¿𝐐𝐮𝐞́ 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐦𝐚𝐥?
—¿Qué estás diciendo Hyori? ¿Te estás escuchando? Tú... Los apoyas...?—
Hyori levantó la mirada con los ojos abiertos de más y miró hacia abajo, parecía que estaba pensando en qué responder.
—¿Crees qué no lo haría?— Dijo en un susurro —¡Es mí hermano! Y eso fue horrible, has pensado en qué a nadie le importa si te casas a los 18 años con un hombre mucho mayor?
—¿Eso tiene qué ver en...?
—¿Eres tonta? Tiene qué ver todo, a nadie le importan diferencias en edades, ¿Por qué sí les importan los géneros?
Soojin frunció el seño y Hyori siguió hablando —okay, y qué tal... Qué para la mayoría de enfermedades mentales no se utiliza la tortura pero para la homosexualidad sí.
Soojin miro hacia abajo confundida.
Todo lo que he creído no puede ser falso.
Pensó, Hyori tenía razón pero no podría ser así de fácil, no, simplemente no lo era.
—Vamos Soo... Dime qué estás de acuerdo en esto conmigo, sé qué no eres cómo los demás.
—No... No lo sé, siempre me habían enseñado qué era algo malo, algo de lo qué asustarse, algo incorrecto, algo obsceno, un pecado, algo... Malo.
Hyori ladeó la cabeza y le dió una sonrisa triste a Soojin.
—Bueno... Te daré tiempo, pero cualquier cosa que pienses te pido qué no hagas pública mí opinión y... Qué no cambie tú perspectiva sobre mí.
Puso su mano en la barbilla de la pelinegra y limpió una lagrima qué se coló mientras hablaba por una razón qué desconocía.
—Sí, no te preocupes, seguimos siendo amigas aunque no estoy de acuerdo... Espero que tampoco dejes de ser mí amiga.
Ella negó y le dió una sonrisa, Soojin recogió sus tacones qué estaban cerca de la puerta de la habitación y volteó su rostro para preguntar.
—Disculpa.. ¿Te gustaría qué me quede un rato más? No quiero irme así.
La miré y ella reaccionó apresuradamente pasando su muñeca por sus ojos un poco bruscamente para limpiar sus propias lágrimas. Carajo, se suponía qué ella no debía consolarme a mí y acaba de literalmente limpiar mis lágrimas y no hice lo mismo por ella.
—Cómo te guste, no tengo problemas con cualquiera de las opciones" Sonrió de nuevo y la chica le devolvió la sonrisa.
—¡Estoy tan, tan, tan, tan, tan, tan emocionada por el viaje, ¿Ya lo mencioné?— Juwon decía a la par qué Hyori reía por el entusiasmo de la chica.