"uzumaki: El Forjador de un Imperio"

NACIDO DE LA SANGRE

Kushina escupió sangre antes de sonreír, este hombre en cualquier universo era un ser bastante fuerte, no, era absurdamente fuerte, sabía cómo matarlo fácilmente, el uso de su elemento viento lo partiría a la mitad como un papel, pero este era la segunda vez que alguien con armadura podía soportar su fuerza descomunal 

- parece que ya no puedes seguir -dijo Kushina con una sonrisa al ver al hombre caer en una rodilla, el tipo podía soportar sus golpes, pero el que mató hace años no solo los soportaba, podía herirla incluso obligarla a curarse con el chakra del kyubi para evitar morir, este tipo ni siquiera soportó un día, era una decepción

- mierda -dijo Minato mirando al raikage arrodillado 

- no te distraigas -dijo tsunade antes de que el suelo se partiera por su fuerza 

- parece que ella está fuera de sí -dijo Karin con una sonrisa antes de lamer la sangre en su mano, estaba tibia y era asquerosa, no era como la de naruto, la suya era como néctar para ella - niños, sé que están cansados -dijo karin viendo sobre el hombro a los jóvenes que había entrenado con ayuda de hinata y tenten - pero aún hay enemigos de pie y el ejército uzumaki no para hasta que el último muera -dijo karin mientras sacaba una pequeña bolsa de tela antes de lanzarla a su estudiante preferida - coman esas pastillas de soldado y sigan adelante hasta acabar con el último hombre, construyamos un imperio nacido de sangre -dijo karin mientras señalaba con su mano a los shinobis que la veían con terror debido a su sonrisa de depredador

- por el clan uzumaki y nuestro futuro -dijo la pelinaranja mientras con sus espadas apuntaba a los shinobi, esas pastillas estaban devolviendo su chakra y su sed de sangre 

- al ataque -dijo su compañera mientras ambas corrían siendo seguidas por el grito de guerra de sus compañeros 

- así me gusta -dijo karin viendo a los jóvenes volver a ser bestias cortando gargantas y despedazando a sus enemigos 

Minato miró con dureza la batalla en el bosque de la muerte, se le ordenó quedar fuera junto a sus shinobi, solo lucharán los uzumaki o los pertenecientes al clan, ahora entendía el motivo, antes necesitaban un ejército para dominar un país como en el caso del apoderamiento del título de daimyo, pero ahora no lo hacían 

pudo ver con claridad el poder individual de cada una de las mujeres de naruto y del mismo naruto, esto ni siquiera era una batalla, el pequeño batallón de naruto destrozó y humilló al gran ejército, en ese momento le quedó claro que los uzumaki serían los gobernantes del mundo sin duda alguna 

- minato-sama -dijo un anbu a su lado 

- ¿sucede algo? -preguntó minato con seriedad 

- están solicitando una reunión del consejo después de la batalla -dijo un anbu antes de que minato frunciera el ceño 

- no, diles que se hará solo si kushina lo permite, de lo contrario serán ejecutados -dijo minato con seriedad 

- entendido minato-sama -dijo el anbu antes de desaparecer

Kakashi sujetó el paquete entre sus brazos antes de seguir corriendo en medio del ejército enemigo, podía verlo con su Sharingan y sabía que tarde o temprano el portal se cerraría por orden de los líderes del ejército que los atacaba, en ese momento cuando bloqueó un golpe de espada con su kunai y asesinó al atacante clavando el kunai en su cráneo escuchó la voz en su auricular pidiendo levantar su mano 

Kakashi parpadeó varias veces antes de mirar hacia abajo, estaba volando, al ver hacia arriba notó a una sonriente anko, la mujer en verdad parecía arrogante y divertida, algo que contrastaba con su armadura llena de sangre, su rostro con manchas de sangre solo convertía esa sonrisa en algo aterrador