Cap 6: La supervivencia del más apto.

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- 03 de Febrero del 2020

-01:06pm

-Esta bien, yo decidí esto, yo acepte esta misión.

-Pensándolo bien, no esta tan mal, además, ire a la universidad realmente, tendré la oportunidad de estudiar la profesión que siempre e querido, me convertiré profesora de arqueología y tendré mis propias aventuras, además de que podre enseñar a los demás sobre ellas.

-Eso si solucionamos este pequeñísimo problema llamado "pandemia mundial".

—¿Lista?— Mamá y yo nos miramos.

—Eso creo— Me limito a decir.

-Mamá camina hacia la entrada y sale de la pequeña casa a la que llamamos hogar, no es para siempre, pero estaremos lejos de este lugar por mucho tiempo.

-Hace poco regrese a mi hogar, esto era lo que más deseaba en el mundo, sentir el olor a bosque de este lugar, disfrutar la deliciosa comida de mamá, no la insípida comida que sirven en el cafetín del campo militar.

—¿Llevas todo mamá?— La miro echando un ultimo vistazo a mi maleta.

—Lizz apresúrate, nos espera ese hombre guapo— Eso ultimo lo dice en un susurro.

—Mamá contrólate— Digo mientras termino de salir de la casa.

-Adios casita, volveremos pronto.

-La observo con detalle y puedo notar que no es la mejor casa del mundo, pero es mi hogar, sus dos pisos color menta, la gran ventana de mi cuarto, la puerta de madera, las ventanas en los laterales, toda su estructura me hacen sentir en tranquilad.

-La extrañaba tanto, y ahora me tengo que ir de nuevo, ¿me pregunto como estarán los demás? como estará Petters, ¿estará descansando?, no lo sé, lo único que se, es que la maldición de los capitanes nos persigue, Soap, los demás capitanes y yo seguimos en servicio, lo mejor de todo esto es que se nos permite estar en casa, el trabajo es más tranquilizante.

-Aunque yo aun corro el riesgo de morir.

-Azoto con poca fuerza la puerta tras de mi y sujeto las llaves que mamá me extiende para cerrarla con seguro, luego de esto le extiendo de nuevo las llaves y me aseguro de que la puerta este bien cerrada.

-Pobre de aquel que intente colarse mientras no estoy.

—Ok— Suspiro. —Todo esta listo— Digo, para luego sonreírle a mamá con sinceridad.

—Nuevos comienzos mi niña— Mamá ríe y se nota la diversión en su rostro.

—Ma, suenas como una señora que va saliendo de su divorcio— Río junto con ella mientras caminamos hacia la puerta de la nada lujosa mini limusina que esta frente a nosotras.

-Bajamos las pequeñas escaleras de la casa y ella aun se ríe.

—Sabia que dirías algo como eso— Me mira, luego se dispone a abrir la puerta...

—Oiga espere— Una voz suave, que ya conozco, nos detiene de golpe.

-Mis instintos reaccionan sin autocontrol y hago retroceder a mamá con mi brazo para ponerme frente a ella.

-La voz proviene del asiento del copiloto, quien se baja es nada más y nada menos que...

—No dejare que habrá la puerta usted misma— Le sonríe a mamá. —Déjeme abrirla por usted— Finaliza abriendo la puerta.

—Suban señoritas, hoy seremos sus choferes a la mansión True— Esta vez suena más animado, lleva pantalones de mezclilla y una camiseta gris holgados, unos zapatos que parecen ser más caros que los anteriores, esta vez no los usare como sujetos de prueba, ¡santo cielo!, ¿Cuánto costaran?.

Rastros de Guerra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora