CAPÍTULO 3

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Aitana
Italia

—De verdad que la foto que me mostró tu padre de ti no te hace justicia, eres jodidamente hermosa—Edward mi prometido toma mi mano dejando un suave beso en ella mirándome con...¿Devoción? No sé y tampoco quiero averiguarlo pero lo que sí me gustaría averiguar es que esconden esos curiosos ojos azules que no se despegan de mi

—Samael carraspea y lo agradezco porque me salvó del momento incómodo que dejó edward tras su comentario que me halaga claro que sí pero simplemente no me gusta

—Bueno tortolitos es hora de hablar de negocios—Mi padre rompe el silencio y yo atraigo mi mano a donde va— Por favor familia déjennos solos.

—Lanza una mirada a donde están mi madre y mis hermanos. Poso mi mirada en cualquier lado. El pelinegro me tiene de los nervios con tanto mirarme.

— Le diré a mi asistente que se comunique contigo Di'marco, puedes retirarte—Samael no responde solo me dedica una última mirada acomoda la chaqueta de su traje y sale seguido de mi familia.

—Tomen asiento—Ordena mi padre

—No me siento cómoda sentándome al lado de ninguno de los dos hombres aquí presentes, así que me siento en el sofá individual que hay frente a ellos. Me abrazo a mi bata de seda sintiéndome insegura.

—Bueno Edward adelante—mi padre incentiva a mi supuesto prometido a hablar. El sale de la ensoñación que tenía mirándome.

—Quiero que te vayas a vivir conmigo—Suelta viéndome con una sonrisa que intenta parecer tierna pero es jodidamente intimidante

—No

—Yo comprendo que estemos comprometidos pero me gustaría gozar un poco de la libertad que en estos 21 años no he tenido. Me gustaría tener un pequeño apartamento en Santorini, ir a la universidad, tener amigos salir. Vivir eso quiero

—No?—Dice confundido, y mi padre el muy maldito solo se encoje de hombros cuando lo miro en busca de algo de ayuda. No planea intervenir.

—Edward es que te llamas no?—Asiente mirándome muy serio nada parecido a como me miraba hace unos minutos— Voy a ser sincera contigo.

—Trato de parecer serena nada intimidada, me reclino en el sofá soltando un respiro. Haciéndome importante antes de hablar.

—Me gustaría vivir sola—Mi padre ahora si hace el ademán de intervenir pero lo detengo levantando mi mano— Quiero asistir a la universidad, ser una adulta normal, porque no se crean ustedes que soy una maldita ama de casa o una jodida incubadora de bebés.

—Otra vez hacen el intento de interrumpirme pero no los dejo, de mi depende que esta unión se de porque la verdad a mi me da igual si me caso o no esto no me beneficia en nada.

—De mi depende que esta unión se de —Los miró con recelo—Y si de verdad quieren que esto funcione mínimo mantenganme contenta—Sentenció—Una palabra de esto a la prensa y sus empresas se van a la mierda y no me va a importar absolutamente nada porque no me benefician en nada

—Me miran incrédulos, Franco me mira con decepción y Edward con algo de curiosidad.

—Entonces o me escuchan o se quedan sin prometida—Miro mis uñas admirando mi perfecta manicura en color blanco

IMPERIO EN RUINAS +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora