.
— ¿Que sucede Quackity? ¿Estás bien?— que pregunta más estúpida, si una persona está llorando es obvio que no está bien.
— No quería conocerlo, no quería verlo, no quería— Quackity comenzó a sollozar.
— ¿Conocer a quien? ¿ A quien viste? Quackity respira porfavor, no te entiendo.
— Yo no quería, Rubius ayúdame— Rubius no entendía nada.
— No te entiendo nada Quackity, ¿Estás en tu casa? Voy para allá, por favor quédate donde estés, no te muevas— y la línea se cortó, en esos momentos Rubius agradecía tener una copia de la llave de la casa de Quackity.
Quackity seguía tirado en el piso, se le dificultaba respirar, lágrimas aún salían de sus ojos, y cada lágrima era como una puñalada en su corazón, sabía que Rubius no dejaría pasar eso, ya que el siempre lo apoyo en aquellos momentos difíciles del sentimiento que tenía hacia Luzu, como cuando anunciaron su relación, ese día lloró, claro que lloró, demasiado, y Rubius estuvo ahí, apoyándolo, diciéndole que todo estaría bien, que el estaría para el, Quackity agradecía tener esa amistad con Rubius.
El azabache no podría decir cuánto tiempo paso exactamente, hasta que escuchó la puesta siendo abierta supo que Rubius ya había llegado, y el, el seguía tirado en su sala, sacando agua de sus ojos, deshidratandose demasiado por lo que acababa de vivir.— ¡Quackity!— dijo su amigo acercándose rápidamente hacia el en cuanto lo vio en el piso— Quackity estoy aquí, tranquilo— Rubius lo tomó en sus brazos, ayudándolo a sentarse y recargandolo en la pared más cercana, Quackity no se sentía tan bien para hacerlo por si mismo.
— Ya no quiero Rubius, ya no— decia Quackity tan débilmente y aún sacando lágrimas de sus ojos.
— ¿Ya no quieres qué Quackity? No te entiendo— Rubius estaba más que preocupado por su amigo, Quackity se aferró a la espalda de Rubius.
— ¿Por qué duele Rubius? Has que deje de doler, duele mucho— Quackity no había dejado de llorar en ningún momento.
— ¿Dónde te duele? Si no me dices que te duele o que paso no voy a poder hacer nada— decía un preocupado Rubius — ¿Puedes decirme dónde te duele Quackity?
Quackity asintió, parecía un niño que le decía a su mamá donde se había golpeado— Aquí— dijo alejándose de la espalda de su amigo para después dirigir su mano hacia su corazón, Rubius comenzaba a sospechar que había pasado — duele mucho Rubius, ¿Qué hago? — Quackity miró a Rubius, sus ojos reflejaban inocencia, pero también reflejaban lo mucho que había sufrido, estaban rojos, hinchados y aún habían lágrimas saliendo de ellos. Rubius no sabía que hacer.
— Tranquilo Quackity, respira, ¿Sabes por qué te duele?— Rubius creía ya saber la respuesta, su amigo se había comportado así cuando se anunció la relación que tenía Luzu.
— Si— Quackity comenzaba a tranquilizarse.
— ¿Por qué te duele?
— Por que lo volví a ver... con el— lo último lo dijo en un susurro, susurro que Rubius escuchó, Quackity parecía que volvería a llorar.
— Tranquilo, respira, estoy aquí ¿Si? No llores porfavor, respira Quackity— la boca del azabache temblaba, pero aún queriendo llorar, Quackity sigui las instrucciones que su amigo le daba — solo respira, inhala y exhala— el rubio le dio el ejemplo a Quackity, el azabache le siguió — inhala... exhala— y así siguieron por unos 2 minutos, Quackity se había logrado tranquilizar, y Rubius sabía que preguntar ahora no sería lo mejor, el rubio miro la hora en el reloj que estaba en la pared, 8:13 p.m. tal vez era aún temprano para Rubius, pero suponía que Quackity estaría algo cansado, más que suponerlo lo sabía, ya que ahora mismo Quackity tenía una respiración más regular a la que tenía antes cuando aún estaba llorando, aparte que sus ojos estaban cerrados y su cuerpo estaba aún más recargado en la pared, osea que prácticamente Quackity ya se estaba durmiendo en la pared. "Valla día de mierda que tuvo Quackity" fue lo último que pensó Rubius antes de tomarlo con mucho cuidado para después cargarlo y llevarlo a su habitación, Rubius sabía que Quackity había llorado mucho más antes de que el llegará y, queriendo o no, llorar sule ser cansado. Una vez en la habitación de Quackity, el rubio dejo a su amigo en su cama, cerca de esta estaba una, "cama" un poco más pequeña, en ella había un pato durmiendo, su amigo le había dicho que ahora tenía una mascota, pero no sé imaginaba un pato. Rubius volvió a dirigir su mirada hacia el azabache, estaba acostado por encima de las sábanas así que decidió taparlo para que no pasará frío, Rubius pensó que era mejor pasar la noche en casa de su amigo, no quería dejarlo solo, no otra vez, no en ese estado, no cuando estaba tan mal por aquel sentimiento.
— ¿A quien conociste Quackity? ¿Será que conociste al novio de Luzu?— Rubius soltó un suspiro — descansa Quackity— el rubio se dirigió hacia la puerta de la habitación, saliendo por esta y cerrandola para que su amigo durmiera mejor y caminó hacia la sala sentándose en un sofá, dormiría ahí, tal vez iría rápido a su casa por una cobija y regresaría. Lo más probable para que pensaba Rubius que había pasado era eso, que Quackity había conocido al novio de Luzu, debía de ayudar a su amigo.
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°•◍¿Una promesa?◍•° [LUCKITY]
RomanceFue tan fácil amarte. Nos conocimos desde niños y éramos inseparables, éramos mejores amigos. Era obvio que me iba a terminar enamorando de ti ¿No? Te lo prometí, me lo prometí, pero simplemente no puedo, no me amas, no como yo a ti. ¿Cómo esperas q...