LIMERENCIA || Uchiha Itachi.

001; La solución.

Capitulo 1

Título—La solución.

Otra noche de insomnio, necesitaba encontrar ya una solución rápido, por su esposa, hijos y para todo su clan.

En un principio el golpe de estado le pareció un buen plan, claro que se dejó llevar por la rabia y coraje hacia la aldea y los altos mandos, pero una vez ya con la cabeza fría pensó en todas las consecuencias de ese plan.

Por mucho que fueran un clan poderoso no todos saldrían inmunes al golpe de estado, estaba seguro de que se perderían vidas, podrá mostrarse como alguien carente de emociones frente a todos pero eso no significa que no se preocupara por su clan donde hay niños que no tienen idea de lo que pasa y posiblemente con el golpe de estado puedan perder a seres queridos o hasta sus padres.

Soltó un suspiro pesado mientras se levantaba, lo mejor es que regrese a la cama con su mujer, estar en su sala lamentándose no ayudara en nada en toda esa situación.

Ya encaminándose a su recamara vio algo de reojo que lo hizo detenerse. En la ventana, estaba un pequeño sapo con una nota colgando, no le habría dado importancia a un simple sapo, pero sabía que no era cualquiera, era una invocación y sabía perfectamente de quien podría ser.

Una vez ya delante del pequeño sapo tomo la nota y en cuanto la tomo en las manos el sapo desapareció dejando una pequeña nube de humo, confirmándole que si era una invocación, abrió la nota y decía: "En el mismo lugar de siempre, en cinco minutos."

Le pareció extraño que le pidiera eso, ya que tienen mucho tiempo sin reunirse ahí, pero no perdía nada con ir, sabia de sobra que no dormiría esa noche.

Ya en el lugar, el hombre busco con la mirada a quien lo cito ahí, hasta que escucho la voz de esa persona hablando  detrás de él.

—Lamento tener que citarte a esta hora— hablo aquel joven saliendo de las sombras—. Pero debido a la situación no podemos perder más tiempo.

—¿Que sucede Cuarto Hokage?—pregunto el hombre mayor, fijando sus ojos negros en el joven a quien le había estado dando la espalda—.

—Lo que sucede, es que...—inhalo un poco de aire sintiendo la imponente presencia del hombre ante él—, creo tener una solución para el conflicto que estamos enfrentando—respondió con seguridad, no sintiéndose intimidado—.