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Querido Duxo.

Medio año, medio año aquí atrapado, debo admitir que aún me sorprende el no haber me vuelto loco en este momento.

No hay muchas noticias buenas, tal vez que ya que mi único suplemento alimenticio es la carne, frutos y el agua de esta tierra de tanto haberlas consumido me ha vuelto inmune a los efectos secundarios, o eso creo, ya no se que es cierto, algunas veces siento que duermo mucho, algunas veces que duermo poco, o algunas veces simplemente no duermo.

Por ello realmente ahora solo duermo cuando caigo inconsciente por el agotamiento, es más sencillo que intentar dormir por voluntad propia eso es seguro.

Una de las malas noticias es que mi magia desde que paso la implosión y en consecuencia quede atrapado aqui, ha ido desvaneciéndose, no lo escribí antes porque lo sentí innecesario y aun que mi mente me juega mala pasadas con recuerdos falsos, me acuerdo claramente que en los primeros días aquí intenté activar el portal nuevamente utilizando mi magia, pero este al parecer necesitaba más de la que tenía y al inyectarle la mía, comenzó a succionar mi núcleo mágico, estoy bien, supongo, pero ahora me valgo de herramientas, mi magia se ha vuelto obsoleta.

Mi rutina en este lugar es sencilla, suelo cazar a algún ser de aquí que se vea ligeramente comestible si es que se puede, sino, busco alimentos, mirando si se ven ligeramente comestible también.

Cuando mi cuerpo se siente cansado, suelo ir a una cueva, cualquiera en realidad, ningún lugar es mi hogar, solo tengo uno y espero volver a allí lo más pronto posible.

No me he rendido de encontrar la salida porque eres mi motivación, cada vez que sueño (y con suerte), eres tu al otro lado, con esa brillante y descarada sonrisa, con ojos morados que parecen brillar como amatistas, y puede que solo aquí, me haya dado cuenta de lo mucho que te quiero, por eso, por eso debo volver, debería decírtelo, debo decírtelo.

Tu amigo, Aquino.

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Palabras: 336

&lt;《 I love you, i'm sorry 》&gt;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora