Perspectiva de ""Francis Moss""
Luego de despedirse del guardia apresuró el ritmo, podía sentir como observaban cada uno de sus pasos, se podía sentir lo impacientes y Hambrientos que estaban.
Se desvío hacia un callejón oscuro, podía escuchar el ruido húmedo de pasos, detrás suyo, a sus lados y también hacia donde se dirigia, en pocos pasos estaba completamente rodeado de ellos.
—Por fin llegas, ya empezaba a creer que habrias entrado solo para no compartir con tus hermanos.
La voz provenía desde las sombras, no se podía decir con seguridad desde que dirección ya que el eco alteran la percepción.
—Si claro, como si no me vigilaran en todo momento para evitar que haga eso, si tanto desconfian de mi pues que otro tome mi lugar.
Se escucharon gruñidos y murmullos profundos de las criaturas a su alrededor.
—Ah cierto, ninguno tiene el coraje de intentar entrar y arriesgarse a ser descubierto.
Una cabeza salió desde las sombras, era un hombre con bigote y sombrero morado, pero un defecto, su cuello era extremadamente largo.
—No te pases de listo "lechero" nuestra paciencia tiene un límite, deja de estar jugando a los amiguitos con ese guardia y entra de una vez en ese puto edificio o-
El de vestimentas blancas saco sus garras negras y las usó para sujetar el cuello del falso señor Angus Ciprianni, acerco la cara hasta la propia y mostró sus enormes colmillos filosos como advertencia de que le podia arrancar la cara de un mordisco si quería.
—O que? Te olvidas que yo estoy haciendo el trabajo sucio por ustedes?
Soltó el cuello no sin antes dejar unas marcas de uñas de las cuales poco a poco brotaba la sangre, guardo sus garras y volvió a su estado normal.
—Tardare lo que tenga que tardar para hacer esto bien, pero les prometo que entraremos y podrán comer todo lo que quieran.
Con eso basto para convencerlos y aunque no fuera así no había nada que pudieran hacer, había estado prestando atención desde que el nuevo guardia llegó, por pura casualidad dio en el clavo al pensar que Alan sería alguien imprudente, puesto que lo había dejado irse repetidas veces y en las ocasiones en las que estaba por eliminarlo supo cuando distraerlo para retirarse, también había notado que no era bueno en reconocer pequeñas diferencias siempre y cuando no tuviera sus fichas con las características de los vecinos, cosa que comprobó al interactuar con el teniendo a la vista algún que otro defecto, aunque eso no duraria por siempre, cuando se acostumbrara a las verdaderas caras entonces ya no podría seguir engañandolo en la calle.
Siguió caminando hasta llegar a su "hogar" si a eso se le podía decir hogar, era una casa abandonada, el la había descubierto una noche que intentaba esconderse de la DDD, mientras no prendiera muchas luces y guardara silencio era un lugar perfecto, tenia un sofa para dormir, un techo que lo cubriera del clima y suministro infinito de ratas para cenar, aunque esa noche no le interesaban, tenia el estómago lleno de hamburguesas y papas, ese acto tan bondadoso le había retorcido la consciencia que no sabía que tenía, le había pedido a alan que se cuidara cuando claramente el tenia el objetivo de matarlo, aunque sería generoso, le daría una muerte rápida aunque sea, no se podía permitir perdonarle la vida o abandonar la misión o el sería la cena de sus compañeros.
Se dejó caer en el sofá y undio la cabeza contra una almohada, listo para dormir, pero su cabeza tenía otros planes, esa noche no pudo parar de pensar en Alan, recordó la primera vez que lo vio, había entrado amenazado por otro grupo de doppelganger, se había reforzado por copiar al tal Francis Mosses a la perfección pero sabia que no bastaba, estaba seguro que no saldria de ahi con vida pero en el momento que chruzaron palabra se dió cuenta que no sería así, presto atencion a los gestos en la cara agena, era demaciado obvio que se aguantaba la risa. Y luego de volver pudo escuchar su risa, no era para nada sutil, parecía mas un animal enojado que una risa, aún así le pareció simpático y se esforzo por hacerlo reir un poco más, era agradable escuchar algo que no fueran gritos de terror o maldiciónes salir de la boca de una persona, desde ese día había sido elegido para burlar al guardia de seguridad, no le molestaba la tarea ya que así tendría una razón para volver a acercarsele.
Luego estuvo esa vez que tocó su mano, se sintió tan calida y suave... no sabia que los hombres podían tener manos asi, aquella sensación se le había grabado en su cerebro, se preguntaba si asi seria toda su piel, que tan bien se sentirá clavarles los dientes y que tan buena seria su sangre, esas dudas le recordaron lo sucedido en el probador, su corazón latiendo rápido como una presa acorralada por su depredador, tuvo que contenerse mucho para no atacarlo en ese mismo lugar.
La boca se le había hecho agua por pensar tanto, algo estaba claro, el día que lograrán entrar el iría solo por Alan, no dejaría que nadie más le quitará su presa, por como iban las cosas no tardaría mucho, en un solo día había conseguido mucha información relevante que podría usar en su contra en el momento indicado, aunque aún queria más, queria saberlo todo antes de dar el golpe definitivo.
(NA: Para los que tenían la duda si Francis era o no un doppelganger, aquí tienen su respuesta, por cierto muchas gracias por el apoyo a mi primera historia, espero no decepcionarlos ಥ‿ಥ)
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Porfavor déjame entrar
Science FictionAlan era el nuevo remplazo del incompetente de Henry, sabía bien cuál era su trabajo, pero no sé imagino que le costaria tanto cumplirlo. Basado en el juego de doppelganger La portada NO es mía, créditos a kaworinx (ig), y gracias por la inspiración...