"uzumaki: El Forjador de un Imperio"

Entre Luces y Sombras: Secretos Desvelados

Tsunade miró la mesa frente a ella, estaba molesta, había aceptado que para Kushina ella era la mujer de Naruto, pero jamás se imaginó que Naruto tuviera un edificio, no, más bien, no esperaba que Naruto literalmente tuviera un piso completo como su casa, era el último piso y dejaba ver una hermosa vista de konoha, en especial porque una de las paredes era de vidrios, vidrios bastante gruesos y reforzados por sellos, los mismos sellos que aparentaban que el piso tenía paredes como los demás, no solo eso

Miró de reojo, su ceja tembló al ver en una de las paredes un cuadro que reconoció, era de un pintor famoso del país del té, era un cuadro que valía millones, también era uno de los solo 3 cuadros que el pintor vendió, el resto de sus pinturas estaban en un museo de exhibición, pero había más, el piso era de mármol al igual que la encimera, el lavamanos y la barra de la cocina, sin mencionar que también tenía un mini bar junto a la cocina, esta casa era demasiado lujosa, jamás imaginó esto del rubio

- ¿necesita algo Tsunade-sama? -preguntó una pelinegra con una dulce sonrisa que le sacó una marca a la rubia tetona, podía ver la lujuria que tenía la mujer hacía Naruto, no solo ella, las otras tres empleadas de la casa estaban igual
- este chico me sacará canas rápido -pensó Tsunade antes de sonreírle a la hermosa mujer
- desearía un buen sake -dijo Tsunade provocando que la mujer la mirara con disgusto
- Naruto-sama le prohibió el alcohol durante su embarazo, siendo médica debería entenderlo -dijo la mujer provocando que tsunade asintiera
- entendido -dijo Tsunade mientras apretaba los dientes, castraria al pequeño mocoso - ¿Dónde está shizune? -preguntó curiosa Tsunade
- en el jacuzzi -dijo la mujer con una sonrisa
- ¿Dónde están mis pantalones? -preguntó Naruto molesto mientras pasaba junto a ellas sonrojando a las dos mujeres
- en el lavado Naruto-Sama -dijo otra mujer asomando la cabeza con una sonrisa pervertida al ver al pelirrojo en ropa interior, el paquete del rubio se notaba debido a lo ajustado de sus boxers

Mikoto miró a Kushina con enojo antes de apretar su labio y mirar a otro lado, la pelirroja era una sádica y se tomó en serio lo de volverla una esclava, estaban sentadas en un restaurante lleno de gente y el vibrador que tenía la estaba excitando a un enorme grado, lo peor era que así la dejaría después, solo para que ella se masturbar y quedará insatisfecha, el hecho de que Naruto la ignoraba no la ayudaba

- no pensé que estarían aquí -dijo una pelinegra con una sonrisa
- oh, chicas, es bueno verlas -dijo Kushina mirando a su antiguo equipo, cada una se especializó en un área que ella les infundió
- tenía tiempo sin verla kushina-sensei -dijo la pelimorada
- ¿Cómo está naruto-kun? -preguntó la pelinegra - supe que Tsunade-sama pagó una misión rango S para que él la cuidara durante su embarazo -dijo la pelinegra
- ¿Es eso así? -preguntó kushina curiosa ante esa excusa - eso explica porqué viven juntos, iba a ir a preguntar hoy, pero será innecesario -dijo Kushina con una sonrisa - ¿Cómo vas con asuma? Espero que no estés siendo una mojigata Kurenai-chan -dijo Kushina con burla
- kushina-sensei -dijo la sonrojada pelirroja
- espera, ¿ese no es asuma? -preguntó yugao mirando a un barbudo
- ¿qué? -preguntó kurenai mirando a asuma tomado de la mano con otra mujer
- espera ¿no estaban saliendo? -preguntó kushina con el ceño fruncido
- n-no puede ser -dijo kurenai mirando en shock al barbudo
- ese bastardo -dijo la pelimorada antes de sujetar su tanto
- abajo -dijo kushina deteniendo a ambas mujeres, era sorprendente que incluso después de tantos años sus cuerpos obedecieran sus órdenes - no te comportes así -dijo kushina mirando a kurenai con dureza - tienes que ser más formal kurenai-chan, al menos ustedes dos que no tienen clan detrás de ustedes -dijo kushina mientras se levantaba antes de empezar a caminar hacia asuma
- creo que tu novio ya no será más hombre -dijo mikoto mirando con el ceño fruncido a asuma, al menos naruto les dejaba en claro que no había sentimientos en sus relaciones, pero este hombre jugaba con las emociones de una mujer, era inaceptable
- hola -dijo kushina con una sonrisa sorprendiendo a los dos
- ah, k-kushina-sama -dijo asuma nervioso antes de que humo saliera del lugar desconcertando a todos
- hay dos cosas que le dije a tu padre que te enseñara… -dijo kushina mientras arrastraba a asuma
- ¿qué haces? -preguntó un jounin deteniendo a kushina
- no te metas -dijo kushina con frialdad congelando al jounin antes de pasar con un asuma en un estado lamentable
- t-tú… -dijo un chunin antes de que tres anbu aparecieran
- kushina-sama -dijo un anbu antes de que kushina lo levantara del suelo con una mano asombrando a todos
- trae el trasero de biwako aquí antes de que vaya yo con el cadáver de su hijo -dijo kushina mientras el anbu asentía lentamente - buen chico -dijo kushina soltando el cuello del anbu que tosió varias veces - ustedes tres… vengan conmigo -dijo kushina aún jalando del cabello al semi consciente asuma
- su velocidad es increíble -dijo mikoto en su mente al haber notado solo el golpe en la barbilla y la patada que le dió a asuma, esa fue la que creó la pequeña capa de humo, pero el cuerpo de asuma dejaba ver que había recibido muchos más golpes, tal vez con su sharingan hubiera percibido todos los golpes