Naruto Hagoromo: Rinnegan no Kami

capítulo 51

N/A: Estoy de vuelta y vivo. Perdón por el descanso de tres meses; es el primer descanso verdadero que tuve desde el inicio del covid y necesité mucho tiempo para descomprimirme, especialmente después de lo que le pasó a mi amigo (falleció de cáncer, para aquellos que no lo saben). Ahora, con un nuevo viento a favor, esta historia avanzará una vez más. Gracias chicos. Mis mejores deseos.

-Perdido.

-xxxxxxxxxx-

Naruto no necesitaba más estímulo.

"Con mucho gusto", dijo.

Luego se abalanzó sobre ella y ella sólo pudo jadear mientras él maniobraba su espalda debajo de él.

Parecía enfadada por poder tomar la iniciativa.

"Créeme por primera vez, es mejor así", dijo Naruto.

"No es mi-" Mei trató de decir antes de que Naruto bajara su polla y metiera solo su punta dentro de ella.

"¡Oh, Kami!" Mei gritó.

Miró hacia abajo, hacia sus piernas abiertas, hacia la enorme polla a punto de entrar en ella, hacia lo que ahora es el coño más buscado en Kirigakure siendo tomado por este ninja extranjero.

Ella volvió a mirarlo y se sorprendió de que él no tuviera una sonrisa burlona, ​​ni una cara de triunfo, como si hubiera conquistado una montaña que nadie había hecho antes.

En cambio, él le devolvió la mirada con amor, una increíble cantidad de amor que de repente la dejó sin aliento.

"Ahora eres mía", afirmó y entró otro centímetro en ella.

Sus ojos parpadearon y gimió una vez más, pero su vista todavía estaba fija en la de él.

Ella lo miraría mientras él la tomaba.

Ella lo aceptaría a él y a lo que fuera en su totalidad.

Ella quería que él supiera eso.

Naruto se inclinó para besar y con ello, entró más de su polla.

"MMmmm", gimió ella en su boca.

Se echó hacia atrás, retrocediendo un poquito antes de empujar una vez más, profundizando. Afortunadamente, su himen se había desgarrado hacía mucho tiempo debido al entrenamiento, pero todavía sentía un poco de dolor por tener algo tan grande dentro de ella por primera vez.

"Te sientes increíble", susurró Naruto mientras se separaban.

Mei, sorprendentemente, cruzó las piernas detrás de Naruto, indicando algo que la excitaba mucho.

Naruto pareció entristecido por un momento.

"Hoy no te voy a dar un hijo", dijo.

Mei asintió.

"Eventualmente te daré un hijo", dijo.

Mei asintió de nuevo, esta vez más esperanzada.

"Cuando lo haga, seré parte de su vida, así como de la tuya", dijo Naruto, "si me aceptas".